Presentaron el documental de la familia Baltazar Incháuregui que por varias generaciones continúa la producción de la golosina
Muchos puntos de oferta, pero la competencia hunde sus ventas
Con una tradición que data del año de 1917, la familia Baltazar Incháuregui se dedica a la producción y venta del dulce típico conocido como melcocha, y a fin de que no muera esta rica y laboriosa costumbre heredada de padres a hijos, sobrinos y nietos, quienes orgullosos presentaron el cortometraje de género documental “El Dulce Placer de Hacer Melcochas con Tradición Zacatecana”.
El evento tuvo lugar en la Sala Mauricio Magdaleno de la Cineteca Zacatecas., donde convocaron a disfrutar de la golosina que se comercializa permanentemente en esta capital.
La productora del audiovisual, María Magdalena Baltazar Inchauregui, muestra en el filme, la laboriosidad con que se manufactura esta golosina, asimismo, explica cómo el gusto, el arte de hacer dulces típicos zacatecanos les nació por amor a sus padres, Don Esteban Baltazar Robles y Doña María del Carmen Incháuregui Bernal, quienes les enseñaron el oficio, trasmitiendo los conocimientos heredados de una generación a otra.
El objetivo del cortometraje es que se elabore la melcocha con la costumbre de siempre, mucho trabajo y mucha tradición y sobre todo como un homenaje a sus padres, quienes fueron pioneros de este dulce por el rumbo del Barrio de Mexicapan y en la Plazuela Guadalajarita.
Relata, que en temporada de Semana Santa, se daba la venta de este dulce de manera masiva, cuando costaban a centavo y las melcochas no eran envueltas, se empanizaban de canela y tenían un tamaño más grande.
La empresaria narra como “La Melcocha” era muy popular y la única golosina que se vendía por aquella época, la que, al crecer la ciudad se puso a la venta a las afueras de Catedral, saliendo los católicos del templo los días jueves y viernes santo, por lo que la historia de este dulce se le relaciona con la tradición de la Semana Mayor.
Comenta Baltazar Inchaurregui que “La venta era numerosa y para el Viernes Santo después del Viacrucis nos quedaba la mesa sola. Lamentó que las ventas ya no seann las mismas al irse perdiendo esa tradición y ya no acuden a los oficios religiosos tantas personas como anteriormente se acostumbraba.
Posteriormente, relata que su venta se extendió en el centro histórico durante los festivales culturales, y que aun y cuando ahora las ventas se extendieron a dos semanas la Santa y de Pascua, las ventas ya no son las mismas, y ante ello se introduce otro tipo de dulces como el de leche, cocadas y otras variedades con las que compite la melcocha.
Lamenta que las nuevas generaciones no consideran la melcocha como una golosina popular. De todos los dulces típicos de Zacatecas es el más difícil de elaborar debido a que una vez que se inicia el procedimiento se tiene que acabar el terminado porque frio ya no se puede manipular.
Agrega, que el procedimiento es muy difícil por la cocción, posteriormente el vaciado a una piedra especial con una temperatura de 150 grados centígrados, se deja enfriar a 130. Enseguida todavía caliente se coloca en una alcayata y de ahí se manipula, se estira lo que se llama el blanqueado, finalmente se forman las figuras sean trompadas, flores, “es a lo que llamamos artesanía con los deliciosos secretos de los alquimistas… los padres”.
Informó, cómo en Zacatecas la familia Baltazar Inchauregui lucha por la producción y venta: Edmundo en la Bufa y al mayoreo en tiendas de artesanía, José, con su local en la Plaza del Mercado González Ortega, él, con mayor capacidad de producción. María Elena en la cabecera municipal de Guadalupe, la cual es un activa promotora cultural externa, la promueve fuera del estado y del país. Ha innovado muchísimas figuras. Esteban en el mercado de la ciudad de Jerez, y María Magdalena solo los fines de Semana Santa y en temporadas de vacaciones debido a que su taller es pequeño.
A decir de los hermanos Baltazar Incháuregui, con esta tradición piensan salir adelante, seguirla trabajando, cuentan ya con una marca comercial, puesto que consideran importante que los identifiquen, tener un nombre, una marca que nació del esfuerzo y el cariño por las tradiciones zacatecanas, de las iniciales de los apellidos surgió el logotipo y una actividad empresa familiar más.
Finalmente, María Magdalena a nombre de la Familia, agradece a la Dirección General de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y al Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) “Ramón López Velarde”, el apoyo a su proyecto financiero “El Dulce Placer de Hacer Melcochas con Tradición Zacatecana”, dentro del desarrollo del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC) en el estado, en su emisión 2014.