
El autor y los comentaristas en el foyer del teatro Calderón

¿Alguna vez has sentido una soledad tan vasta que tus pensamientos se convierten en universos paralelos?, cuestionó el poeta universitario Ildefonso Moreno Hernández, durante la presentación de su libro “Todas las noches viajo a la nada”, quien, además, enfatizó que esta obra “no es sólo un poemario, es un espejo de esos momentos en que, entre recuerdos y sueños, reconstruimos vidas que nunca vivimos”. Con una narrativa poética que oscila entre lo tangible y lo etéreo, el autor-bibliotecario de profesión- explora el vacío que deja el amor ausente y la terapia silenciosa de la noche.
En el foyer del Teatro Calderón, Ildefonso Moreno detalló que “Darío, el protagonista, nos guía a través de sus noches en blanco, donde la soledad se transforma en un viaje hacia ´la nada´. Cada poema es una sesión de terapia íntima: un intento de reencontrarse consigo mismo mientras evoca amores perdidos, palabras no dichas y caminos truncados. No describe la soledad; la hace palpable en versos que respiran rutinas mañaneras y sombras de almohada”.
En ese sentido, el autor expresó que la prosa poética del libro es minimalista pero cargada de imágenes sensoriales. “Siempre se puede ir más al fondo”, enunció Moreno para dar a conocer que, en las páginas, el lector encontrará repeticiones y silencios visuales para reflejar la espiral de los pensamientos solitarios.
“Más que la soledad, el libro habla de su eco: cómo persiste en los objetos cotidianos, en los hábitos que ya no se comparten, en las conversaciones que quedaron en pausa. Darío no es un héroe trágico, sino un hombre común cuyas heridas resonarán en cualquiera que haya mirado el techo a las 3 a.m. preguntándose ¿y si...?”, relató.
El autor universitario confesó al público que se dio cita a la presentación, que subrayó casi todo el primer capítulo, pues -afirmó- “hay versos que duelen como un reconocimiento inesperado, la nada también tiene horario: llega puntual cada noche”.
Aunque algunos poemas repiten motivos -dijo-, “la acumulación deliberada refuerza la obsesión del protagonista. No es un libro para leer de un tirón, sino para saborear en noches propias de insomnio”.
Finalmente, Ildefonso Moreno recomendó “Todas las noches viajo a la nada”, para quienes aprecian la poesía narrativa de autores como Alejandra Pizarnik o Luis Cernuda, y para quienes buscan literatura que abrace la fragilidad sin melodrama. “No cura la soledad, pero la acompaña, y a veces, eso basta”, puntualizó.
En la presentación del libro, se contó con la participación de la psicóloga Martha Patricia Bárcenas Gallegos, del reconocido escritor y poeta zacatecano y también universitario, Javier Acosta Escareño, del escritor José Ángel Rendón de la Torre, y del bibliotecario y escritor, Víctor Manuel Nuñez Esquivel.