Zacatecas, Impartió conferencia Urenda Queletzú Navarro; la UAZ abre diálogo por la pacificación de México
Como parte de las actividades del Foro Permanente: “Reconciliación, Solidaridad y empatía para la Paz y la no violencia” que realizan la Universidad Autónoma de Zacatecas, el Colegio de San Luis Potosí y la Universidad Gujarat Vidyapith, fundada por Mahatma Gandhi, entre otras instituciones, se presentó la conferencia titulada “La violencia feminicida: causas estructurales de la violencia de género” impartida por la catedrática de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Urenda Queletzú Navarro Sánchez.
El foro se trata de un proyecto interinstitucional que se sustenta en la perspectiva de la investigación-acción y sobre todo que busca establecer al interior de la UAZ un espacio de diálogo, conocimiento y acción directa entorno a la no violencia, para así participar con ello no solo en la pacificación de México sino en el establecimiento de una sociedad sustentada en los principios de la paz guiados por diversas perspectivas que incluyen la de “Ahimnsa” o “la no violencia” asumida por Mahatma Gandhi como práctica espiritual, ciudadana y política.
Con respecto a lo antes mencionado, la catedrática Urenda Queletzú al iniciar su conferencia explicó que la violencia es una postura individual, social y colectiva, pero cuando se impone como una norma de vida, entonces se convierte en violencia estructural, la cual tiene como principal característica su normalización, es por eso que es necesario reaccionar con determinación –señaló-.
Asimismo, puntualizó que la violencia feminicida es un “continuum de violencia” que trae como resultado la muerte violenta de una mujer, asegurando que “es cierto que en México también se asesinan hombres, sin embargo, las razones por las que se asesina un hombre a las que se asesina a una mujer son distintas, a ellos no los abusan ni los torturan sexualmente”.
Habló de que el género es una construcción social que asigna de forma diferencial a hombres y mujeres una serie de roles que determinan cómo deben de ser las relaciones entre ellos, además de señalar cómo se debe de comportar para cumplir con las expectativas impuestas en el proceso de socialización, todo ello se traduce como mandatos de género que son los que impiden transgredir los modelos hegemónicos de masculinidad y feminidad.
Destacó que en América Latina se experimentan diversos tipos de violencia que, a raíz de problemas y desigualdades estructurales, se generan en espacios que son expoliados por el capitalismo. Se ostentan con muertes violentas, desapariciones, trata de personas con fines de explotación sexual cuyas primeras víctimas son mujeres.
Además, puntualizó que en la actualidad algunas de las carpetas de investigación de feminicidio que ella revisó, arrojan el común denominador de que las tecnologías de la información también han facilitado el consumo y en consecuencia la construcción de un ejercicio de la sexualidad masculina cada vez más violenta, es decir hay correlación de la violencia y tortura sexual entre el consumo de imágenes de mujeres torturadas. Los hombres están en el imaginario de que la violencia produce placer a la mujer.
“Se ha hecho más evidente la violencia contra la mujer y la realidad que enfrentan, gracias al uso de redes sociales. No es una prohibición del ejercicio de la sexualidad, sino que se requiere un replanteamiento del ejercicio de la sexualidad masculina” expresó.
En ese sentido, aseguró que tratar asuntos de violencia feminicida no es sencillo, no obstante, expresó que las respuestas a estos problemas sociales, están precisamente en la sociedad. Manifestó que hay tres rutas que se pueden trabajar para combatir a violencia de género: la primera, es apostarle a la reciprocidad y a la comunalidad generando estrategias y brindando herramientas de autodefensa.
En segundo término, es desmontar los mandatos de género en todos los espacios, creando unidades de género encargadas de implementar un conjunto de acciones para transversalizar la perspectiva de género, incluyendo actividades específicas en el ámbito de la igualdad.
Para finalizar declaró que se requiere generar grupos de autoconciencia y redes únicamente entre mujeres, pero también entre hombres, donde se deje de reproducir relaciones patriarcales, así como conocer el planteamiento del affidamento que implica reconocerse diferentes pero capaces de construirse unas a otras, con el fin de desmontar ese mandato de género masculino que está asociado a la violencia.