Con su esfuerzo y dedicación los docentes son un elemento fundamental en la regeneración del tejido social, reconoce el Gobierno del Estado
Su historia comenzó en el coro de la iglesia, en Santa Bárbara, Chihuahua, donde aprendió a tocar la guitarra
Fresnillo, Zac. Miguel Alberto Nevárez Urbina es un profesor que tiene más de 30 años formando estudiantes de secundaria en el arte y la cultura. Un 16 de abril de 1991, el “profe de artes”, como le llaman sus colegas y alumnos, llegó a la Escuela Secundaria Federal Número 1 Benito Juárez, ubicada en el municipio de Fresnillo.
Desde aquel día, se especializa constantemente para actualizar y enriquecer sus conocimientos y luego los transmite a sus estudiantes.
En el marco del Día del Maestro, y a nombre del Gobernador David Monreal Ávila, la Secretaría de Educación, Maribel Villalpando Haro, reconoció a las y los maestros comprometidos con la vocación de enseñar a la niñez y juventud zacatecana, para que sean mejores personas.
“Llegué a Zacatecas con mi guitarra en el hombro”
Desde muy pequeño, Miguel Alberto demostró interés y talento por la música y el canto. Sonríe al recordar que cuando formó parte del coro de la iglesia, en su natal Santa Bárbara, Chihuahua, aprendió a tocar la guitarra tan sólo observando a sus compañeros.
Antes de cumplir la mayoría de edad, decide venir a Zacatecas a estudiar Agronomía, sin embargo, sus conocimientos musicales y su amor por el arte lo llevaron por otros caminos.
A los 18 años comenzó a impartir clases de guitarra y piano en escuelas de enseñanza privada, hasta que se le dio la oportunidad de llegar a la Escuela Secundaria en la que tiene toda una vida de ser “el profe de artes”.
El proyecto con el cual ingresó a la educación pública señalaba la importancia de transformar la típica materia de Educación Artística por la de Expresión y Apreciación de las Artes. Miguel considera que en la clase de educación artística sólo se impartía flauta o danza, dejando de lado a los alumnos que tienen talento para las artes plásticas o visuales.
El plan de cambiar la forma de enseñar las artes en educación básica está enfocado en ampliarles el panorama a los estudiantes para que encuentren sus verdaderas aptitudes.
Entre sus proyectos más exitosos con los alumnos están la integración de una rondalla y de un ensamble polifónico de flautas barrocas.
Para adentrarse en las artes plásticas y guiar a sus alumnos siguió el consejo que, siendo muy joven, recibió de su padre: “acércate a la gente que sabe”, y así lo hizo. “Busqué a pintores zacatecanos que me enseñaron muchas cosas que, hasta el día de hoy, les puedo transmitir a mis alumnos”.
A lo largo de 30 años, quienes han pasado por esta escuela se han ido con conocimientos de pintura, grabado, poesía, teatro, danza, canto, guitarra, vihuela y mandolina, por mencionar algunos.
El gusto por el arte y el gusto de enseñar
Miguel considera que la enseñanza de las artes es de suma importancia para los jóvenes, “es la única manera a través de la cual se puede alejar a los hombres de las armas y de las adicciones; la clave está en no soltarlos”, dice.
El gusto que este maestro siente por las artes es el mismo que siente por la enseñanza y “eso mis alumnos lo saben, porque hasta batallo para que se vayan a sus otras clases, se quieren quedar aquí”.
Además, asegura que con ellos no sólo habla de arte, sino que trata temas como la responsabilidad, el compromiso, la honestidad y, sobre todo, autocuidado.
En el Día del Maestro, Miguel Alberto asegura que estos más de 30 años de servicio en la educación los ha disfrutado tanto que, cuando le preguntan que si ya piensa en jubilarse, contesta que no, pues su trabajo y su familia son su razón de ser.