Apenas 24 por ciento de ellas conducen programas en medios
ENTREVISTA
ANAIZ ZAMORA MÁRQUEZ
Cimacnoticias | México, DF.
La inclusión del Capítulo J, sobre “Las mujeres y los medios de comunicación”, en la Plataforma de Acción de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing, China –aprobada en 1995–, fue resultado de la insistencia de feministas periodistas y expertas en comunicación, que no cesaron en su lucha por visibilizar la importancia de que los medios incluyeran, en sus estructuras y contenidos, a las mujeres.
Una de quienes formó parte de ese impulso es la irlandesa Margaret Gallagher, investigadora independiente y escritora, que desde hace más de 30 años dedica su trabajo académico a analizar la relación de las mujeres con los medios de comunicación a nivel global.
Gallagher es también una de las figuras clave en la creación de la Alianza Global de Medios de Comunicación y Género (GAMAG, por sus siglas en inglés), una iniciativa que promueve la incorporación de las mujeres en los medios informativos y que se formó en diciembre de 2013 en Bangkok, Tailandia.
En su reciente visita a México para participar en el Foro Internacional sobre Género, Medios, Tecnologías de la Información y la Comunicación, y Periodismo, en el Centro Cultural España en esta capital, la especialista conversó con Cimacnoticias sobre las razones por las cuales el Capítulo J de la Plataforma de Acción de Beijing es el “más rezagado” de este acuerdo internacional.
–Anaiz Zamora Márquez (AZM): A 20 años de la Plataforma de Beijing, ¿podemos hablar de que existe un avance en el acceso de las mujeres a los medios de comunicación?
–Margaret Gallagher (MG): Antes que todo, tenemos que aclarar que el acceso de las mujeres a los medios lo debemos entender en diferentes maneras: hablamos de acceso en términos de la capacidad de hablar en los medios, de expresar ideas; y también en términos de trabajar en las estructuras de los medios.
“A 20 años de distancia de Beijing el balance está aún lejos de ser bueno. El número de mujeres a nivel global que vemos hablando en los medios, es decir, conduciendo programas, dando opiniones o expresando ideas como especialistas de distintos temas, es sólo de 24 por ciento; hace 20 años era de 17 por ciento, es un incremento muy pequeño.
“Con respecto a las mujeres trabajando en los medios, si bien hemos visto un gran incremento en la incorporación femenina, ésta se ha dado sólo en los niveles medios, es decir como reporteras y productoras; pero en los niveles más altos es en donde está el gran reto: no tenemos a mujeres siendo directoras o dueñas de medios”.
–AZM: ¿Por qué no se ha logrado avanzar en la materia?
–MG: Cuando se trata de que las mujeres tengan acceso a aparecer y hablar en los medios, nos topamos con la percepción social de que ellas son menos importantes que los hombres; me refiero a que tiende a existir una especie de creencia automática de que cuando se requiere que alguien hable sobre algún tema, se debe recurrir a un varón para que sea él quien hable, habiendo una subvaloración de las mujeres como líderes de opinión, formadoras de opinión o expertas.
“Ese es un lado del problema, pero también es verdad que en algunas áreas de la vida pública las mujeres están menos presentes que los hombres; tenemos menos mujeres políticas, están menos presentes en el desarrollo de la tecnología; en todas las áreas parecen estar desestimadas, y ese patrón evidentemente se repite en los medios”.
MEDIOS DEBEN EDUCAR PARA CRITICAR
–AZM: ¿Nos podrías recordar por qué es importante que las mujeres estén en los medios?
–MG: Simplemente es importante porque las mujeres tienen opiniones sobre todo: en el mundo, en todos los aspectos de la vida, es decir, las mujeres trabajan, cuidan a las familias, contribuyen a la economía, tienen temas específicos que ellas necesitan posicionar a través de los medios, para que formen parte de las demandas públicas.
“Es demasiado importante que ese 50 por ciento de la raza humana esté representado en lo que vemos y escuchamos en los medios de comunicación; si la gente no lo oye o no lo ve, simplemente no se entera de muchos temas que son importantes, y que generalmente son pasados por alto por los tomadores de decisión y por el resto del mundo.
“Esa es una de las grandes razones, pero también porque es un Derecho Humano el poder expresarse y comunicarse”.
–AZM: ¿Qué sucede cuando los medios sólo están controlados por un pequeño sector, o por una sola visión de los cosas? ¿Crees que de alguna manera esos contenidos influyen en la sumisión de las mujeres, o limita sus conocimientos acerca del mundo?
–MG: Sabemos que los medios influencian a las personas, es realmente claro que lo hacen; por eso es importante que las mujeres que son el público (audiencia) de esos medios sean educadas, para que así puedan criticar lo que ven y oyen, pero sabemos que actualmente eso no pasa.
“Muchos de los medios son responsables de ofrecer una visión particular de cómo debería ser visto el mundo y muy frecuentemente las personas no critican eso, simplemente lo toman como verdadero y lo replican.
“Por ejemplo, dentro de los contenidos las mujeres siempre están representadas como la parte inferior de una relación, son dibujadas como una persona inactiva, una persona que ayuda y muchas mujeres especialmente jóvenes aceptan que así es como ellas deben ser”.
–AZM: En estos 20 años, los medios se han transformado, han multiplicado sus formas y se han expandido; han surgido los medios digitales y otras plataformas. ¿Cómo ha sido la incorporación de las mujeres a esos medios?
