El gobernador David Monreal y su esposa Sara Hernández atestiguan su cura de problemas de audición
Beneficiarios son originarios de Saín Alto, Pinos, Concepción del Oro, Miguel Auza, Pánuco, Guadalupe y la capital
Zacatecas se coloca a la vanguardia en intervenciones del tipo
Compromete el mandatario estatal que las gestiones continuarán; hay una lista de espera de 42 menores que carecen del sentido del oído
Abrieron los ojos tan grandes como pudieron, el asombro no cabía en ellas y ellos, volteaban la cabeza hacia uno y otro lado, buscando el acompañamiento de papá y mamá ante una sensación que desconocían. Eso fue lo que hoy vivieron siete niños y niñas que escucharon por primera vez.
Al experimentar el sonido, algún pequeño soltó el llanto; otro se sorprendió más, mientras que Oyuki, de 4 años de edad, tomó el micrófono, lo acercó a su boca e intentó expresarse. Cuando tocó el turno de Derian, su hermanita tomó la tableta y grabó el proceso de encendido del implante coclear en primer plano.
Después de pasar con la doctora que los ha acompañado en este proceso, las niñas y los niños fueron a jugar con globos y pelotas, entre ellos Camila, uno de los casos de éxito, que tras seis meses de terapia post-implante muestra mejoras significativas en su integración y que hoy decidió tomar el micrófono para decir papá, mamá.
Como testigo del momento, el gobernador David Monreal Ávila indicó que Zacatecas se ha colocado a la vanguardia en cirugías de implantes cocleares en beneficio de niños con discapacidad auditiva. Hoy, 32 niñas y niños más se encuentran en lista de espera, con la esperanza de escuchar, por lo que se comprometió a continuar el programa.
Destacó que en el presente año se realizaron 10 procedimientos quirúrgicos de este tipo, pero el objetivo va más allá pues se busca la integración plena de los niños y las niñas a sus familias.
Carmen Olmos Zavala, directora general del Gabinete Audiológico CYKS, informó que, con disciplina y terapia diaria, los niños podrían dominar entre 50 y 100 palabras en un año tras recibir el implante.
La presidenta honorífica del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (SEDIF), Sara Hernández de Monreal, señaló que este es un proyecto muy ambicioso, donde todos suman, donde todos cuentan, por lo que agradeció a Jerónimo Medina, representante de Minera Fresnillo PLC, que aportó 4 millones 144 mil pesos como parte de su proyecto de impacto social, distribuidos entre Minera Fresnillo, Minera Saucito y Minera Juanicipio. Los costos incluyen 3 millones 493 mil pesos más IVA para los implantes y 854 mil pesos para las cirugías.
El primer día que escuché
La presidenta honorífica del SEDIF, Sara Hernández de Monreal, dio lectura a una carta denominada “El primer día que escuché”, cuyo texto es el siguiente:
Queridos mamá y papá, sé que este día cambiará nuestras vidas y nuestra historia, sé que es algo que han pedido. Saludos a todos.
Les pido que avancemos un día a la vez, con paciencia y con amor. Recuerden llevarme a terapia, eso no sólo me ayudará a aprender, sino también a disfrutar el mundo de los sonidos junto a ustedes. Los amo con todo mi corazón y agradezco a todos los que hicieron posible este milagro.
La carta fue escrita a nombre de Miguel, de Saín Alto, de 5 años; Oyuki, de Pinos, de 4 años; José, de Concepción del Oro, de 3 años; Belinda, de Miguel Auza, de 4 años; Jonathan Alexis, de la capital, de 6 años; Derian Elim, de Pánuco, de 2 años de edad; y Lázaro Emmanuel, de Guadalupe, de 4 años.
Olmos Zavala enfatizó que el implante es sólo el comienzo de un proceso integral, "los niños no saben qué está pasando y les va a asustar mucho", de ahí la importancia de la terapia posterior al implante para una adaptación exitosa.
Expresó su compromiso continuo con el programa, y anticipó posibles noticias positivas entre enero y marzo sobre dictámenes que podrían impulsar aún más la iniciativa.
El caso de Oyuki
La pequeña Oyuki, de Jaibito, Pinos, enfrenta un cambio trascendental en su vida, ya que ha tenido múltiples barreras que ha podido superar; sobrevivió a una infección tras nacer prematuramente que le provocó la pérdida de la vista y el oído; ambas hoy han sido vencidas.
Su madre, Juana Ramírez, recordó que desde el nacimiento “los doctores nos dijeron que no sobreviviría, pero Dios es grande”. Al nacer, Oyuki pasó semanas en una incubadora, donde contrajo una bacteria que complicó su salud y dejó como secuela una pérdida total de audición.
Desde temprana edad, Oyuki comenzó con terapias de lenguaje en el Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) en Guadalupe, lo que permitió a su familia conocer la campaña de implantes cocleares.
La intervención del implante coclear “es un paso enorme que cambiará su vida. Esto nos motiva a seguir adelante como familia”, dijo Juana, mientras la niña jugaba con una pequeña pelota después de que se encendiera su implante coclear.