A las y los profesores, por su gran labor educativa frente a la crisis sanitaria.

Manuel Ibarra Santos                                                                                   

            La UNESCO ha dicho con razón que corresponde a los maestros y maestras, como auténticos actores de la transformación, conducir el rescate de las naciones para superar las múltiples crisis –económica, de salud, cultural, sistémica y de valores-, originadas por la pandemia del coronavirus y marcar horizontes de futuro a las sociedades, mediante el uso adecuado de la educación de excelencia.

            En México laboran en la educación más de 2 millones de docentes y en Zacatecas la cifra supera los 45 mil trabajadores de la educación. Ellos integran un ejército de gran impacto cultural en la sociedad.

            Todas las agencias en el mundo, como la UNESCO y la Organización Internacional de Trabajo (OIT) han coincidido en señalar que poner de pie a la sociedad contemporánea, luego de los efectos devastadores dejados por la crisis sanitaria, implica como condición necesaria, detonar el funcionamiento de los sistemas educativos. Y es aquí donde determinante es y será el trabajo que realicen los profesores y profesoras.

            En los programas de recuperación educativa y de retorno a clases, después del prologado periodo de paro escolar, se ha recomendado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), poner en el centro de las prioridades, la implementación de programas de actualización y capacitación, de apoyo económico, de atención para la salud y de dotación de herramientas tecnológicas, a todos los docentes.

            El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la UNESCO, la OIT y la Internacional de la Educación (IE), éste último el sindicato de profesores más grande del planeta, han lanzado el mensaje conjunto a los gobiernos de las naciones del mundo, a fin de que apoyen a los maestros y maestras, para que mejor desempeñen sus tareas profesionales, porque sin eso no habrá recuperación de la sociedad.

            El Informe Global de Seguimiento de la Educación en tiempo de pandemia, elaborado por la UNESCO, reportó que al menos 63 millones de profesores de educación básica en el mundo, vieron afectadas, alteradas y/o modificadas sus prácticas, por el coronavirus.

            Simultáneamente a eso, el Instituto de Estadística de la UNESCO reveló que el mundo necesitará 69 millones adicionales de docentes (que se destinarían a primaria y secundaria) para alcanzar la educación universal en el 2030, de conformidad con los Objetivos del Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

            Y al respecto se hace una precisión pertinente: todos los docentes deberían adquirir las nuevas competencias digitales y pedagógicas necesarias, para dominar los procesos de enseñanza-aprendizaje a distancia, en línea y mediante métodos mixtos o híbridos”.

            Conjuntamente a ello, es pertinente proteger e incrementar el financiamiento de la educación pública e invertir más en la formación inicial docente de calidad.

            Si no se adoptan de manera urgente, las correspondientes medidas eficientes, entonces la crisis del aprendizaje que se vive en la actualidad, puede convertirse en una tragedia educativa de mayor dimensión y envergadura, como ya sucede en muchos países, como en México y en nuestro Estado.

            En Zacatecas, las repercusiones negativas de la crisis sanitaria, han profundizado los niveles de exclusión, de desigualdad y de rezago que, de por sí, ya padecía el sistema educativo de la entidad.

            A pesar de la profunda crisis multidimensional (de cantidad, de calidad, financiera, de modelo de gestión, de infraestructura, etc.) que hoy experimenta la educación zacatecana, los profesores y profesoras (como auténticos héroes invisibles) han mostrado una gran capacidad de liderazgo e innovación para asegurar, en beneficio de miles de niños, los procesos de aprendizaje.

            Por ese motivo, si se pretende poner de pie al sistema educativo zacatecano, importante será apoyar a los profesores y profesoras de nuestro Estado. Menester será que no se menosprecie su función trascendente al servicio de la sociedad.

            EL PAPEL PROTAGÓNICO EN LA EDUCACIÓN DEL PAÍS.

            Zacatecas a través de la historia, ha tenido una participación protagónica en los procesos educativos de la Nación.

            En 1831, una década después de la consumación de la revolución de Independencia, Zacatecas aportó al país la primera gran propuesta de educación laica, liberal, gratuita y obligatoria, a iniciativa de Francisco García Salinas. 

            Seis años antes, en 1825, Zacatecas fue cuna de la fundación de la primera institución formadora de docentes de América, conocida con el nombre de Escuela de la Constitución, que operó mediante el uso del método lancasteriano de educación, consisten en el aprovechamiento de los alumnos más aventajados, quienes actuaban en apoyo del resto de sus compañeros.

            Si se revisa la historia, múltiples aportes a la educación mexicana, ha hecho Zacatecas a través de los siglos.

            EL DIA DEL MAESTRO.

            La mejor forma se celebrar El Día del Maestro, este 15 de mayo, será dignificando su tarea profesional e impidiendo la acción de los insolentes que, por soberbia o ignorancia, buscan maltratar a profesores y profesoras. Eso no hay que permitirlo.