Manuel Ibarra Santos
La pandemia del coronavirus se convirtió en un elemento disruptivo que transformó los aprendizajes digitales y a sus dispositivos tecnológicos, en una especie de revolución educativa, la más importante de los últimos siglos, acontecimiento que ha modificado las concepciones teóricas y la misión práctica de la escuela.
Sociedad que no innove, se quedará atrapada en el océano de la obsolescencia y de la ceguera pedagógica. Y ese parece ser el caso de Zacatecas.
Para evitar quedar secuestrado en los rezagos acumulativos de antaño y a los que se suman los nuevos heredados por la emergencia sanitaria, lo primero que se requiere es desmontar con visión crítica las bases del viejo sistema educativo y dar el paso a un paradigma híbrido de enseñanza, en donde los aprendizajes digitales ocupen un lugar fundamental. Y eso no ha sucedido en nuestro Estado.
En Zacatecas, todo parece indicar, se retornará a clases en agosto próximo, bajo un entorno socio/profesional similar al existente previo a la emergencia sanitaria, sin que se haya racionalizado a plenitud la experiencia traumática que deja la pandemia del coronavirus, para hacer cambios sustantivos de fondo en los procesos educativos. Y eso pudiera resultar, por sus consecuencias, fatal para el desarrollo.
Si se regresa a la actividad escolar sin propiciar ajustes cualitativos en la gestión de los procesos de enseñanza, entonces se colocará al sistema educativo zacatecano en situación cuestionable, para que transite por los caminos de la inercia tradicional. Y eso pudiera constituirse en una pesada losa para el cambio y, al contrario, profundizará los niveles de ineficiencia, ineficacia y de ausencia de calidad que persisten por años en la entidad.
Se requiere iniciar la colocación de la piedra angular para crear en Zacatecas un emergente modelo educativo innovador que dé articulación y combine con fortaleza pedagógica, la virtualidad y presencialidad de la enseñanza, como bien lo ha formulado George Siemens, el creador del conectivismo, considerada la teoría más avanzada de los aprendizajes digitales.
En Zacatecas lo menos que se pudiese hacer es trabajar con políticas públicas efectivas y audaces para superar la brecha de conectividad de las escuelas y avanzar hacia la digitalización de las tareas y contenidos de los procesos de enseñanza. Y eso no ha sucedido.
No existe (tampoco) una agenda pública en ese sentido que, además, ponga en el centro la prioridad de implementar una nueva ruta curricular de formación docente, en el desarrollo y manejo de competencias digitales de aprendizaje.
A los maestros se ha dejado a su suerte y son ellos, a partir de sus iniciativas y esfuerzos individuales, quienes han enfrentado sus responsabilidades técnico/profesionales durante el prolongado tiempo de confinamiento producto de la crisis sanitaria.
Y qué decir, de la implementación de algún programa de revisión y mantenimiento de la infraestructura física, para adecuarlos a la nueva realidad de las exigencias educativas y dotarlos de tecnología digital. ¿Existe acaso un plan de esa naturaleza?
El conectivismo y la oferta de aprendizajes digitales en la actualidad formulan la idea, no de llevar los alumnos a la escuela, sino a la inversa, como lo ha propuesto George Siemens, mediante el uso de redes online.
Este componente de la conectividad digital ya condujo a rupturas estructurales radicales, lo que propició, también, que sean poco funcionales los clásicos paradigmas de enseñanza, como el conductismo, el cognitivismo y el constructivismo.
En Zacatecas, por tanto, se requiere crear las bases de un fuerte subsistema de enseñanza a distancia, fundado en el uso de la tecnología digital de frontera.
LA CEGUERA PEDAGÓGICA EN ZACATECAS.
En su libro Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro, el filósofo francés Edgar Morín (1921…), creador de la teoría del pensamiento complejo, explica el talón de Aquiles de todo sistema educativo, en cuatro conceptos. Uno de ellos es la “ceguera paradigmática”, consistente en la ausencia de modelos y de ideas, para conducir con efectividad los procesos de enseñanza/aprendizaje. Y eso es lo que en realidad pasa y sucede en Zacatecas, ante la presencia de la improvisación en este ámbito tan importante para la sociedad.
Edgar Morín también describe otros tres tipos de cegueras, que afectan a la educación y a la producción de conocimiento: Los errores mentales; Los errores intelectuales; y Los errores de la razón. Todos estos componentes combinados, hacen que una sociedad no prospere. Tal parece que eso sucede en Zacatecas.
Pero cuáles son los saberes necesarios para la educación del futuro. Y el filósofo francés los enumera: 1).-el conocimiento pertinente; 2).-el conocimiento del conocimiento; 3).-enseñar la condición humana en sus dimensiones física, biológica, psíquica, cultural, social e histórica; 4).-capacidad para enfrentar las incertidumbre; 5).-formar en el conocimiento de identidad terrenal; 6).-preparar en la comprensión; y 7).-educar en los valores éticos.
LOS RETOS:
En Zacatecas pertinente es dar el paso a la construcción de un nuevo sistema educativo, fundado en el uso generalizado de la tecnología digital.