Denuncia

29lecAutoridades solapan la falta de sanidad y calidad de productos adulterados y comercializados como leche 

 

Ciudad de México.- Los productores nacionales de leche, especialmente pequeños y medianos que entregan su producto a la industria, han resultado seriamente afectados en su economía por los recortes al presupuesto federal asignado al sector pecuario, y la falta de reconocimiento de la industria procesadora de lácteos, por el aumento de costos.

Como es del conocimiento público, la importación de alimentos balanceados como maíz amarillo, pasta de soya y salvado de trigo, se realiza en dólares. Así, el alza de esta moneda no es reconocida por la industria procesadora de lácteos y este costo  incrementado hasta en 30 por ciento, es absorbido por los productores, señaló Álvaro González Muñoz, presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche.

Explicó que, en los últimos tres años han sido muy escasos los recursos fiscales y a esto hay que aunar las crecientes importaciones de leche en polvo, misma que sustituye a la leche natural que se produce en México.

En este aspecto, informó Álvaro González, tan sólo de 2014 a 2015, aumentó de 212 mil toneladas, a 268 mil. Esto indica que se adquirieron 56 mil toneladas más que el ciclo anterior y, para lo que resta de 2016, estimó que se rebasen las 300 mil toneladas, únicamente en leche en polvo. A esto hay que añadir el queso, con aumentos inusitados de más de 20 mil toneladas, comparado con los tres años pasados.

Dijo el dirigente de los ganaderos lecheros que debemos tener presente que el queso que llega a México por importación, es fuertemente subsidiado por los gobiernos de países de origen. Esto significa una competencia desleal, porque este esquema elimina cuando menos 30 mil empleos rurales cada año, e impide el desarrollo normal de la ganadería lechera.

Se tiene la certeza, añadió en entrevista González Muñoz, de que, por cada litro producido, los ganaderos lecheros registran pérdidas económicas hasta por 1.50 pesos, lo cual rebasa el límite entre pérdidas y ganancias. Es decir, el costo es de 6.50 pesos por litro y, si bien lo pagan, es entre 5.00 y 5.50 pesos, de manera que las pérdidas alcanzarían hasta 2.00 pesos, que es imposible soportar.

Para completar el cuadro adverso para los lecheros mexicanos, expresó el dirigente Álvaro González, grandes empresas comercializadoras importan subproductos o sobrantes lácteos, como el suero resultante de la fabricación de quesos.

Al respecto, hay empresas comercializadoras, la mayoría transnacionales, que producen marcas propias de lácteos, que no son leche propiamente, como lo indica claramente la FAO en la definición de leche, que es un producto natural extraído de una vaca o cabra, sino que es suero al que agregan grasas vegetales, proteínas, sustancias químicas, saborizantes y una bola de ‘porquerías’, que la gente consume con la creencia de que es leche, porque se la venden al precio de leche o con “rico sabor a leche”.

Esto es un vil engaño y un fraude solapado por la Cofepris de la Secretaría de Salud, y de la Profeco, de la Secretaría de Economía, que “no verifican ni calidad ni sanidad”. Y mientras, las grandes tiendas hacen el gran negocio, reiteró el dirigente de los lecheros.

El Frente Nacional de Productores y Consumidores de leche, añadió, “estamos conscientes de que, si el Presidente Enrique Peña Nieto no acude en auxilio de los productores  nacionales, la tendencia que llevamos desde hace más de 15 años, es la inexorable desaparición”.

Esta situación de incomprensión la hemos vivido hace años. Nada menos que han desaparecido más de 500 mil pequeños y medianos productores de leche, que “se nos adelantaron en esos tres quinquenios.

Consideramos que es vital que la industria y las cadenas comerciales sean solidarias con el país, con el Gobierno de la República, y con los menos protegidos, que somos los productores de leche, dijo.

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Guadalupe