Elisa Martínez
Cimacnoticias
Ana Isabel García, más conocida como Gata Cattana o Ana Sforza, fue una rapera feminista, poetisa y licienciada en Ciencias Políticas, comprometida con la justicia social, y por lo tanto, con la música de protesta.
Ana nació en Córdoba, una ciudad de Andalucía, España. Decidió hacer poesía, y de ahí derivó en rap. Viajó a Madrid para llevar a cabo su carrera profesional como rapera, tuvo éxito, pero cuatro años después, murió repentinamente el 3 de marzo de 2017, a sus cortos 26 años, en Madrid “a causa de una complicación cardiaca”, así lo anunció la compañía Taste the Floor, que representaba a la rapera.
Gata Cattana logró fusionar en su música diversas temáticas y estilos con temas feministas, políticos, o históricos, mezclando el rap con uno de los géneros que mejor manejaba por su cercanía a la tradición andaluza: el flamenco.
“Yo vengo de un pueblo de 3000 habitantes de Córdoba donde no se escucha rap nunca, nadie ha hecho rap. (…) Yo lo que controlo es la historia (…) podría hablar de otra cosa, pero estaría engañando a la gente porque yo no soy eso, yo soy una ratilla de biblioteca, he estado toda mi vida investigando y buscando sobre estos temas”.
Varias de sus letras refieren a la cultura de la comunidad de Andalucía en diferentes épocas, a la poesía, a la filosofía, el existencialismo, y el reflejo de la sociedad contemporánea a partir de una perspectiva feminista, empoderada.
“Me considero feminista y del rap es un mundo que siempre se le ha estigmatizado con el machismo, con que es un mundo muy cruel o crudo para la mujer. Yo considero que es como la sociedad, como la vida misma, creo que en todos los ámbitos de la sociedad hay machismo, en todos, y el rap es una muestra más de lo que encontramos fuera, ni más ni menos”.
Por suerte, la rapera andaluza no encontró en su carrera ningún impedimento para que su trabajo no pudiera progresar. Fue apoyada por varios grupos feministas, así como por raperos que creyeron en su trabajo. No obstante aseguraba que, a una chica, cuando rapea, al inicio nadie la toma en serio. Ella tuvo que esforzarse, empoderarse y demostrar al público que su trabajo era bueno para ser apoyada.
“Gata Cattana es la guerra, es la que domina y al final ha conseguido dominarme, ya soy más guerrera de lo que era antes”.
“En el rap está habiendo un montón de chicas que están haciendo música y las critican más que los hombres. Me gusta que haya mujeres, ahí, diciendo lo que quieran (…) porque así se visibiliza y así, si tenemos más mujeres dentro de este mundo, al final los temas que se tocan no son siempre vistos desde el mismo punto de vista, incluyendo los temas nuevos que los chicos no tratan”.
En julio de 2015, cuando entregó en vigor la “Ley Mordaza”, el nombre informal que se le dio a la Ley Orgánica de Protección de la Seguridad Ciudadana, La Plataforma en Defensa de la Libertad de Información se refirió a esta como un conjunto de reformas legales que suponen una grave amenaza para las libertades de información y expresión.
Gata Cattana aseguró que, como rapera, debía tener mucho cuidado con lo que decía y sobre todo cómo lo decía. “Yo intento ponérselas difícil para que no puedan dejar de emitir mi mensaje por algún tipo de causa de estas, intento hacerlo sutil, pero sin cambiar el fondo”.
Y efectivamente, sus letras pueden ser de lo más complicadas, tal vez no dirigidas a todo tipo de público en el sentido que retoma temas y términos culturales e intelectuales que no todas las personas comprenderían con gran facilidad. No es una música hecha para digerirse, sino para expresar algo desde su punto de vista como mujer.
“Yo, como mujer, si fuera médica llevaría el feminismo a mi profesión. Como soy mujer y hago rap, llevo el feminismo a mi terreno y lo utilizo para hacer valer lo que yo pienso; y creo que eso deberían hacer todas las que tienen una opinión.
* Este artículo fue retomado del blog https://rapfeminista.wordpress.com/