María José González Alonso / SemMéxico/ Latitud Megalópolis
En honor a la nueva película Barbie, protagonizada por Margot Robbie y Ryan Gosling, a principios de julio del presente año, la empresa de medios digitales BuzzFeed creó a partir de la inteligencia artificial una muñeca de la marca que representara a una Barbie con las características físicas, raciales y culturales de cada país.
Los resultados de dicho ejercicio fueron sumamente polémicos y criticados, porque las imágenes de las Barbies de cada lugar mostraban y perpetuaban estereotipos raciales, culturales y de género.
La Barbie mexicana tiene ojos azules y pelo rubio, desentonando con la realidad racial y étnica de nuestro país. Este blanqueamiento también lo hicieron con las muñecas de Argentina y Nicaragua. La Barbie de Cuba es representada como transexual, y la de Sudán porta un arma, por mencionar algunos ejemplos de lo estereotipada que sigue siendo la cultura mainstream.
La exposición constante a estos prejuicios culturales y de exclusión, a través de este tipo de juguetes, contribuye a la internalización de conductas racistas, clasistas y de la construcción de una imagen corporal de una belleza y proporciones inalcanzables.
De acuerdo con estudios realizados en la década de los treinta por los psicólogos Kenneth B. Clark y Mamie P. Clark, “se demostró cómo las niñas racializadas preferían jugar con muñecas blancas en lugar de negras, ya que se consideraba que las primeras eran más bonitas. Esto no era más que el reflejo de la interiorización de este tipo de sentimientos como consecuencia del racismo”.
Aunado a esto, otro de los factores que ha causado mucho disgusto y protestas en las redes sociales, es que Barbie sigue perpetuando los estándares de belleza de un cuerpo hegemónico, que es extremadamente delgado, y de una estética prácticamente imposible y no saludable.
Diversas publicaciones de activistas en contra de la gordofobia muestran que, “si Barbie fuera una mujer real, sus medidas serían: 1.82 metros de altura, de 49 kilos, 96 centímetros de contorno de busto, 45 de cintura y 83 de cadera”.
Esto pone en evidencia que los estándares físicos y de belleza que promueve la muñeca son irreales, no saludables, y que son considerados como referentes físicos por las niñas que juegan con Barbie, cómo un ideal que debe ser alcanzado para ser aceptadas y consideradas hermosas.
Según el estudio publicado por las psicólogas norteamericanas Hope Boyd y Sarah K. Murne, sobre la prevalencia de ideales corporales y de género en muñecas y figuras de acción, “la cintura delgada y el pecho grande de Barbie pueden ponerla en un peso poco saludable y no permitirle pararse derecha”.
Si embargo, aunque los problemas de dismorfia corporal y trastornos alimenticios eran más asociados con las niñas y mujeres, se ha visto un aumento considerable en la insatisfacción de los niños y hombres con su propio cuerpo.
En el mismo estudio se menciona que “el ‘hombre ideal’ se representa con un cuerpo en forma de V, creado por un torso superior musculoso y una cintura delgada. Los investigadores han señalado que el descubrimiento de los esteroides anabólicos, utilizados por primera vez por los culturistas en la década de 1950, popularizó la imagen del físico masculino demasiado musculoso”.
El problema de este tipo de representación hegemónica es que el punto de referencia estético, social, cultural e incluso médico se vuelve inalcanzable e imposible para la gran mayoría de la población mundial, y tiene grandes consecuencias en la salud mental y psicológica de las personas, al intentar encajar en un molde que es inexistente y perjudicial para la salud.
Y menciono a la medicina en esto, porque desde 1970 se popularizó el Índice de Masa Corporal (IMC), que es un indicador que se usa para identificar las categorías de peso y detectar los números que pueden llevar a problemas de salud por exceso de este. Sin embargo, es una herramienta que ha sido muy criticada por ser considerada excluyente y poco eficaz en medir con precisión los componentes del peso corporal de cada individuo.
En el mes de junio del 2023, la Asociación Médica Estadounidense (AMA, por sus siglas en inglés) señaló que el Índice de Masa Corporal tiene “limitaciones significativas asociadas con el uso generalizado en entornos clínicos”. En el comunicado se menciona cómo esto pudo haber causado un daño histórico y pudo haber sido usado “para la exclusión racista.”
Es importante promover la diversidad de representaciones en los juguetes y modelos a seguir para que tanto las niñas cómo los niños puedan verse reflejados en diferentes contextos y aprender que la belleza viene en todas las formas, tamaños y colores. Alentar la inclusión es absolutamente necesario si queremos prevenir temas importantes relativos a la salud mental. Empecemos ya.
Fuente: https://ceprovysa.com/?p=59442