Manuel Ibarra Santos

El retorno de la educación superior en Zacatecas a la nueva normalidad tendrá que hacerse mediante el diseño de un riguroso plan estratégico que nos aleje de improvisaciones, a fin de que contribuya a la recuperación pedagógica, a la reactivación social y al fortalecimiento de la economía del Estado. Si no se hace así, entonces, caminaremos como el cangrejo y las brechas de la desigualdad se profundizarán. Por lo pronto, el ciclo escolar 2019/2020 culminará a través del uso de metodologías virtuales.

El subsistema de educación superior en Zacatecas registra una matrícula de 49 mil alumnos, que representan al 1.3% de la matrícula nacional del nivel, a través de 73 escuelas y la acción de 4 mil 500 docentes. En el país funcionan 5 mil 535 instituciones de enseñanza terciaria, entre universidades, tecnológicos y escuelas normales, que son atendidos por 415 mil docentes (Fuente: ANUIES-2020).

En Zacatecas la educación superior tiene factores específicos que le caracterizan: 1).-Una baja cobertura, apenas del 36%, muy por debajo de la media nacional, que es del 39%; 2).-Indicadores de eficiencia altamente cuestionables. La de nuestro Estado es del 50%, mientras que la de Aguascalientes es del 90%; 3).-Fuertes rezagos en la utilización de técnicas virtuales de enseñanza y la inexistencia de un sistema digitalizado de aprendizajes;  4).- Profundos problemas de gobernanza financiera por los presupuestos limitados; y 5).- Infraestructura física obsoleta, frágil  y deteriorada. ¿Con cuantas aulas virtuales contamos en la entidad? Tan sólo la UNAM tiene cientos de ellas.

La UNESCO ha declarado, a través de sus conferencias mundiales de educación, que la universalización de la enseñanza superior es una condición necesaria para acceder al desarrollo humano, social y económico pleno. En nuestro Estado hemos avanzado a pazos de tortuga.

En Zacatecas de cada 100 personas en edad de cursar una licenciatura, apenas lo pueden hacer 36 y el resto, 64, se quedan en los espacios de la marginación y la desesperanza. Los jóvenes son lanzados a los zopilotes. Los rezagos son brutales.

El retorno de la educación superior a la nueva normalidad, implica varias cosas: i).-Una agenda de apoyo a las instituciones escolares de este nivel; ii).-un programa de hibridación de metodologías de enseñanza, combinando virtualidad con presencialidad; iii).-Esfuerzos para superar las brechas de digitalización pedagógica; iv).-Recuperación de las lecciones aprendidas de ésta crisis traumática. ¿Las hemos documentado?; v).-Construcción de un amplio consenso para hacer de la educación superior un pivote de la innovación y recuperación económica; y vi).-Forjar nuevos marcos normativos que respalden, promuevan y protejan el derecho ciudadano a la educación terciaria. Es ésta una muy buena oportunidad para concretar el diseño y aprobación de la Ley de Educación Superior de Zacatecas, que sea de avanzada.

En este contexto de crisis pandémica, no se puede aceptar la falsa idea de que no hay recursos para respaldar la educación superior. Hay que buscarlos y gestionarlos. Si no se hace así, resultará criminal y se confinará a Zacatecas a la perpetua marginalidad de su desarrollo.

FONDO DE ATENCIÓN URGENTE A EDUCACIÓN SUPERIOR.

Luego de los efectos devastadores del covid-19, hoy está plenamente justificada la creación de un gran Fondo de Atención para la Reactivación de la Educación Superior. ¿Por qué no? Ya lo están haciendo los países desarrollados.

En Estados Unidos, del paquete autorizado por el Congreso de rescate económico por 3 billones de dólares, un poco más de 14 mil millones de dólares han sido canalizados en apoyo a universidades y demás centros de educación superior.

En Australia su gobierno avaló apoyos por 40 mil millones de dólares para rescatar a las universidades en crisis. Algo similar ha pasado en Alemania, Italia y España. En Noruega se creó una línea de miles de préstamos que se entregaron a alumnos, a fin de que hagan frente a sus compromisos financieros (Fuente: UNESCO. Mayo - 2020).

En Latinoamérica, Chile es el único país que procedió a implementar un programa extraordinario de apoyo a universidades, equivalente a 30 mil millones de pesos mexicanos.

En México y en Zacatecas se debe hacer algo similar, con la idea clara de que la mejor inversión que puede realizar un gobierno es en educación.

EL SPAUAZ PRUDENTE Y LA AGITACIÓN MAGISTERIAL.

El SPAUAZ y su secretario general, Pedro Martínez Arteaga han operado, en esta coyuntura de crisis, con un gran sentido de responsabilidad, madurez e institucionalidad. Ese es un valor inapreciable sólo mediante el cual se puede entender la estabilidad política de la BUAZ, no obstante, su crisis económica aguda.

Esta actitud razonable de Pedro Martínez, no se puede menospreciar. Mientras eso sucede en la Universidad, en otros ámbitos del magisterio zacatecano hay barruntos de agitación, en el que, pudiese ser, hay funcionarios educativos involucrados.