Opinión

lalupa2Manuel Ibarra Santos

            La cultura de la transparencia y el valor del derecho ciudadano a la información tienen como sus precursores en el mundo, a través de la historia, a tres grandes filósofos que con sus obras marcaron la evolución de la humanidad. Ellos son, Immanuel Kant, Jeremy Bentham y John Stuart Mill.

            En el caso de México y América, el más importante promotor del derecho a la información y de la cultura de la transparencia es el doctor Juan Ignacio María de Castorena Ursúa Goyeneche y Villarreal, en pleno siglo XVIII, zacatecano de origen, reconocido como el fundador del primer periódico impreso del continente.

            Todos estos pensadores coincidieron, cada uno en su contexto social y en su momento histórico, en señalar cinco componentes de la cultura de la transparencia y son los siguientes:

            1.-La publicidad; 2.-La opinión pública; 3.-La libertad de imprenta; 4.- los periódicos impresos; y 5.-La evaluación de los actos de gobierno, frente a la sociedad, a través de los medios. 

            Immanuel Kant (1724/1804), el filósofo prusiano, precursor del idealismo alemán, afirmó que “la publicidad es necesaria como mecanismo para evaluar todo acto público, elemento que debe estar contenido en cualquier pretensión de derecho”.

            Jeremy Bentham (1748/1832), el pensador social de origen inglés, considerado el padre del utilitarismo moderno, estableció: “La opinión pública juega un rol social de equilibrio, en la función del ejercicio de las tareas del Estado. Por eso-agregó-, es importante integrar un tribunal de la opinión pública, para que se ventilen y evalúen en él, los actos de gobierno”.

            Bentham destacó dos funciones de la transparencia: I).-Es un contrapeso para el ejercicio del poder público; y II).-Asegura y fortalece la confianza del pueblo en su relación con el gobierno.

            Por su parte, John Stuart Mill (1806/1873), filósofo y económico británico, manifestó: “La libertad de imprenta (y de discusión) era suficiente y bastaba para que la opinión pública se formara y se pronunciara en relación a la defensa de los intereses nacionales”.

            En términos teóricos, los objetivos de la transparencia son esencialmente cinco:

            1.-Contribuye a construir un ambiente de confianza ciudadana; 2.-Propicia legitimidad y legitimación al gobierno; 3.-Estimula la creación de administraciones públicas eficientes y de calidad; 4.-Fortalece la presencia de los ciudadanos, en los procesos políticos; y 5.-Coadyuvaa la solución de los grandes problemas de la colectividad.

            Especialmente en los modelos políticos de democracia moderna, la cultura de la transparencia ayuda a evaluar a los gobernantes, a promover la efectiva rendición de cuentas, a definir mecanismos democráticos de control del poder público, a fortalecer la autoridad política y a detectar y corregir errores.

            ZACATECAS Y LA CULTURA DE LA TRANSPARENCIA.

            Casi trescientos años de la discusión actual, en pleno apogeo de la cultura colonial, por iniciativa y obra de un zacatecano, Juan Ignacio María de Castorena, considerado por propios y extraños, como El Primer Periodista de América, es que se sentaron las bases incipientes del moderno derecho a la información en México y América, así como los pilares de la cultura de la transparencia.

            Y fue gracias a la obra de este reconocido zacatecano, que en nuestro país se pudo trascender de la conspiración conventual de la etapa colonial de la Nueva España, al florecimiento de las primeras manifestaciones de la prensa periódica, pilar histórico del derecho a la información.

            Con el nacimiento del primer periódico impreso en México y América, a partir de 1722, no solamente se forjaron los cimientos del moderno derecho a la información, sino que simultáneamente se avanzó en la construcción de lo que el pensador alemán Jurgen Habermas denominó, en el siglo XX, como la estructura de la esfera pública.

            Efectivamente, Juan Ignacio María de Castorena, con la publicación de “La Gaceta México”, hoy admitido por los historiadores como el primer periódico impreso, incluso del Continente Americano, contribuyó entre otras cosas, a tres causas fundamentales:

            1).-Sentar las bases del moderno derecho a la información de la sociedad contemporánea en México.

            2).-Auspiciar el surgimiento de las estructuras de esfera pública y establecer su diferenciación con la dimensión de lo privado.

            3).-Posibilitó el tránsito confesional de la cultura colonial cerrada, a la sociedad de lo público, mediada por los periódicos impresos.

            En esa perspectiva, se puede afirmar con validez y certeza argumentativa, que la obra de Juan Ignacio María de Castorena fue crucialmente decisiva en la conformación de las bases y pilares, primero, del derecho ciudadano de acceso a la información y, segundo, en la construcción del concepto de esfera pública.

            Con el nacimiento del primer periódico impreso en México, en 1722, obra del zacatecano, se inició simultáneamente también la tradición histórica de lucha y defensa favor de la libertad de imprenta.

            Igualmente, nadie puede negar que Juan Ignacio María de Castorena creó lo cimientos de la cultura de la transparencia, fundada en el principio de “la mayor publicidad a los actos de gobierno”.

           

            LOS ORÍGENES.

            Asimismo, es incontrovertible que la cultura de la transparencia tiene en Zacatecas y en la obra de un zacatecano, raíces profundas.

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