*El racionamiento del líquido, vía tandeo, llegó para quedarse, sentencia el director general
*Se modernizaron 20 km de la red durante el primer año de la nueva administración
*Pérdidas por tomas clandestinas: 3 millones de pesos al mes
ANGEL AMADOR SANCHEZ
Uno de los principales problemas que agobia día con día a la Junta Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado de Zacatecas (Jiapaz) es la obsolescencia de mil kilómetros de tuberías, casi 50 por ciento del total de la red que distribuye el líquido a 100 mil usuarios de los municipios de la capital, Guadalupe, Vetagrande y Morelos.
“Se tendrían que modernizar mil kilómetros de tuberías de conducción, distribución y suministro, cambiarlos en su totalidad con carácter de urgente”, advierte Amado Eduardo del Muro Escareño, director general del organismo operador.
La red general de distribución tiene 40 años y la más nueva una década; entonces se transforma en obsolescencia, en dificultad para conducir el agua, señala y puntualiza que de cada 100 litros extraídos, llegan 60a las tomas de los usuarios.
Y pese a que las tuberías dañadas se renuevan a diario, conforme a las urgencias que se presentan, durante el primer año del gobierno de Miguel Alonso Reyes se cambiaron sólo 20 kilómetros de la red.
La obsolescencia es por dos factores: tiempo y por la presencia de carbonato de calcio en el agua, minerales que taponean las líneas, “es el colesterol de las tuberías”.
La escasez de recursos impide avances mayores, ya que Jiapaz es un organismo paraestatal, autónomo, sin presupuesto asignado, que “vive” del cobro a los usuarios, cantidad que al mes llega a 11 o 12 millones de pesos, informa el funcionario.
Sin embargo, precisa, 8 millones de pesos son para el pago de energía eléctrica por pozos, tanques de distribución, plantas de tratamiento y rebombeos. El resto es para nómina y rehabilitación de líneas, tanques y pozos.
Entrevistado en el programa Los Periodistas, Radio Zacatecas, Amado del Muro enfatiza que al problema de la obsolescencia de la red, cuyo total es de 2 mil 300 kilómetros, se añade el de las fuentes nutrientes, abastecidas por la lluvia, reducidas en los últimos cuatro o cinco años porque las precipitaciones cayeron 50 por ciento, al pasar de 550 milímetros a 270.
“Ahí existe un primer impacto, ya que es necesario perforar a mayor profundidad año con año para extraer el agua y estabilizar los caudales que requiere la población. La culpa, entonces, no es de la Jiapaz cuando no llueve”, dice.
Y completa: “el organismo es tan eficiente como las condiciones lo permitan, depende del estado en que se encuentren las redes en determinadas zonas, y a la capacidad instalada existente, es decir, si los pozos producían originalmente 30 litros por segundo, hoy algunos llegan a 10”.
Además, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sólo autoriza 27 millones de metros cúbicos de agua para extracción, cuando se requieren 35 millones para estabilizar el abasto, sin que esto se traduzca por motivo alguno en servicio de 24 horas.
Aunado a todo lo anterior, señala Del Muro Escareño, se suman las fugas por el deficiente estado de las tuberías y el clandestinaje. Por el robo del agua, no entran 3 millones de pesos a las arcas de la Jiapaz.
Y por si fuera poco, el abasto se ve interrumpido cuando accidentes de tránsito afectan la red o por fallas atribuibles a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
TANDEO, SISTEMA PERMANENTE
Luego de explicar el panorama, ciertamente nada transparente, el director general de la Junta sentencia que el racionamiento del agua, o sea, el tandeo, llegó para quedarse, porque es el mecanismo “más democrático y equitativo para toda la población”.
Es un modelo hidráulico que llegó para quedarse, enfatiza y recalca que no puedehaber abasto durante todo el día a los cuatro municipios ante la insuficiencia de agua que se padece desde hace muchos años. “El tandeo no es una prueba, no es un cáliz”.
Durante la entrevista, se informa que durante esta administración se creó el sistema de tandeo; no existía antes de manera planificada y equilibrada. “No fue sencillo, es un sistema complicado”.
Este modelo, insiste Amado Eduardo del Muro, tiene zonas y horarios bien establecidos para brindar el abasto, no son caprichos de Jiapaz. “Estamos trabajando de forma ordenada y digo que llegó para quedarse porque no tenemos más agua”.
En materia de eficiencia, expresa que la calificación al trabajo de la Jiapaz es hecha por la Conagua.
La presencia física se determina por la cantidad que se extrae y que llega a los domicilios, y ese índice a escala nacional está determinado entre 60-40; el organismo que tiene 60 por ciento de efectividad en el suministro, registra una alta calificación.
Jiapaz, añade, se ubica “más o menos” en dicha escala, es decir, hay pérdidas físicas de alrededor de 40 por ciento, debido a fugas por la obsolescencia de redes, pero sobre todo a causa de las tomas clandestinas.