–MG: La evidencia que tenemos hasta ahora no es muy alentadora; no vemos ninguna proporción alta de mujeres en estos medios, que supuestamente son diferentes que los tradicionales. Esperábamos que los nuevos medios no fueran condicionados por las mismas y tradicionales estructuras que excluyen a las mujeres, pero parece que el patrón es el mismo. Las mujeres no están.
“SIN DERECHO A HABLAR”
–AZM: Aquí en México, tenemos un severo problema de violencia contra las mujeres que han podido acceder a los medios y trabajan en ellos. ¿Tienes alguna opinión de por qué podría estar sucediendo esto?
–MG: Me parece que esa es una cuestión que nos lleva a una de tus preguntas anteriores acerca de por qué las mujeres están excluidas de los medios, y es que yo diría que parece existir una sensación (de la sociedad en general) de que las mujeres no tienen derecho a hablar públicamente.
“Que deberían estar calladas porque ese es el estereotipo, eso es lo que nos han dicho desde niñas: ‘Permanece callada, apoya al hombre, no expreses tu opinión o de otra forma serás vista como una persona agresiva, difícil de tratar o una alborotadora’”.
“Cuando las mujeres, especialmente las periodistas, hablan acerca de temas políticos, la percepción es que eso es algo que supuestamente ellas no deberían estar haciendo; en ese sentido su trabajo tiene un impacto sobre los estereotipos de género y su posición en la sociedad, que no siempre es bien recibido.
“A lo que se suma que uno de los nuevos problemas que enfrentamos es que en algunos de los nuevos medios que han surgido en los últimos 10 años, en los comentarios en línea en periódicos y redes sociales las mujeres del público en general que no son periodistas también se enfrentan a este tipo de violencia cuando se expresan.
“Parece que es como una sensación de que las mujeres no tienen derecho a hablar públicamente y que cuando ellas los hacen serán de alguna manera castigadas”.
–AZM: Entonces, ¿crees que en algunos casos ser una mujer periodista es una acción política?
–MG: Obviamente hay diferentes tipos de periodistas y diferentes tipos de medios y no todos las mujeres están en ellos con una ambición política; pero para muchas mujeres, las que escriben de temas que tienen que ver con ver política, Derechos Humanos o temas sociales sí; sí es una acción política, ésa es una de las cosas que lo vuelve una ocupación riesgosa en muchos países, y sé que en México es un gran desafío ser periodista.
VIOLENCIA CONTRA LAS PERIODISTAS
–AZM: ¿Enfrentamos el mismo tipo de violencia las mujeres y hombres que nos dedicamos al periodismo?
–MG: Como se ha dicho, y como organizaciones lo han denunciado, las mujeres enfrentan problemas muy similares a los hombres, pero adicionalmente enfrentan otro rango de atentados, sobre todo los que tienen que ver con agresiones sexuales, ya que se sigue pensando que los cuerpos de las mujeres pueden ser agredidos.
–AZM: ¿Existe alguna solución para estas mujeres?
–MG: Principalmente un paso que yo rescataría es que tenemos que hacerlo público, hablar de ello, porque así podemos tratar de movilizar a otros agentes para volver inaceptable el hecho de que las periodistas sean agredidas, así los castigos son posibles; tenemos que hacer este tema parte del debate.
“También hay que apoyar política y públicamente a las periodistas, que no se sientan solas en ese proceso de denuncia”.
–AZM: ¿Conoces alguna experiencia exitosa?
–MG: En realidad sí: en Francia, recientemente, 40 mujeres periodistas escribieron una carta pública que fue difundida en un medio nacional de amplia circulación, hablando con grandes detalles de la forma en que fueron hostigadas por políticos, figuras públicas o académicos que ellas tenían que entrevistar; contaron que esto pasaba rutinariamente cuando ellas hacían su trabajo.
“En su carta ellas decían que hace 10 años tenían miedo de hablar abiertamente de estos temas porque estaban preocupadas por perder su trabajo, pero que en conjunto lograron hacer una fuerza y hablar de ello, denunciarlo.
“Creo que ahí tenemos un ejemplo de que es importante para todas como periodistas no tener miedo de hablar de ello, porque si no hablamos va a continuar y se puede poner peor”.
–AZM: Pero el gobierno debe tener una responsabilidad en detener este tipo de agresiones ¿no es así?
–MG: Claro, pero sé que los gobiernos dicen que son asuntos que no tienen que ver con ellos, y que es un problema de los medios, y se justifican diciendo que no pueden intervenir por temas de libertad de expresión, pero parece que muchos olvidan que deben proteger a las mujeres de este tipo de violencia.
“Pero es un largo proceso de hacerlos ver que hay una forma de controlar los contenidos de los medios sin interferir en la libertad de expresión, y además de que esa clase de violencia en contra de las mujeres es completamente inaceptable en una sociedad democrática”.
–AZM: ¿Eso es lo que busca la Alianza Global de Medios y Género?
–MG: La GAMAG está planteada como una importante medida para empoderar el desarrollo; si bien apenas estamos arrancando, pues fue aprobada en 2013, busca trabajar en términos de acceso a los medios de comunicación, de profesionalización de las periodistas y comunicadoras, así como de los representantes de los medios.
“Nos da una oportunidad de desarrollar redes internacionales de mujeres en los temas de medios; por primera vez tenemos oportunidad de trabajar en estos temas como no tuvimos oportunidad de trabajar en Beijing; así que invito a todas las involucradas a volver realidad esta iniciativa de la UNESCO”.