Sociedad

cáncer
El de mama es el más común entre las mujeres y representa 16% de los tumores malignos diagnosticados

El término cáncer engloba a un grupo de más de 100 diferentes tipos de la enfermedad que tiene como característica principal el rápido y desordenado crecimiento de células anormales (Bustamante, Marín y Cardona, 2012). En la mayoría de los casos se trata de padecimientos crónico-degenerativos, por lo tanto, sus incidencias y tasas de mortalidad tienden a incrementarse con la edad. Asimismo, se han identificado tipos de cáncer más comunes en mujeres que en hombres y viceversa, así como otros exclusivos por sexo. Ejemplo de esto son las neoplasias malignas que se desarrollan en el aparato reproductor.

El cáncer es la principal causa de muerte a nivel mundial; en 2015 se calcula que provocó 8.8 millones de defunciones, y se identifican cinco tipos de cáncer responsables del mayor número de fallecimientos: cáncer pulmonar (1,69 millones de muertes), cáncer hepático (788 000 defunciones), cáncer colorrectal (774 000 muertes), cáncer gástrico (754 000 defunciones) y de mama (571 000 muertes) (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2017).

Debido a su relevancia epidemiológica, el 4 de febrero de cada año se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer con el que se busca la disminución de muertes por esta enfermedad y el fomento de acciones preventivas (Union for International Cancer Control [UICC], 2017). Con la finalidad de ofrecer información del impacto de este padecimiento entre la población mexicana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presenta el siguiente comunicado donde se abordan las principales causas de mortalidad por cáncer en diferentes grupos etarios, para el periodo de 2011 a 2016; así como un apartado exclusivo sobre cáncer de mama, principal causa de mortalidad por tumores malignos en mujeres de 20 años y más, aunque cabe destacar que no es una enfermedad exclusiva de las mujeres.

Mortalidad por tumores malignos en población de 0 a 17 años

Es importante señalar previo al análisis de este grupo de edad, que comúnmente los tipos de cáncer que se presentan en la infancia y adolescencia son de ocurrencia repentina, sin síntomas evidentes y tienen un índice elevado de curación (MedlinePlus, 2017c), ya que el tratamiento del cáncer infantil ha mejorado en su efectividad, principalmente para las leucemias, que son la principal causa de cáncer en la infancia a nivel mundial.

Con información proveniente de estadísticas vitales, hay evidencia de que en México durante el periodo de 2011 a 2016, aproximadamente 50% de las muertes observadas por tumores malignos en la población de 0 a 17 años se deben a cáncer de órganos hematopoyéticos (conformado entre otros por la leucemia); aunque por sexo, este tipo de cáncer también concentra los mayores porcentajes de mortalidad, se observan diferencias entre mujeres y hombres, siendo ellas quienes tienen porcentajes ligeramente más altos, con excepción de los años 2013 y 2016, cuando los fallecimientos de los niños y los adolescentes por esta causa superan las defunciones de las mujeres en 0.6 y 1.6 puntos porcentuales, respectivamente.

El cáncer de encéfalo y otras partes del sistema nervioso central ocupa el segundo lugar entre las cinco principales causas de mortalidad por neoplasias malignas en la población analizada, en el periodo de interés.

En la infancia son más comunes los tumores cerebrales que no se extienden fuera del cerebro, ni a la médula espinal, y que se generan principalmente en las células cerebrales denominadas astrocitos; en las y los adolescentes junto con los tumores cerebrales se observan más casos de ependimomas, tumores malignos que se desarrollan en las membranas que recubren los ventrículos cerebrales (Nemours Center for Children’s Health Media, 2014a y 2014b).

El tercer lugar lo ocupan los tumores malignos de huesos y cartílagos articulares, seguidos de los del tejido linfático, mientras que los tumores malignos de tejidos mesoteliales y de los tejidos blandos, están en el quinto lugar entre las principales causas de mortalidad por tumores malignos en la población de 0 a 17 años.

A partir de la identificación de los cinco principales tumores malignos que causan defunciones de infantes y adolescentes, se obtienen las tasas de mortalidad de dichas neoplasias malignas, las cuales sirven para conocer su impacto entre el total de esta población. Una tasa de mortalidad por cáncer, es el número de muertes por dicha enfermedad como causa principal, que ocurren en una población específica durante un año y generalmente, se expresa como el número de muertes por cáncer por cada 100 000 habitantes (National Cancer Institute [NIH], s. f.).

