Opinión

comportamiento tipo de cambio peso dolarFilomeno Pinedo Rojas

El hecho de que el dólar estadounidense se continúe devaluando frente el peso mexicano trae un claro beneficio a nuestro país puesto que, hoy por hoy importamos más de lo que exportamos y todo tiene que hacerse en la moneda norteamericana que ahora es más barata, además de que los pagos de la deuda externa deben hacerse en dólares, no en Pesos.

El falso debate de que el Peso fuerte nos perjudica es solo un discurso político de los opositores al gobierno de la cuarta transformación que se sienten gringos y construyen narrativas, hasta ridículas, para atacar a Andrés Manuel López Obrador con expresiones de que es inaceptable que “un dólar ya no alcanza ni para un kilogramo de tortilla y un kilo de huevo vale más de 2 dólares y medio”, luego lo viralizan en redes sociales para que los incautos se sorprendan y muestren su rechazo al presidente, sin reparar en que los mexicanos cobramos en pesos, hacemos nuestras compras en pesos, y no en dólares y que no tenemos la culpa de que el billete verde últimamente no sirva ni para medio kilo de cacahuates.

Debemos estar alegres de que hoy el dólar vale menos pesos mexicanos, porque hay que aclarar que en el 2022 México tuvo que pagar 604 mil 614 millones de dólares en comprarle a Estados Unidos gasolinas, diésel, gas, turbosina, alimentos, maquinaria, equipo, bienes intermedios para la industria, muebles, electrónicos y diversos equipos de consumo, y esos dólares tuvieron que ser comprados a más de 20 pesos cada uno, además de que la inmensa deuda externa que nos heredaron los gobiernos priistas y panistas también es pagada rigurosamente en dólares.

En una operación sencilla, si lo que pagamos por importaciones hubiera sido en una paridad de un dólar por 25 pesos, como desean los traidores a México, la cantidad de pesos que hubiéramos necesitado sería de 15 billones,115 mil,350 millones de pesos, en cambio con un dólar a 19 pesos máximo, solo debemos pagar 11 billones 487 mil 476 millones. Una diferencia a favor de nuestro país de 3 billones 627 mil 874 millones de pesos que equivale a toda la riqueza producida por el estado de Nuevo León en 2 años.

En el mismo discurso, hay quienes dicen que la industria nacional pierde con un dólar barato que es lo mismo que un peso fuerte, porque saliendo más baratos los productos importados, nuestra industria pierde en ventas, se viene el desempleo y al país le va mal, pero no nos aclaran que la potente industria de capital nacional hace muchos años que no existe porque los gobiernos neoliberales la desintegraron, prácticamente, y la que existe es de capital extranjero en su mayor parte de ensamblaje y maquila que utiliza un alto porcentaje de componentes importados y sus productos van al mercado internacional, quedándose las ganancias en manos de los inversionistas o fondos de inversión que tienen sede en otros países, no en México, así que hasta les sigue siendo rentable.

Por otra parte, la industria de capital nacional, y en buena medida hasta la del sector agropecuario, utiliza maquinaria, equipo y combustibles importados lo que representa un ahorro para su operación que prácticamente se compensa y hasta obtienen un beneficio, por ello es que, con el peso fuerte, no tienen realmente ningún reclamo que hacer ni lo han hecho.

No está por demás señalar que, para una economía importadora como la nuestra, un dólar barato debería impactar en la disminución de precios y por tanto de la inflación, cosa que no siempre ocurre porque los comerciantes importadores aprovechan para tener una ganancia extra, pero si el dólar encarece, entonces sí trasladan el nuevo precio a los consumidores. Lógica egoísta de los grandes comerciantes y toda la clase capitalista.

Cabe decir que si el dólar esta devaluado, es tanto por la fortaleza de la política económica impulsada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador al no haber endeudado a México durante la pandemia, como sí lo hicieron la mayoría de los países, además de darle más soporte al peso con la inversión en grandes obras de infraestructura, el crecimiento económico registrado en el 2022, la estabilidad política, la inversión extranjera directa y el gran volumen de las remesas. Para la totalidad de 2022, el valor acumulado de los ingresos por remesas que se ubicó en 58,497 millones de dólares, cifra superior a la de 51,586 millones de dólares observada en 2021, lo que representó un aumento anual de 13.4%. Todo ello, hace que el peso, como representante de nuestro país camine con la cara muy en alto en el mundo mientras la mayoría de las monedas, incluida el dólar circule aquí con la cabeza baja.

También es cierto que el propio gobierno de Estados Unidos devaluó su propia moneda al imprimir más de dos billones de dólares durante la pandemia (trillones en inglés), sin contar con soporte alguno, provocando no solo la inundación de su mercado con moneda y la inflación consecuente en una época de escasez de mercancías por el paro de la economía y la interrupción de las cadenas de suministro, creyendo que solo por ser el dólar no pasaría nada, pero no, la sencilla ley de la oferta y la demanda lo puso en su lugar y pasará más tiempo y medidas desagradables para volver a una inflación menor de 2 por ciento, luego de haber lastimado mucho la economía popular del país.

Por eso y muchas cosas más, está claro que el peso tenía las condiciones para fortalecerse frente al dólar y que este fenómeno aún no termina, porque la instalación en México de empresas venidas de otros países en el denominado nearshoring, beneficiará aún más la fortaleza del peso o lo que es lo mismo, devaluará más al dólar frente a nuestra moneda, para agudizar el dolor de los mexicanos que se creen gringos y el beneplácito de los mexicanos bien nacidos que apoyamos la cuarta transformación y al presidente Andrés Manuel López Obrador.

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