Zacatecas, Zac. Comenzó el primer Seminario Permanente del Foro de Reforma de la UAZ: “de enorme relevancia y carácter estratégico”, reconocen
El proceso de reforma que se realiza actualmente en la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ), “tiene una enorme relevancia y un carácter estratégico”, afirmó este jueves Ana Lucía Gazzola, al participar en el foro de análisis “Los avatares mundiales y nacionales de la universidad pública”, realizado este jueves como parte del seminario permanente del Congreso de Reforma de la máxima casa de estudios, en el teatro Fernando Calderón.
La prestigiada investigadora y académica brasileña fue quien presentó -con elocuencia y autocrítica a la crisis de las universidades públicas en América Latina-, la primera de las cuatro ponencias magistrales que se desarrollaron en el foro universitario, donde participaron los connotados especialistas René Ramírez Gallegos, Axel Didriksson y Hugo Aboites.
Ante una audiencia que prácticamente llenó la sala general del teatro universitario, previamente Rubén Ibarra Reyes, rector de la UAZ, dio la bienvenida a los participantes, presentando un rápido bosquejo de lo que representa la universidad pública para los zacatecanos, que atiende a más de 43 mil estudiantes de Zacatecas, del país e incluso provenientes del extranjero.
Ibarra Reyes reconoció el trabajo y esfuerzo como coordinador del Congreso de Reforma a Raúl Delgado Wise, el proceso que ahora es obligado, dijo el rector, para que los jóvenes egresados de la UAZ, tengan una formación integral.
En ese contexto, dijo Ibarra Reyes, “este proceso de reforma, es la única garantía que tenemos como institución de seguir siendo la máxima casa de estudios de los zacatecanos, pero, además, para muchos jóvenes, la única posibilidad de desarrollo para ellos y sus familias”. Por eso “impulsaremos de manera decidida esta transformación que, desde la UAZ, estamos pensando para nuestro país y para nuestro continente”.
Enseguida inició la etapa de conferencias magistrales –y desde su natal Brasil, a través de internet por la plataforma zoom-, la especialista Ana Lucía Cazzola, literalmente ofreció una cátedra sobre la crisis de las universidades públicas en América latina, y marcó su postura, sobre cómo debe abordarse y resolverse el problema.
La ex rectora de la Universidad de Minas Gerais y ex directora del Instituto Internacional para la Educación Superior en América Latina y el Caribe de la UNESCO, planteó que el proceso de reforma “tiene una enorme relevancia y un carácter estratégico, principalmente por los retos que estamos enfrentando ahora, eran inimaginables hace tres años”.
“Estamos enfrentando simultáneamente la combinación de la revolución 4.0 de la gran revolución tecnológica, que involucra inteligencia artificial, Big Data, nuevos materiales, etcétera, y los efectos de la pandemia. Se han agudizado las brechas ya existentes”.
Por ello planteó Gazzola, “celebro este seminario permanente que se realiza en la UAZ, es el camino correcto”, dijo la brasileña, porque “somos llamados a resolver cuestiones estructurales, históricas, pero agravadas en este momento, y también a responder a las más sofisticadas y avanzadas demandas que nos propone la revolución 4.0 y lo que vaya a seguir”.,
Sostuvo Gazzola qué, cuando hablamos de la crisis de la universidad, una gran parte de esta crisis no viene de la universidad, pues “una parte significativa de esa crisis es resultado del contexto socio económico y de la geopolítica global, (pero) aun así, al reconocer eso no podíamos dejarnos paralizar como si nada pudiéramos hacer”.
“Podemos ser parte del problema o parte de la solución, el problema existe, es extremamente complejo, muchos de sus aspectos no podemos solucionarlos en la universidad, pero seguramente, como institución crítica, tendremos que hacer los grandes reajustes necesarios para continuar ejerciendo nuestro papel social”.
Luego tocó el turno de participar en el foro al investigador sudamericano René Ramírez Gallegos, quien entre los años 2007 al 2017 –durante el gobierno de Rafael Correa Delgado en Ecuador-, fue secretario ministro de Planificación y Desarrollo, así como secretario de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación.
Ramírez Gallegos habló sobre la importancia de las transformaciones universitarias, las reformas y no sólo las universitarias, sino en todos los conocimientos, que están ligados al tema de la propiedad intelectual.