De esta forma se observa que, de manera general, dos de cada 100 000 personas de 0 a 17 años fallecen por un tumor en órganos hematopoyéticos. Cuando se analiza este dato por sexo, se repite esta proporción en las mujeres, pero en el caso de los varones, tres de cada 100 000 hombres de ese grupo de edad mueren por esta causa. Las tasas de mortalidad para el resto de las neoplasiaS analizadas son muy bajas.

Mortalidad por tumores malignos en la población de 18 a 29 años

Si bien el cáncer no es muy común en adultos jóvenes, existen varios tipos que pueden desarrollarse en ese periodo de la vida y su tratamiento representa un reto. A diferencia de los cánceres en la infancia y adolescencia, que están mayormente influenciados por cambios celulares en el ADN que ocurren durante el desarrollo embrionario o los primeros años de vida, o de los cánceres que aparecen en adultos mayores que están fuertemente influenciados por los estilos de vida, los cánceres que se presentan en adultos jóvenes son una mezcla, de forma tal que en los jóvenes menores de 25 años son más comunes las leucemias (uno de los tipos de cáncer de órganos hematopoyéticos) y los linfomas (una de las formas del cáncer de tejido linfático y afines), mientras que entre los de 26 a 29 años se observan cánceres cervicales, de mama y colon, cuya tendencia se incrementa con la edad (American Cancer Society, 2015).

En México para la población de 18 a 29 años, el cáncer de órganos hematopoyéticos es el que causa el mayor porcentaje de muertes por tumores malignos en el periodo de 2011 a 2016, con un rango de 27.1 a 30.9 por ciento, se aprecia una disminución en comparación con los porcentajes que se presentan en los infantes y adolescentes para esta enfermedad. Por sexo, pese a que las diferencias porcentuales no son muy marcadas, se detecta que de 2013 a 2016, los varones presentan porcentajes de defunciones observadas más altos que las mujeres para este tipo de cáncer.

El cáncer de testículo u ovario es la segunda de las principales causas de fallecimiento por tumores malignos en la población mexicana de 18 a 29 años, y a diferencia del de órganos hematopoyéticos, se observan contrastes amplios por sexo, siendo los varones quienes presentan un mayor porcentaje de muertes por este tipo de cáncer, aproximadamente en una proporción dos a uno. Tanto este, como los tumores malignos de órganos digestivos (los cuales ocupan el tercer lugar para este grupo de edad), son neoplasias malignas que no tienen una presencia significativa en la infancia y en la adolescencia, pero que, en este punto del ciclo de vida, comienzan a despuntar.

Al calcular las tasas de mortalidad para las cinco principales causas por tumores malignos en los jóvenes de 18 a 29 años, se observa de manera constante para el periodo analizado, que hay diferencias en las tasas de mortalidad por cáncer en órganos hematopoyéticos para hombres y mujeres: mientras tres de cada 100 000 varones de 18 a 29 años fallecen por esta causa, en ellas se presentan dos fallecimientos de cada 100 000 mujeres del mismo grupo de edad. Esta tendencia se repite para el cáncer de testículos y ovarios: por cada dos varones fallecidos hay una defunción femenina. Para el resto de los tipos de cáncer analizados, la relación en la tasa de fallecimientos es uno a uno por cada 100 mil para cada sexo.

Algunos tipos de cáncer de ovario son más comunes entre las mujeres mayores de 40 años, sin embargo, se presenta mayormente en mujeres adolescentes y jóvenes, y usualmente no hay síntomas, aunque algunas mujeres reportan molestias de tipo urinario, dolor en el vientre y abultamiento, y rápida sensación de saciedad al comer. Sobre el cáncer testicular, destaca que la gran mayoría se diagnostica en hombres jóvenes, principalmente de 20 a 34 años, no obstante, puede desarrollarse a cualquier edad. Entre sus primeros síntomas sobresale un bulto en alguno de los testículos, o hinchazón y alargamiento del mismo, y generalmente no es doloroso (American Cancer Society, 2015).

Mortalidad por tumores malignos en población de 30 a 59 años

Como se observó en el análisis del grupo poblacional anterior, comienzan a hacerse presentes aquellos tumores relacionados a factores de riesgo asociados a estilos de vida no saludables. Se identifican por medio de estudios epidemiológicos, donde se demuestra que las personas que desarrollan la enfermedad tienen ciertas conductas o una mayor exposición a sustancias identificadas como cancerígenas.

