Migración de retorno ha llevado a una crisis humanitaria a 1.4 millones de mexicanos que volvieron de 2005 a 2010
Existen 350 mil deportaciones anuales que abren grandes desafíos al Estado mexicano
SemMéxico. D.F., 9 noviembre 2015.- En las últimas cinco décadas el volumen de migrantes aumentó 3.2 veces, al pasar de 73 millones de personas que residían fuera de su país en 1965, a 231.5 millones en 2013, afirmó Omar de la Torre de la Mora, jefe de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.
El funcionario señaló que es una problemática multidimensional dividida en la emigración que en estadísticas contempla 12 millones de mexicanos y mexicanas que residen en el extranjero; la inmigración en donde se tiene la menor porción de población extranjera con sólo 0.9 por ciento; la migración de tránsito que contempla 98 nacionalidades que circulan de manera irregular y la migración de retorno, que en los últimos años, ha llevado a una crisis humanitaria de 1.4 millones de migrantes mexicanos, que volvieron de 2005 a 2010.
Durante la teleconferencia “Migración interna y migración externa”, que llevó a cabo el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), a través del Sistema Integral de Capacitación, De la Torre apuntó que ante este panorama se requiere de una política migratoria de atención y protección basada en la nueva corriente de ejercicio de derechos humanos de las y los migrantes y de sus familiares y no como hace 25 años de gestión migratoria, lo que significaba control”.
Por su parte, Gretchen Kunher, directora del Instituto de Mujeres en Migración (IMUMI), dijo que basados en estos cuatro procesos migratorios, las necesidades y circunstancias de las mujeres, dependen de estos contextos, sin embargo, hay que tomar en cuenta que la discriminación y la violencia de género, son los principales factores a los que se enfrentan. Actualmente hay cinco millones de mujeres mexicanas viviendo en Estados Unidos, 60 por ciento de ellas están trabajando y 30 por ciento se dedican a cuidar a sus hijas e hijos.
La mujer migrante en tránsito es el tema más crítico, son quienes se encuentran más vulnerables por la falta de trabajos dignos, accesos a la salud y servicios legales, además, por la política de contención, lo que lleva a tener mayor detención que equivale a 81 por ciento, asimismo, estamos en una crisis de refugiadas, inminente por el nuevo contexto de violencia originado por grupos criminales y en sus comunidades, sin embargo, el estado mexicano que cuenta con el 82 por ciento de casos de asilo político, está deportando a estas personas que son refugiadas en México, resaltó la directora de IMUMI.
Por otra parte, Pilar Tavera, directora de la asociación civil Ejecutiva de Propuesta, especificó que los Estados de Chiapas, Tabasco, Veracruz, Estado de México, Tamaulipas y la parte de ciudad Juárez, Chihuahua, que son puntos de entrada y salida de este flujo, son quienes tienen un incremento de alta violencia.
“Lo que tiene que prevalecer en esta protección y en el entendimiento del fenómeno de la migración, es un enfoque donde prevalezca una actitud de respeto hacia los derechos humanos de cualquier persona que se encuentre en territorio mexicano independientemente de su nacionalidad, que la personalidad jurídica no condicione el trato que se les da en nuestro país”.
Basado en su investigación, apoyada por el Programa de Coinversión Social del Indesol, la organización Solidaridad en el Camino, que reúne la experiencia de 57 organizaciones sociales, estableció que son estas quienes brindan asistencia humanitaria como: alimentos, primeros auxilios y en ocasiones consultorías jurídicas, para denunciar violaciones de derechos humanos, en situaciones en donde la impunidad permea las instituciones y donde la violencia es cotidiana, los actores sociales son los que se vuelven el último frente de ayuda y de respeto a sus derechos.
Aunado a lo anterior, “la migración de retorno es un tema del estado de la política pública que en Estados Unidos enfatiza la deportación y separación de familias, por encima de la integración personal, física e incluso emocional”, especificó Marco Antonio Castillo, presidente de la Asamblea Popular de Migrantes.
Existen 350 mil deportaciones anuales, los desafíos del Estado mexicano son grandes ya que todavía hay una falta de atención estratégica, para trámites e, incluso, con documentos que otorga el propio gobierno y que el mismo invalida, frente a este escenario de un sector nacional mexicano que a su regreso de migrante “pasó de ser un héroe de enviar remesas y ser fructífero para el país, a una persona marginal o delincuente”, sostuvo Castillo
Consideró que el modelo de atención al retorno debe involucrar al gobierno local con la iniciativa privada, empresarial, académica que brinde oportunidades de desarrollo integral e incluyente y no verlo como un desafío.