“Estas son las nuevas formas del extractivismo info-cognitivo, que implica nuevas formas de acumulación, basadas en la información y en el conocimiento, pero con una extracción que ya no es sólo de recursos naturales, sino inmateriales, del sur hacia el norte, deliberado”.
Por eso es necesario no sólo reformar a las universidades públicas, sino literalmente defenderlas, frente al ataque de los gobiernos conservadores y frente al neoliberalismo, “que atacan a las universidades públicas, porque ellos la ven como un negocio privado”.
• El norte quiere eliminar las universidades públicas
El investigador mexicano Axel Didriksson, por su parte, arrancó su exposición haciendo un análisis de la crisis actual que se vive en el mundo, particularmente la crisis bélica y económica, donde las universidades públicas de América Latina y la sociedad en general “estamos frente a una ruptura crítica y civilizatoria”.
Incluso Didrikson –titular del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación en la UNAM-, citó a otro investigador latinoamericano, Darcy Riveiro, quien sostiene dijo, que la actual crisis de las universidades públicas “no es una coyuntura, sino que es un proyecto. Algo que se organiza, para que esté así”.
Y todo tiene que ver, coincidió de algún modo con lo planteado previamente por Gazzola y Ramírez, “con la profundización de la crisis cognitiva”.
Pero, además, advirtió Didriksson a la audiencia universitaria reunida en el teatro Fernando Calderón, “la tendencia mundial que existe hacia las universidades del sur global, es dejarlas fuera, eliminadas, marginadas de los conocimientos más importantes”.
Un ejemplo de ello se ha visto, dijo, en la reciente crisis por la pandemia del Covid-19 y sus variantes, donde las vacunas las desarrollaron universidades privadas del norte global en coordinación con grandes laboratorios trasnacionales, quienes “las patentaron y nos las vendieron. Lo humano estaba en crisis y dijeron: ‘les vamos a vender la vacuna’”.
Por ello América Latina y sus universidades públicas, opinó Didriksson, deben organizarse y defender su modelo propio, social y humanitario, en la próxima Cumbre de Educación Superior, a realizarse en Barcelona, España, entre el 18 y 20 de mayo.
Ahí se confrontarán distintos modelos de universidades, ejemplificó: el de Japón, “país que convirtió sus universidades nacionales en corporaciones”. También estarán presentes en aquel cónclave China, que recientemente construyó y puso en operación “100 universidades de clase mundial”; para quienes la meta principal dijo Didriksson, “es competir, formando a los líderes del mundo, para sustituir la brecha geopolítica ante la caída de Estados Unidos de Norteamérica”.
Los norteamericanos, por supuesto, indicó el especialista, acudirán con sus representantes de universidades privadas prestigiadas, como el MIT y la de Harvard, que, entre otras cosas, se enfocan en realizar investigación y desarrollo de tecnologías “para la guerra”, y colaboran directamente con el Pentágono. Forman parte de quienes ven a la educación superior “como un bien privado, que agrega valor a las trasnacionales”.
Pero México y otros países latinoamericanos, acudirán a la Cumbre de Educación Superior en Barcelona “a refrendar que la educación superior no es una mercancía, sino un derecho humano. Nos van a mirar muy feo, de por sí, así nos miran”, dijo irónico Didriksson, pero se defenderá a las universidades públicas.
La cuarta conferencia magistral corrió por parte del reconocido investigador Hugo Aboites Aguilar, quien hizo un interesante análisis de lo que han sido los avatares de la universidad pública en México, desde hace una centuria, cuando era presidente Porfirio Díaz y un 10 de noviembre de 1910, impulsó una reforma para convertir a la universidad pública de México, en una universidad elitista.
Afortunadamente su proyecto no prosperó, porque sólo 10 días después de presentada su iniciativa, la revuelta popular dio inicio a la revolución mexicana, que lo depuso. Aunque no fue la única embestida que la universidad pública ha tenido.
“Prácticamente cada 10 años, durante un siglo, han ocurrido hechos de violencia y un intento por desmantelar a la educación superior en México, de su carácter social y gratuito”.
Pero la universidad pública ha sobrevivido, y acotó Aboites Aguilar, hay que perseverar en su defensa, pues “seguiremos siendo objeto de la violencia de Estado”.