Zacatecas. La Secretaría del Campo impulsa la creación de una instancia para atender a nivel nacional la problemática que ayudará a tener un aprovechamiento sustentable de la tierra
Zacatecas, como otros estados, ha perdido hasta 45 por ciento de sus tierras fértiles debido a erosión por causas naturales, sobrepastoreo y otros usos agrícolas inadecuados; por ello, impulsa la creación de la Comisión Nacional de Suelos.
La Secretaría del Campo (Secampo) y el Colegio de Postgraduados de la Universidad de Chapingo (UACh) unieron esfuerzos para que el país tenga una instancia encargada de conservar, restaurar y normar el aprovechamiento sustentable de la tierra.
José Rodríguez Elías Acevedo, asesor titular de la Secampo, en colaboración con el Colegio de Postgraduados de la UACh, presentó una propuesta dentro de la Semana de la Diversidad Biológica, efectuada en la ciudad de México.
En dicho encuentro con especialistas, Rodríguez Elías Acevedo mencionó que, según el Instituto Nacional de Ecología, 85 por ciento de la superficie territorial mexicana (equivalente a 166.4 millones de hectáreas) sufre erosión.
Deyalló que los estados de: San Luis Potosí, Morelos, Hidalgo, Nuevo León, Baja California y Querétaro son otros que enfrentan problemática semejante a la de Zacatecas.
La Secampo calcula que de un millón 100 mil hectáreas de temporal que se siembran en el estado, alrededor de 40 por ciento sería más aprovechable como agostadero, por carecer de condiciones para la agricultura.
60 por ciento restante (poco más de 600 mil hectáreas) enfrenta problemas que van de severos a muy severos, por la pérdida de la capa fértil debido a fenómenos naturales como la erosión hídrica y eólica.
Malas prácticas agrícolas, como el monocultivo, que la Secampo procura reducir mediante capacitación, asistencia técnica y reconversión productiva, también contribuyen a deteriorar la tierra cultivable.
Rodríguez Elías Acevedo citó estudios del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), según las cuales, por desertificación, se pierden de 20 a 30 toneladas de tierra por hectárea cada año.
Ante esta situación, explicó que ni en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ni en leyes secundarias se estipulan disposiciones para implementar políticas de Estado que normen plenamente el uso del suelo.
Existen algunos ordenamientos legales -señaló-, pero son insuficientes y carecen de homogeneidad y coherencia, por lo que el problema no se puede enfrentar adecuadamente.
La propuesta concedería a los gobiernos federal, estatales y municipales la facultad de fomentar y regular el aprovechamiento de la tierra de manera más pertinente, de acuerdo con sus características, potencial productivo y su vocación.
Deben evitarse prácticas que produzcan erosión y propiciar la conservación de las propiedades físicas, químicas o biológicas del suelo, así como la preservación de la vegetación endémica.
La Secretaría del Campo desarrolla programas de capacitación permanentes para que los productores rurales hagan consciencia de la necesidad de optimizar la explotación productiva de la tierra.