Por ejemplo, la evidencia médica reporta que el hábito de fumar no solo se relaciona a tumores malignos en los órganos del aparato respiratorio (primordialmente cáncer de pulmón), sino que incluso tiene efecto en el desarrollo de cáncer de vejiga, riñón, páncreas, estómago, colon, recto y cuello uterino; la obesidad genera cambios hormonales que inciden en el crecimiento celular desordenado y se le relaciona al cáncer de mama, endometrio, páncreas, riñón, colon y vesícula. El consumo de alcohol se ha asociado al cáncer oral, de esófago, mama, hígado y de colon y recto (MedlinePlus, 2016).

En México durante el periodo de 2011 a 2016, los cinco principales tipos de cáncer que sobresalen como causa de mortalidad en la población de 30 a 59 años son: los tumores malignos de los órganos digestivos, el cáncer de órganos genitales femeninos, el tumor maligno de mama, el de órganos hematopoyéticos y los tumores malignos de los órganos respiratorios e intratorácicos.

Se observa que tres de cada 10 muertes por cáncer en la población de 30 a 59 años, se deben a cáncer en órganos digestivos; en cada uno de los años analizados, los porcentajes de defunciones por esta causa en los varones superan en más de 13 puntos porcentuales a los de las mujeres, aunque también para ellas, es la principal causa de muerte por tumores malignos; con el último dato disponible, se observa una diferencia entre hombres y mujeres de 15.7 puntos porcentuales (39.0 contra 23.3 por ciento).

Para la población de este grupo de edad, el cáncer de órganos genitales femeninos (categoría que incluye al de tipo cérvico uterino y al de ovario) se ubica como la segunda causa de muerte por neoplasias malignas; al considerar su proporción únicamente entre las mujeres, se constituye como su principal causa de muerte por tumores malignos de tal forma que en 2016 tres de cada 10 fallecimientos femeninos por cáncer se deben a este padecimiento.

El cáncer de mama destaca como la tercera causa de muerte por tumores malignos; en las mujeres se observa el mayor impacto en comparación con los varones, debido a que dos de cada 10 fallecimientos femeninos por cáncer se deben a esta enfermedad; los datos de mortalidad entre los varones son marginales.

El cáncer de órganos hematopoyéticos se ubica como una de las principales causas de mortalidad observada por tumores malignos, pero de ser la primera en los grupos poblacionales anteriores, pasa al cuarto lugar en este grupo de población. Para la población de 30 a 59 años como quinta causa, aparece un tipo de neoplasia maligna nueva respecto a los análisis precedentes: los tumores malignos de los órganos respiratorios e intratorácicos; en estos se incluye el cáncer de pulmón.

Al observar las tasas anuales de mortalidad para los principales tipos de cáncer en los varones de 30 a 59 años, los tumores malignos de los órganos respiratorios e intratorácicos son responsables de cinco fallecimientos por cada 100 000 varones en este rango de edad durante el periodo de 2011 a 2016, representando de esta forma, la segunda causa de muerte por cáncer para esta población específica; la primera, la ocupa el tumor maligno de órganos digestivos.

Mortalidad por tumores malignos en población de 60 años y más

Factores como cambios fisiológicos, una protección inmune disminuida, un mayor tiempo de exposición a agentes cancerígenos o factores de riesgo, desajustes hormonales, dietéticos y metabólicos y la interacción de comorbilidades, aumenta el riesgo de padecer cáncer entre las personas de edad. Asimismo, debido a la presencia de comorbilidades, en su mayoría crónicodegenerativas como la diabetes, hipertensión o problemas en los riñones y su sintomatología, la detección tiende a ser tardía (Bustamante, Marín y Cardona, 2012).

