Opinión

educacion despesManuel Ibarra Santos

            La educación de calidad debe tener en los hechos concretos la virtud y capacidad de contribuir a procesar las incertidumbres y las crisis que pudiesen afectar el desarrollo del individuo y la sociedad. De lo contrario, sí no es así, incumplirá sus objetivos y misión esencial.

            En su excepcional obra Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro, Edgar Morín, el creador del Pensamiento Complejo, pone énfasis en el hecho de que los procesos de enseñanza ayuden a promover los principios del conocimiento pertinente, como mecanismo para enfrentar y resolver las incertidumbres y problemas cotidianos del ser humano.

            Como nunca, dicha concepción pone en contexto la idea de que es la educación de excelencia el componente cultural más relevante –y el antídoto más eficaz- para superar los dilemas y las múltiples crisis producidas por la presencia de la pandemia del coronavirus.

            En ese sentido cobra significado la actitud de los representantes de la UNESCO, quienes han recomendado el retorno a clases, como una prioridad de Estado, por razones de salud de los alumnos (física y emocional), por cuestiones de desarrollo humano, para cuidar el tejido social, a fin de impedir que aumente la pobreza y para impulsar el bienestar colectivo.

            La UNESCO y la UNICEF estrechamente coordinadas, han formulado a la fecha, en manuales operativos diversos, una serie de consideraciones para el retorno inminente a clases y en todos los casos se privilegian las medidas sanitarias, de higiene, de distanciamiento y ventilación, de organización, así como de regreso escalonado y gradual a las escuelas.

            Por eso, el tema a discutir no es si se regresa a clases. Eso está fuera de toda duda. El fondo del caso es precisar cómo se retornará, qué modelo de gestión escolar adoptar, si hay condiciones para operar un sistema educativo mixto e híbrido y si se cuenta con maestros capacitados en el manejo de procesos de digitalización de los aprendizajes.

            Entre más se posponga el regreso a las escuelas, mayor será el daño que se produzca a los alumnos, a las familias y a la sociedad. Y en consecuencia los más afectados serán los segmentos más pobres de la sociedad, como ya sucede en la actualidad.

            El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la UNESCO tomaron la iniciativa de recomendar conjuntamente a los países invertir más recursos para fortalecer la enseñanza pública, los programas de promoción de la salud, modernizar las estrategias de formación y actualización docente, optimizar la infraestructura física y hacer esfuerzos para superar los rezagos en conectividad y digitalización.

            En la mayoría de las iniciativas de retorno a clases, se ha acompañado con la creación de observatorios ciudadanos, para monitorear el proceso de apertura de escuelas y su sostenibilidad en el tiempo. Esto no debe faltar en Zacatecas.

            Igualmente, el retorno a clases, que será paulatina y gradual, debiera hacerse después de una estricta evaluación de las condiciones físicas en que se encuentran los planteles escolares. ¿En Zacatecas se contará ya con un inventario actualizado escuela por escuela?

Al menos cuatro iniciativas de ajuste en la educación zacatecana tendrán que ejecutarse, frente a la presente coyuntura: Primero: Avanzar en la creación de modelo híbrido y mixto de enseñanza/aprendizaje; Segundo: Adoptar un emergente esquema de gestión escolar de avanzada; Tercero: Implementar un esquema moderno de formación, actualización y capacitación docente; y cuarto: Operar un vasto programa de inversión en materia de infraestructura tecnológica que coadyuve a superar los rezagos digitales que padece Zacatecas.

            EL PENSAMIENTO COMPLEJO Y LA EDUCACIÓN.

            Sí la educación debe servir para algo, es precisamente para ayudar a superar las incertidumbres y las crisis del hombre y la sociedad, lo ha afirmado el extraordinario filósofo francés Edgar Morín, creador el paradigma del Pensamiento Complejo.

            Edgar Morín también es el creador, en su prolífica producción de ideas, de la obra Los Siete Saberes Necesarios para la Educación del Futuro, entre los que destacan los siguientes puntos:

           1).-El conocimiento del conocimiento, línea de reflexión que cuestiona “la ceguera paradigmática”, de quienes en la inercia se mantienen atados a las ideas obsoletas, sin racionalizar la importancia del cambio; 2).-El pensamiento pertinente, que pone énfasis en la relevancia educativa y en su contribución a generar soluciones a los problemas individuales y comunitarios; 3).-Enseñar la condición humana, que privilegia el entendimiento de las dimensiones física, biológica, psíquica, cultural, social e histórica del individuo; 4).-Enseñar la identidad terrenal, que potencia el conocimiento de la evolución del ser humano a través de la historia; 5).-Enfrentar las incertidumbres, que es una condición de la enseñanza eficaz y eficiente; 6).-Educación para la comprensión de todos los fenómenos socio/culturales; y 7).-La ética del género humano y sus implicaciones axiológicas.

            LA EDUCACIÓN EN EL CENTRO.

            Para resolver los problemas del desarrollo de Zacatecas es condición indispensable que el gobierno de David Monreal, coloque a la educación como la prioridad de sus políticas públicas. Todo parece que así será.

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