Diana Hernández Gómez / Cimacnoticias

“¿Qué sabe García Luna de Calderón para que este lo siga protegiendo? O al revés: ¿ambos son cómplices en esta aventura de locura, corrupción y muerte?”
-Olga Wornat, Felipe, el oscuro

Ahora que Genaro García Luna fue declarado culpable cinc cargos por las autoridades estadounidenses, solo es cuestión de tiempo para saber cuántos años le esperan en prisión. Su juicio ha sido catalogado como uno de los más importantes de la década; con él podría desmantelarse el discurso oficial sobre la “guerra contra el narcotráfico” y, además, hacer justicia en los casos de las periodistas Anabel Hernández y Olga Wornat.

Estas dos periodistas dedicaron parte de sus investigaciones a determinar los nexos entre Genaro García Luna —y de la administración de Felipe Calderón en general— con los grupos de la delincuencia organizada. Dichos lazos fueron más fuertes con el cártel de Sinaloa, dirigido anteriormente por Joaquín Guzmán Loera. Sin embargo, la información que ambas generaban ya era problemática para el gobierno desde la administración de Vicente Fox (2000-2006).

Durante ese periodo, Anabel Hernández publicó su investigación "Toallagate". En ella destapó los gastos millonarios que Fox Quezada hizo para remodelar sus habitaciones, aún cuando había prometido un gobierno austero durante su campaña presidencial. Más adelante, con Felipe Calderón Hinojosa a la cabeza de la presidencia mexicana publicó "Los señores del narco" (2010). 

En esta otra investigación, Anabel Hernández señaló la complicidad del gobierno de Fox con Guzmán Loera y con Genaro García Luna, algo que también hizo la periodista argentina Olga Wornat en su libro "Felipe, el oscuro" (2020). Wornat, sin embargo, no pudo publicar su obra durante el gobierno calderonista: desde 2006, la policía de seguridad y el propio García Luna la hostigaron y la amenazaron.

Actualmente, ninguna de estas dos periodistas vive en México. Ambas se vieron orilladas a dejar el país por señalar lo que ahora tiene en juicio a Genaro García Luna: la participación del gobierno mexicano en una estrategia simulada que desató la violencia en México.

¿Qué dicen las investigaciones de Anabel Hernández y Olga Wornat?

La mexicana Anabel Hernández tiene varias obras que abordan el tema del crimen organizado en México. Dos de ellas son "Los señores del narco" (2010) y "El traidor" (2019). Por su parte, después de varios años de censura, Olga Wornat publicó "Felipe, el oscuro" en 2020.

En las líneas de estos textos, ambas autoras señalan la relación que existía entre Vicente Fox y García Luna. También, el posible papel que éste último jugó en la fuga de Joaquín Guzmán del penal de Puente Grande en 2001, solo un año después de que Fox llegara a la presidencia de México. 

Cuando Guzmán Loera se fugó por primera vez, Genaro García se desempeñaba como coordinador de Inteligencia de la Policía Federal Preventiva (PFP). Su área era la única a cargo de la vigilancia del penal. 

Desde entonces era evidente el lazo entre el cártel de Sinaloa (encabezado por Joaquín Guzmán) y las autoridades mexicanas. Sin embargo, esta situación escaló a las esferas más altas de poder cuando Felipe Calderón Hinojosa nombró a García Luna titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).

Desde ese cargo, afirma Anabel Hernández, García Luna intentó favorecer al cártel liderado por Joaquín Guzmán para permitirle ganar todo el territorio nacional. De esta forma solamente tendría que negociar la seguridad nacional con un grupo delictivo. En este sentido, tal como detalla en "Los señores del narco", no es casualidad que el cártel de Sinaloa lograra adueñarse del tráfico de drogas en Juárez justo cuando los elementos de la SSP a cargo de García Luna llegaron al territorio.

Pero esto no significa que el exsecretario de Seguridad solo aceptara sobornos o colaborara con Guzmán Loera: Olga Wornat apunta que los hermanos Beltrán Leyva también eran sus protegidos. La violencia desatada por los enfrentamientos entre estos y otros grupos delictivos trajo como consecuencia un elevado número de desapariciones en México. También, la fundación de colectivos de madres buscadoras que comenzaron a suplir al Estado negligente en la búsqueda de sus familiares desaparecidos.

De igual forma, tal como explica Anabel Hernández, el periodo de Genaro García Luna como secretario de Seguridad estuvo marcado por la protección que él y la institución a su cargo otorgaban a bandas de secuestradores. Además, tal como recuerda Olga Wornat con el caso de Florance Cassez, la tortura comenzó a extenderse como una práctica común entre los cuerpos de seguridad.

La justicia desde el desplazamiento

Señalar este entramado de poder y violencia provocó que tanto Anabel Hernández como Olga Wornat tuvieran que dejar México. Fue a finales de noviembre de 2010 cuando una persona que trabajaba con el círculo cercano de Genaro García Luna le dijo a Anabel que había planes para asesinarla.

Olga, por su parte, comenzó a recibir amenazas desde 2006. Sin embargo, fue hasta 2019 cuando un funcionario del gobierno de Estados Unidos le confirmó que, desde 2010, “el grupo de policías corruptos encabezado por García Luna” tenía un plan para asesinarla. 

Desde el desplazamiento forzado, las dos periodistas y escritoras siguen un juicio cuyas raíces se encuentran cimentadas en sus investigaciones. Para Anabel Hernández, el que García Luna haya sido declarado culpable es un epílogo de su lucha por la verdad. En esta lucha, las voces de madres buscadoras, mujeres periodistas y víctimas en general es esencial para esclarecer uno de los periodos más violentos en México. Quizás, así, esta violencia podría comenzar a desmontarse.