Zacatecas. Se integran al programa de Matrimonios Colectivos que impulsa el Sistema DIF local
Un total de nueve parejas recluidas en el Centro de Readaptación Social (Cereso) Varonil de esta capital, dieron certeza jurídica a su relación sentimental, al ser casados por el juez Rafael Pedroza, teniendo como testigo de honor, a Mayra Alejandra Espino, directora del DIF Municipal, que impulsa los Matrimonios Colectivos.
En su mensaje, Mayra Espino, quien acudió en representación de Alfredo Salazar de Santiago, encargado del despacho de la Presidencia capitalina, dijo sentirse honrada de participar en estas uniones matrimoniales, como directora del DIF, que como institución busca que las familias estén unidas.
Ello permitirá, dijo, que con la unión de los padres los hijos que se procreen crezcan con valores, y los niños crezcan en un mejor ambiente; que la unidad prevalezca una vez que ellos como internos logren su libertad, para que convivan plenamente con su familia, y que ella sea el motor para que se reintegren a la sociedad, reencaucen sus vidas, y sigan adelante.
A su vez, el juez Rafael Pedroza, quien en el acto casó a José y Claudia Cristina; a René Alejandro y Ana Cecilia, así como a César y Gabriela, de manera simbólica, del total de las nueve parejas, resaltó que el matrimonio surge de la voluntad y el amor.
Recordó que la vida no cuenta por el tiempo de existencia, sino por la huella que vayan dejando en ella. Les pidió caminar unidos con sus compañeras y ver siempre por el bien del otro. Luego los declaró unidos en igualdad de derechos y obligaciones.
Posteriormente les pidió decir unas palabras a los nuevos esposos, quienes dijeron estar enamorados, prometieron amar y respetar a su cónyuge, y estar con ellos en las buenas y en las malas.
El juez les refrendó que el matrimonio es compartir parte de nuestra existencia con una pareja, luego con los hijos, con quienes tener y cumplir siempre anhelos, propósitos e ideales.
Pidió que los años les den gran sabiduría para que sepan que la riqueza de la vida consiste, no en vivir mucho, sino cómo vivirla cada momento, “recuerden que la vida es un regalo muy precioso, que se nos da una sola vez”, dijo al recordar la situación por la que los internos pasan.
Dos de las parejas contrajeron nupcias en el anexo del Cereso, en tanto que las restantes siete, lo hicieron en el patio de la escuela Luis Álvarez Barret, quienes al final hicieron un brindis por su felicidad y cortaron el tradicional pastel de bodas.