Del cero al 10, la medición interna de Jiatel registra que la eficiencia del organismo es de 7.5.
En el área de distribución se atienden 3 mil acciones mensuales, todos los días se da respuesta a las llamadas telefónicas, dice.
ESCASEZ DE RECURSOS ECONÓMICOS
La red se integra por 2 mil 300 kilómetros y Jiapaz vive de lo que se recauda, hace las obras con parte de ese ingreso, además con el apoyo de los municipios y la Secretaría de Obras Públicas y así “hemos logrado mucho, pues solos no podemos”.
El dinero sale del pago de los usuarios y de la gestión de recursos federales, porque se paga por la extracción del agua y la descarga, en los programas federalizados retornan ese gasto y “es con lo que más o menos vamos haciendo obras”.
Es un problema grave, admite el funcionario, ya que el organismo no maneja un presupuesto asignado al ser paraestatal y “hacemos lo humanamente posible, con una estructura administrativa que está funcionando y un control estricto del gasto”.
Del Muro subraya que el costo que pagan los usuarios a la Junta es de los más baratos en el país, y reitera que no hubo incremento alguno en las tarifas, como lo denunciaron algunos diputados hace varias semanas. Son las mismas que se cobraban desde 2008, las que están autorizadas en el Periódico Oficial de Gobierno del Estado, aclara.
“Lo único que se hizo fue un decremento del subsidio de 30 por ciento, autorizado por un aumento realizado en 2008, y ahora el Consejo de la Jiapaz aprobó disminuirlo 5 puntos porcentuales de manera cuatrimestral hasta llegar a cero absoluto. Eso fue en septiembre”.
Las tarifas actuales son: doméstico zona uno, paga 47.51; doméstico zona dos, 78.40; doméstico zona tres, 94.44, todas por consumo de 10 metros cúbicos.
No hay incremento a la tarifas, pero sí una mejor medición del consumo, producto de la planeación, la cual antes no se efectuaba antes. Por ejemplo, asevera el director general, “jamás se había hecho un programa operativo”.
Con los nuevos micromedidores, explica, los usuarios que pagaban la cuota mínima, de cero a 10 metros cúbicos, hoy pagan realmente lo que consumen y esto impacta en el cobro, en el recibo, y lo ven de forma equivocada como un alza. Informa que se están colocando en las tomas alrededor de mil aparatos al mes.
Mediante este programa, el ingreso de la Jiapaz se ha incrementado en 800 mil pesos al mensuales.
Indica que se realizan campañas permanentes para fomentar el cuidado del agua y para detectar el clandestinaje. Destaca el apoyo de las denuncias ciudadanas, fundamental para estar al tanto de las tomas clandestinas.
Respecto a los morosos, dice que son “muchos” y sólo hay condonaciones en recargos; en consumo efectivo no hay consideración alguna, a fin de que se regularicen.
En cuanto al pago de nómina, recuerda que al asumir el cargo había más de 600 trabajadores y a la fecha, luego de un proceso de depuración, laboran 562.
“El gobierno del estado, de muy buena voluntad, nos ayuda con el pago de la nómina de 130 trabajadores”, agrega.
INGRESOS CON LOS NUEVOS RECIBOS
Sobre la reciente publicidad que aparece en los recibos de pago, el director reiteró que esta medida ocurre ya en la mayor parte del país, como forma de los organismos operadores de allegarse ingresos adicionales, y afirma que es beneficiosa para Jiapaz porque incluye la entrega por parte de la empresa privada de los 100 mil recibos mensuales, lo que implica un ahorro de 40 a 45 mil pesos.
Además, se dejan de erogar de 5 a 8 mil pesos por el reparto de tickets inteligentes que reciben los usuarios; aparte, va a entregar de 27 a 30 mil pesos líquidos por mes a la Junta, ingreso que no había; también acceso gratis a espots en una televisora.
En términos generales beneficia al organismo con 100 mil pesos mensuales, entre lo que deja de pagar y el ingreso.
El servicio es proporcionado por la empresa AM, que “nada tiene que ver conmigo, porque yo no me llamo Amado Muro, sino Amado Eduardo del Muro; no es mía y quien afirme lo contrario, miente. No es justa una acusación de este tipo”.
En la recta final de la entrevista, habla sobre las gestiones ante el Banco Mundial para “ver si entramos a los programas de cosecha de agua, enriquecimiento de los mantos, asegurando la permanencia de los pozos, pero tratando de aprovechar aguas superficiales, previamente limpiadas y cloradas para que llegue potable a las líneas”.
Es un proyecto a largo plazo, para dar sustentabilidad al recurso; pensar a futuro para asegurarlo, reafirma.
Y concluye: “falta mucho por hacer, estamos atacando la punta del iceberg, hay que irnos al fondo”.