Opinión

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Guillermo Correa Bárcenas/De Norte a Sur

Pues siempre no. La serie sobre El Populismo en América Latina dedicada a Andrés Manuel López Obrador, candidato a la Presidencia de la República, ha sido hasta el momento y en cuanto a su difusión en pantallas televisivas un fracaso para sus productores y el director Javier García Mata. Todo indica que el juego sucio falló en esta ocasión, aunque como dice el propio autor seguirá tocando puertas con el fin de que se exhiba. En tanto tiene éxito debería completar la serie con la referencia a dos grandes ausencias o explicar por qué no los comprendió. Se trata de Barack Obama y de Evo Morales. El primero ex presidente de Estados Unidos y el que sigue, actual mandatario de Bolivia.

Condenado el concepto en nuestro país por todos los anti-AMLO que de esta forma tratan de identificarlo con otros presidentes que se enfrentaron en su momento al sistema político económico impuesto por Estados Unidos, el populismo llegó incluso a confrontar a Enrique Peña Nieto con el político afroamericano durante un encuentro efectuado en Canadá, donde el mexicano aseguró la existencia de liderazgos políticos que “asumen posiciones populistas y demagógicas, pretendiendo eliminar o destruir lo que se ha construido, lo que ha tomado décadas construir, para revertir problemas del pasado”. Recurren a la demagogia, agregó, y ejemplificó con Hitler y Mussolini, que devastaron a la humanidad en el siglo pasado. No se olvida que en esa ocasión Obama pidió tener cuidado en el uso de la expresión pues –argumentó— “me preocupo por la gente pobre, que está trabajando muy fuerte y no tiene la oportunidad de avanzar. Y me preocupo por los trabajadores, que sean capaces de tener una voz colectiva en su lugar de trabajo… quiero estar seguro de que los niños están recibiendo una educación docente… y creo que tenemos que tener un sistema de impuestos que sea justo. Supongo que eso me hace un populista”. Pero esa etiqueta, remató el estadounidense, no le queda a alguien que no ha luchado por la justicia social, que no se ha preocupado por los trabajadores, ni a alguien que dice algo controversial, solo para ganar votos, o que establece un discurso de “ellos contra nosotros”. Este tipo de personajes, concluyó Obama, están más cerca de la xenofobia o el cinismo. Todo esto fue a finales de junio de 2016, dos meses después, Peña recibió a Trump en Palacio Nacional cuando el gringo apenas era candidato y contribuyó así al triunfo del máximo populista en el mundo.

Cabe señalar que la serie mencionada contiene un capítulo dedicado a Donald Trump. También a Vladimir Putin, de Rusia; Lula da Silva, de Brasil; Hugo Chávez, de Venezuela; y Juan Domingo Perón, de Argentina. El capítulo que se refiere a El Peje se llama “Andrés Manuel López Obrador, el redentor furioso” y a la casa productora le pusieron “La División”.

Si bien la grabación  no se ha hecho pública en medios televisivos tradicionales, existen spots pagados por el PRI y su coalición en donde se compara al tabasqueño con Chávez, el boliviano. Se le achaca a este que prometió consultar a sus paisanos cada dos años si le permitían seguir en la Presidencia y que se quedó 14 años. Hasta su muerte, presuntamente asesinado. Sin embargo no hay en los promocionales priistas, ni de ningún otro instituto político, ninguno que se refiera a Evo Morales, quien desde hace 12 años gobierna Bolivia.

Al indígena sudamericano se le conoce en el mundo por haber recuperado el control de los recursos naturales de su país, catapultar a su economía nacional y por disminuir los rezagos sociales. La CEPAL –Comisión Económica para América Latina— registra a Bolivia entre las más avanzadas de su región con un crecimiento del 4 por ciento, el doble de México. Y cómo es eso. De acuerdo con la ONU, todo obedece a que ha levantado la demanda interna y con el consumo, el empleo y una mejor distribución de la riqueza, gracias a que también ha puesto en práctica una política fiscal a favor de la inversión pública y a una política monetaria expansiva.

Al igual que el gobierno neoliberal de México, el populista de Bolivia ha enfrentado la baja en los precios internacionales de los hidrocarburos, petróleo y gas natural. También pérdida de reservas y crecimiento de la deuda externa. Con la diferencia de que en este punto no es tan escandalosa como la nuestra y que allá, con menos corrupción, se ahorró lo obtenido en la época de las vacas gordas y aquí Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa –PAN— dilapidaron los ingresos obtenidos del petróleo. No es todo. Evo Morales ha padecido una caída en la producción minera, una fuerte sequía hace dos años, desaceleración en los sectores financieros, en la manufactura y en la construcción. Y pese a todo, los bolivianos registran progreso y los mexicanos no.

El reporte de la Organización de las Naciones Unidas con respecto al gobierno populista de Evo Morales reconoce la reducción de la tasa de desempleo y mejoras salariales, una política cambiaria sin sobresaltos, moneda consolidada e inflación baja. Allá no hay gasolinazos y en la última elección el 61 por ciento de los ciudadanos votaron por la permanencia del indio que encabeza el indigenismo populista que este primero de mayo en lugar de reprimir a los trabajadores como sucedió en otros países decidió otorgar otro aumento al salario del 3 por ciento y de un 5 por ciento al mínimo nacional (más de 5,310 pesos mexicanos al mes), además de que anunció un segundo aguinaldo si se logra que la economía crezca al 4.5 por ciento.

Para contrastar con el gobierno neoliberal de Enrique Peña Nieto, hay que señalar que México registra uno de los salarios más bajos del mundo y que la mayor parte de su juventud se encuentra en el desempleo y que los niños son sobreexplotados, principalmente en plantaciones agrícolas donde aún existen las llamadas tiendas de raya del porfiriato. Por si fuera poco el 57 por ciento de la población ocupada lo hace en la informalidad, es decir, sin ninguna prestación social.

Y el PRI en el poder, junto con el PAN, quieren seguir espantando.

DESDE EL CENTRO

Dice Pepe Toño que recibió el apoyo de 250 organizaciones campesinas. Aparte de la CNC, la CCI y Antorcha Campesina ¿cuáles serán las otras?... En el marco del Día del Trabajo, la Unión Nacional Integradora de Organizaciones Solidarias y Economía Social que dirige Javier López Macías, exigió al gobierno federal salario mínimo para 5.5 millones de jornaleros agrícolas sin olvidar sus correspondientes prestaciones sociales, esto con el fin de sacarlos de la pobreza multidimensional… Según Juan Pablo Rojas Pérez, líder de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México, existen riesgos para la agricultura mexicana por la ratificación del Senado que permite al país ser parte de la Alianza Transpacífica, que es uno de los mayores acuerdos comerciales del mundo… La Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA—MN) en voz de su vocero Daniel Zúñiga Maldonado, pidió a los candidatos presidenciales no criminalizar la lucha social y la libertad de los presos políticos… Pedro Ponce Javana, subdirector de Vinculación y Servicio de la Universidad Autónoma Chapingo, solicitó a su vez que los aspirantes al máximo poder en el país dejen de ver a los campesinos e indígenas sólo de manera electoral, lo que es igual a un llamado a que se cumpla con el rescate del medio rural… El próximo 5 de mayo se conmemora la Batalla de Puebla que en Estados Unidos se celebra como el Día de la Mexicanidad ¿con qué saldrá ahora Donald Trump?

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