David Monreal Ávila
El nuevo gobierno tiene hoy la responsabilidad de ofrecer a la población un informe de labores que justifique su trabajo en la administración pública federal y dé luz sobre el inicio de la 4T.
Sabemos que lograr la seguridad es uno de nuestros retos más ambiciosos, pero para conseguirlo debemos cambiar las condiciones materiales, morales y espirituales de nuestra sociedad.
En el Gobierno Federal estamos creando verdaderas opciones para brindar educación, trabajo, servicios de salud y, en general, bienestar a todas las familias mexicanas.
El combate a la corrupción que comenzó tipificando esta conducta como un delito grave, es indispensable para asegurar la eficacia del gasto público y de los programas sociales, que, dicho sea de paso, han dejado de ser asistencialistas para convertirse en palancas para el desarrollo económico.
Es el caso del Crédito Ganadero a la Palabra, que tiene el objetivo de repoblar los hatos de pequeños productores con 1 millón de vaquillas y 50 mil sementales que impulsen la producción de alimentos al tiempo que mejoran la economía familiar en las zonas rurales.
El objetivo es doble: que coman quienes nos dan de comer, y apuntalar nuestra soberanía alimentaria hasta conseguir la autosuficiencia que nos permita dejar de depender de las importaciones.
Personalmente he corroborado que los proveedores cumplan con las exigencias de calidad genética para que los beneficiarios accedan a ganado de registro que los vuelva más competitivos.
Además, hemos realizado entregas de forma pública y sin intermediarios para erradicar las prácticas de opacidad, manipulación o condicionamiento de los programas. Incluso dando la oportunidad a los beneficiarios de elegir libremente el ejemplar que desean adquirir.
Gracias a la austeridad, por fin se está dando prioridad a quienes más lo necesitan, mientras se generan ahorros recortando sueldos exorbitantes, y lujos excesivos en la función pública.
Otro gran aspecto a destacar es el rescate de Pemex, que ya ha revertido el déficit que tenía en su balanza comercial y estabilizado la producción; sin mencionar el combate al huachicol o robo de combustible, que tan sólo en este año generará ahorros por 50 mil millones.
También han iniciado los procesos para grandes obras de infraestructura, como la refinería en Dos Bocas, Veracruz; el aeropuerto de Santa Lucía y el Tren Maya, con los que se espera detonar el crecimiento económico, mismo que, sostenemos, será del 2% sin elevar la deuda externa.
En el ramo de la salud, ya se han anunciado aumentos para el presupuesto de egresos del próximo año por 40 mil millones de pesos, y la meta es que al término del sexenio, toda la población cuente con medicamentos y atención médica, hospitalaria y clínica de forma gratuita.
Los resultados hablan por sí mismos. El cambio verdadero ya comenzó. Todos estamos convocados a esta revolución de consciencias. ¡Seamos agentes activos de esta transformación!