Considerando lo anterior, se observa que en México de 2011 a 2016, el porcentaje más alto de muertes observadas por cáncer, se debe a los tumores malignos de los órganos digestivos; a diferencia de los adultos de 30 a 59 años, en los de 60 años y más años, son las mujeres quienes presentan los porcentajes más altos de fallecimientos por dicha causa, en comparación con los varones: en ellas, cuatro de cada 10 fallecimientos por cáncer se deben a este tipo de tumor, 

Para los hombres, la segunda causa de muertes observadas se debe al cáncer de órganos genitales masculinos; en el análisis del total de esta población los porcentajes de fallecimientos por dicha enfermedad en el periodo 2011-2016 fluctúan entre 12.0 y 12.5 por ciento; considerando exclusivamente los porcentajes de las principales causas de mortalidad por cáncer para los varones, dos de cada 10 muertes por tumores malignos son por esta causa. El cáncer de próstata forma parte de este grupo y es precisamente una de las neoplasias malignas más comunes en los varones de edad avanzada, inclusive es raramente diagnosticada en hombres con menos de 40 años (MedlinePlus, 2017a).

Tomando como referencia el año 2016, la tercera causa de muertes observadas por tumores malignos corresponde a los tumores malignos de los órganos respiratorios e intratorácicos; el porcentaje de fallecimientos va a la baja año con año en el periodo 2011-2016. Esta tendencia se repite entre los varones, cuyos porcentajes de muertes por esta razón pasaron de 16.6 a 14.4 por ciento.

Si bien en el total de este segmento de población de mujeres el cáncer de órganos genitales femeninos se ubica en la cuarta causa de muerte por tumores malignos, se destaca que se ha mantenido relativamente estable en el periodo analizado, comportamiento totalmente distinto al que presenta el cáncer de mama (quinta causa de mortalidad por tumores malignos), del que se observa una tendencia al alza. Entre las mujeres, mientras en 2011 representaba 11% de los fallecimientos por cáncer, en 2016 el porcentaje es de 12.4 por ciento.

Finalmente, las tasas de mortalidad para las principales causas de defunción por cáncer identificadas hacen de este grupo poblacional el más vulnerable frente a los tumores malignos, principalmente para el de órganos digestivos, siendo el año 2016 en el que se reporta la tasa de mortalidad más alta para esta enfermedad: representó 153 fallecimientos por cada 100 000 habitantes de 60 y más años. Las tasas de mortalidad para esta neoplasia maligna son más altas en los varones respecto a las mujeres, aunque también para ellas constituye la principal causa de muertes por tumores malignos en el periodo analizado, incluso superando las tasas de mortalidad por cáncer de órganos genitales femeninos y por cáncer de mama.

Cáncer de mama en población de 20 años y más

Debido a la relevancia epidemiológica que ha cobrado el cáncer de mama, se presenta un breve análisis de la mortalidad por esta causa. Al igual que otros tipos de cáncer, empieza con el crecimiento anormal o descontrolado de células, en este caso, de las localizadas en las mamas, principalmente en los conductos que llevan la leche hacia el pezón (cáncer de mama ductal), o en las glándulas que producen la leche (cáncer de mama lobulillares), motivo por el cual es más frecuente su presencia en las mujeres, aunque existen tumores malignos de mama menos comunes, de manera que los hombres también tienen riesgo de desarrollarlo (American Cancer Society, 2017).

Si bien no hay causas directas, existen factores de riesgo que incrementan su probabilidad de aparición; entre ellos destacan: la edad (a mayor edad, mayor riesgo), la predisposición genética (presencia de los genes BRCA1 y BRCA2), la obesidad, fumar, la ingesta de alcohol, usar terapia de reemplazo hormonal (para el tratamiento de la menopausia), no tener hijos o tener el primero después de los 35 años de edad, no dar leche materna y llevar una vida sedentaria (MedlinePlus, 2017b).

De manera general, en México las tasas de mortalidad observadas por tumor maligno de mama han tenido una tendencia al alza en el periodo de 2011 a 2016; en las mujeres hay una mayor concentración de muertes por esta causa en comparación con los varones.

Es en 2016 donde se ubica la tasa más alta para ellas, con 16 defunciones por cada 100 000 mujeres de 20 años y más. Las tasas de mortalidad por esta enfermedad entre los varones son muy bajas; sin embargo, estos datos evidencian la presencia de este padecimiento también en ellos.

Es importante destacar que, a nivel mundial, el cáncer de mama es el más común entre las mujeres y representa 16% de los tumores malignos diagnosticados. Otro dato relevante es que 69% del total de muertes por esta enfermedad se presentan en países en desarrollo donde la mayoría de los casos se diagnostican en fases avanzadas, dificultando su tratamiento exitoso (OMS, s. f.). 

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