Opinión

alexa moreno cuarto lugar mundial gimnasia artistica salto caballoElvira Hernández Carballido

SemMéxico

Hace cinco años supe de ella porque fue atacada con total crueldad por parte de gente que exigía de ella la belleza construida por falsos estereotipos y construcciones aparentes de lo que debe considerarse hermoso. Qué absurdo, Alexa Moreno solamente necesitó mostrar su magia deportiva para demostrar todo lo que ella es: la mejor gimnasta de México.

Hace unos días pasó a la final de salto de caballo en estos Juegos Olímpicos que se celebran en Japón. Quizá gane una medalla, ojalá, pero ya este logro provoca admirarla, será la inspiración de muchas niñas, su hazaña la acomodamos a nuestra cotidianidad y da seguridad, certezas, compromiso. 

Por eso hoy hago el recuento de lo que yo pude ver en su figura y en su entrega deportiva en su actuación de 2016 y en la que hace poco pude volver a admirar:

Tu andar de sirena mueve olas de mar aterciopelado.

Tus giros compiten con mil colibrís que se enredan en lunas de agosto.

Para qué quiere pies si tiene alas para volar, y lo haces.

Por segundos te confundes con el mismo viento iracundo.

Por instantes nos haces creer que las buenas brujas te han dado un don supremo y te quedas suspendida en el aire, volando hacia los cielos que ninguna mortal común podrá tocar.

Suponemos que las malas hadas te han embrujado para que mantengas el equilibrio en la frágil línea del precipicio de la perfección que no existe, sostenida por la fuerza, entrega, pasión y necedad.

Un compás de espera bendice tu sexo femenino, mientras una libélula reconoce que ha imitado tus movimientos naturales, cuerpo de uva que rompe estereotipos giro tras giro.

Tu belleza se llama disciplina, tu beldad la determinación.

Princesa en un país donde los reinos se ganan por tenacidad, sin príncipes que te salven de nada porque tu armadura es la valentía de esa dama con la rabia desbordada para lograr triunfar por ti misma.

Muslos de huracanes, nada puede doblarte.

Cintura que enreda odas y desenreda miedos.

Cuerpo que inventa imperfecciones e ignora retoques.

Bordados de tenangos iluminan tu pecho, diamantinas de rocío bendicen el centro de tu corazón que late apasionado, alebrijes agradecidos colorean tu sudor de entrega.

Un flequillo delata tu inocencia, pero tu mirada enmarca la madurez necesaria para brincar, girar, correr, caer de puntas, rebotar con gracia, dar maromas que hacen creer en los milagros, competir por el placer de enfrentarse con una misma, nuestra mejor enemiga que se mira en el espejo para exigirse más y más.

No eres maniquí, jamás adornarás vitrinas de exhibición patriarcal. Eres fuerza, por eso los dioses olímpicos te cantan alabanzas. Eres movilidad, por eso las diosas olímpicas inventan himnos para destacar tu espíritu de guerrera eterna. Eres flexibilidad, por eso el fuego olímpico incendia esas frases que olvidan darte la ofrenda debida.

Admiro tus movimientos de mariposa que iban de la barra inferior a la superior, agitando sus alas para desvanecer miedos, pasar de oruga a monarca original.

Y en ese instante en que los otros creen que invades un escenario privilegiado, apto para etiquetas, yo solamente veo tu equilibrio para tejer armonías con las puntas de tus pies, para delatar tu talón de Aquiles y no perder tu fuerza, acrobacia sencilla de mortales atrevimientos.

Sí, solamente veo la armonía que logra tu cuerpo al envolverse con la música, notas que hacen brillar tu sonrisa, tonos que no alcanzan la tesitura de tu cuerpo, ritmos surgidos desde la raíz de tus certezas que te hacen crecer pese a los obstáculos, las maldiciones o las injurias. 

Te llamas Alexa Moreno, gimnasta mexicana, la mejor de México, entre las mejores del mundo. Y con orgullo nos representaste en los Juegos Olímpicos Río de Janeiro 2016y  ahora en Japón 2020-2021. Toda la suerte del mundo

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