Silvia Núñez Esquer/Mujer Sonora
Cimacnoticias | Hermosillo, Son.
Cada aniversario del incendio de la Guardería ABC, donde murieron 49 niñas y niños en Hermosillo, Sonora, se distingue por algún aspecto que lo marca.
Sin duda el noveno aniversario que se cumple este 5 de junio de 2018 estará sellado por el pacto de la corrupción sobre la corrupción.
Si el incendio se produjo por una sucesión de negligencias y compadrazgos entre la élite política y la económica, el aniversario número nueve es la graduación de la manera en que en México se puede ser corrupto aprovechando un acto de corrupción que produjo una tragedia.
El Centro de Atención Inmediata a Casos Especiales (CAICE), es una institución dentro de la gran institución de Seguridad Social, creado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para atender a las familias del caso ABC.
Atención psicológica, médica (intra o extra IMSS), administrativa, logística, y de cualquier otro tipo que requirieran por la muerte o afectación por las lesiones en los niños y niñas que acudieron el 5 de junio de 2009 a la Guardería ABC, son asunto del CAICE.
Pero este 2018, algunas familias descubrieron que todos habían sido utilizados para el fraude que descansa sobre la sangre del erario público, pretextando una causa noble, como es la atención integral para todas y todos los afectados.
El CAICE traicionó la confianza de las familias, al tasarlos hasta en 500 por ciento en algunos casos, como lo hicieran las guarderías subrogadas con las niñas y niños que acuden a ellas.
La desvergüenza y cinismo no tienen límites. Pero con el CAICE se cumple la máxima de que no hay crimen perfecto.
Si bien hay una persona separada de su cargo de administradora para ser investigada, también es cierto que nadie se cree que ella actuó sola.
Una vez más, las familias son revictimizadas, pues con estupor descubrieron que eran convertidas en nombres con diagnósticos y circunstancias inventadas por el personal del CAICE.
Millones de pesos que se esfumaron a través de la sobrefacturación, y que a la fecha ni el IMSS, ni el CAICE han dado una explicación satisfactoria.
Medicamentos que no se recetaron, pero sí se cobraron, fórmulas con precios inflados al 400 por ciento, tratamientos, viáticos y todo lo que quepa en la imaginación de un delincuente, están relacionados a niñas, niños, padres, madres afectados por el incendio de la corrupción.
Otra vez, inicia una investigación, de esas en las que las madres y padres ya no creen. De nuevo el IMSS promete llegar a “la verdad”.
Una vez más separan (que no sancionan) del cargo a alguien, a una persona que seguramente será quien pague por todos los que intervinieron para diseñar el fraude.
La Guardería ABC sigue siendo sin duda el más nítido ejemplo de cómo la vida y la muerte en México son negocio, son “áreas de oportunidad” para empresas lícitas o para robos soterrados como el que se cometió en el CAICE.
Madres y padres ABC ya no son los mismos, ya nada les asombra, pero sí les enoja. Cada vez que descubren una página más del tratado de corrupción que se escribe cada día en México, emprenden una acción.
Sus vidas se han transformado. Algunos tienen otros hijos, o se han mudado de lugar de residencia.
Otros más han emprendido negocios o han cambiado de trabajo intentando construir nuevas condiciones de vida que les permitan sobre llevar la pérdida irreparable.
Los que perdieron a alguno de sus hijos o hijas, pero además quedaron con un hermanito lesionado o afectado en su salud, lidian con la rabia de saber que la misma corrupción que les arrebató a su hijo, hoy utiliza al otro, a ellos mismos para socavar los recursos que son de todos.
El noveno aniversario da cuenta de usuarios de guarderías con ojos más abiertos. A ellos ya no les cuentan ni les cuentean.
Es más, algunos se volvieron capacitadores en protección civil especializados en estancias infantiles.
Otros son incansables promotores del cumplimiento de la Ley General de Prestación de Servicios Para la Atención, Cuidado, y Desarrollo Integral Infantil y sus homólogas, a través de su exigencia de cumplimiento.
Todos se movilizan cuando llega el aniversario. Marchan, gritan, rezan, restauran la fachada de los restos de la Guardería ABC, para que estén listos para honrar a sus pequeños.
Pero también ahora son ciudadanas y ciudadanos con más conciencia de sus derechos. Por ello no tan fácil el IMSS les contó que la novedad es que les habían utilizado para robar, sin que ellos protestaran.
Gracias a ello, pronto tendremos noticias sobre los resultados de la investigación que madres y padres afectados por el incendio han exigido.
Con documentos en mano, dan seguimiento a cada uno de los rubros en donde se “gastó” en ellos. Su derecho a la salud y a la recuperación por las afectaciones de las que es responsable el Estado mexicano, fueron mancillados con el fraude.
Pero pasaron nueve años, y ellos no son los mismos, el CAICE, el IMSS tendrán que responder.
A continuación publicamos la carta de Patricia Duarte Franco, una de las madres afectadas por el incendio de la guardería.
*Periodista integrante de la Red Nacional de Periodistas y directora del blog Mujer Sonora http://mujersonora.blogspot.mx/
Twitter: @mujersonora