Sociedad

Alfonso RamírezEl dirigentede El Barzón, Alfonso Ramírez Cuéllar, enumera desde su perspectiva, las medidas del gobierno mexicano y sus repercusiones 

 

El gobierno de Enrique Peña Nieto comienza un período de ajustes, es decir, menores ingresos a productores del campo y trabajadores, consideró Alfonso Ramírez Cuéllar, presidente nacional de El Barzón.

El anuncio de política económica que hizo el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, demuestra la voluntad de cargar, una vez más, el ajuste financiero sobre las espaldas de trabajadores y productores agropecuarios, indicó.

“En otros países se asumen recortes en sueldos y prestaciones de funcionarios, aquí se afecta el crecimiento”, sostuvo.

Enumeró, el recorte a la inversión en Pemex, CFE y en el presupuesto de Comunicaciones y Transportes, demuestra la decisión gubernamental de entregar a extranjeros la renta petrolera y las concesiones de obra pública.

Asimismo, el ajuste de 7 mil millones de pesos a Sagarpa y de 6 mil millones de Conagua, repercutirán en la capacidad del país de hacer frente al cambio climático y a la demanda de alimentos.

Dijo también que el recorte de 7 mil 800  millones en Educación refleja el desinterés por respaldar la preparación de los jóvenes.

Ramírez Cuellar, observó que en cambio, el ajuste de Videgaray no dice nada acerca de los 44 mil millones de dólares que se han depositado en el exterior en apenas siete trimestres del gobierno de Peña. 

En un país que registra un déficit en cuenta corriente, se recurre al endeudamiento y a la entrega del patrimonio, no para invertir y crecer, sino para financiar los depósitos de mexicanos en el exterior, declaró.

El dirigente de El Barzón, sostuvo que el ajuste de Videgaray busca tranquilizar a los 192 mil millones de dólares de capitales extranjeros –más los de sacadólares- invertidos en deuda pública en el mercado nacional.

Sin embargo, si no logran mantener la paridad (lo que es altamente probable) y no cambian la estrategia por una que fomente la producción nacional, lo que implicaría reorientar el gasto, continuará el castigo sobre ingresos y salarios, senteció Ramírez.

La sociedad debe ser actor fundamental en el anunciado rediseño del presupuesto para 2016, demandó.

PÉRDIDA DE RECURSOS Y EMPLEOS

Declaró que el secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray,  argumentó que el ajuste busca mantener la estabilidad para proteger la economía de las familias mexicanas, pero no mencionó que esa “estabilidad” ha implicado una enorme pérdida de recursos financieros, empleos y, sobre todo, la destrucción del tejido económico y social del país.

Para el barzonista, si bien trató de tranquilizar a los especuladores señalando el alto nivel de reservas internacionales con que cuenta el país, cercano a 193 mil millones de dólares, y la línea de crédito flexible que se tiene con el Fondo Monetario Internacional (FMI) cercana a los 70 mil millones de dólares, debió señalar que los capitales extranjeros en el mercado de dinero tienen un monto semejante, por lo que su salida impactaría de cualquier modo a la economía nacional.

Por esa razón, si persiste la debilidad de los precios petroleros y aumentan las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU, la situación sería muy grave, afirmó Ramírez Cuéllar.

“Por eso consideramos que es urgente cambiar la política económica, por una que ponga énfasis en el fortalecimiento de la producción nacional, aprovechando las ventajas de la cuales aún disponemos, como son las remesas, el petróleo y la posición geoestratégica”.

Para ello es urgente que se cierre la puerta a la fuga de capitales de mexicanos que depositan miles de millones de dólares en el exterior. Un país como México, que no cuenta con excedentes propios, no puede caer en el perverso juego de endeudarse y vender su patrimonio para financiar las inversiones de mexicanos en el exterior, puntualizó.

Indicó que en El Barzón ya se había denunciado que en términos de promedios trimestrales, en cada uno de los siete trimestres de Peña la contratación de pasivos del país creció 47 por ciento, con respeto al promedio trimestral de Calderón.

Explicó que en total, en siete trimestres los pasivos contratados durante el gobierno de Peña sumaron 166 mil 924 millones de dólares. En promedio, los flujos trimestrales pasaron de 16 mil 120 millones de dólares con Calderón, a 23 mil 840 en cada uno de los siete trimestres de Peña. El endeudamiento externo pasó de flujos de 4 mil 911 millones con Calderón, a 9 mil 792 millones de dólares con Peña, debido a:

La deuda de la banca de desarrollo pasó de 870 mil dólares, a 87.7 millones cada trimestre.

La deuda de la banca comercial, creció de  mil 371 millones con Calderón a 2 mil799 millones.

La deuda del sector público no bancario de  mil 151 millones a 3 mil 849 millones de dólares con Peña.  Además, habría que considerar datos como los 6 mil millones que recién contrató Pemex.

La deuda del sector privado no bancario pasó mil 134 con Calderón, a 3 mil 849 millones con Peña.

FLUJO TRIMESTRAL NEGATIVO

Al mismo tiempo, la última información disponible, apunta que aumentó sensiblemente la salida de recursos. En el renglón de Activos a la cuenta de capitales, el flujo trimestral negativo de capitales creció 35 por ciento, de 6 mil 623 millones de dólares con Calderón, a 9 mil millones de dólares cada trimestre de Peña. Eso se debió, principalmente a que los flujos trimestrales de depósitos de mexicanos en bancos del exterior, creció de 2 mil 015 millones de dólares en el gobierno de Calderón, a 6 mil 375 millones con Peña.

Por si fuera poco, en el renglón de Errores y Omisiones, el estimado de divisas que quedan en el país una vez pagados los bienes y servicios, por contratación de pasivos menos la salida de capitales y menos la acumulación de reservas, suma montos semejantes a la acumulación de reservas. Ese renglón de Errores y Omisiones creció de un promedio trimestral de 2 mil 362 millones de dólares en el gobierno de Calderón, a 3 mil 716 millones en cada trimestre de Peña. Una suma de 56 mil 695 millones de dólares en el pasado sexenio y de 26 mil 018 millones de dólares en el actual.

Sólo revisando el comportamiento de esos capitales se podrá iniciar el rediseño de la política económica y, en ese sentido, en El Barzón exigió que la sociedad participe en la reestructuración del presupuesto a partir de 2016.

Insistió en la necesidad de transformar la política clientelar y asistencialista, por una que se comprometa con inversión en infraestructura hidráulica y de almacenamiento para fortalecer a los pequeños productores agropecuarios. “No podemos seguir como se he hecho en los últimos sexenios”, precisó.

Reiteró que es indispensable recortar los gastos suntuarios y sueldos y prestaciones excesivas de los altos funcionarios.

En el rediseño del presupuesto, se deben fortalecer las actividades estratégicas del país, no renunciar a eso que es la manera de realmente garantizar el futuro, manifestó.

Es urgente corregir la política económica. El país no puede seguir aumentando la dependencia, creando las condiciones para nuevos y cada vez más graves ajustes, dijo por último.

 

 

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