Los tipos más comunes de esta enfermedad son el Basocelular y el Espinocelular, que manifiestan los primeros síntomas a manera de lesiones que sangran y no cicatrizan

Indispensable proteger la piel diariamente con sombreros, ropa de manga larga y protectores químicos, en cantidades generosas, y reaplicar varias veces al día

La Secretaría de Salud de Zacatecas (SSZ) alerta a la población que visita playas y balnearios, en este verano, a que proteja su piel de los rayos solares y evite un bronceado excesivo, ya que puede ser un factor para desarrollar cáncer de piel.

Andrés Campuzano, dermatólogo adscrito al Hospital General Zacatecas, declaró que la piel es el órgano más extenso del cuerpo, que sirve al organismo de barrera de protección, por lo cual es indispensable protegerla diariamente con barreras físicas como ropa de manga larga y sombreros, así como con barreras químicas como protectores solares.

Explicó que el cáncer de piel es una proliferación de células dañadas en su ADN, debido, en la mayoría de los casos, a la exposición solar intensa y repetitiva; aunque también acotó que hay tipos de esta enfermedad que están más ligados con factores genéticos.

Dos de los tipos más comunes de cáncer de piel son los conocidos como Basocelular y Espinocelular, los cuales tienen una alta tasa de curación y están más ligados con la exposición prolongada a la radiación del sol. Mientras que el Melanoma puede ser curable sólo si se detecta a tiempo, ya que, si avanza y no se trata, puede tener consecuencias letales.

Detalló que las primeras manifestaciones de cáncer de piel pueden aparecer después de la cuarta década de vida, a manera de lesiones abultadas llamadas coloquialmente granos, que presentan sangrado, producen costra y al poco tiempo vuelven a sangrar, sin tener una curación definitiva.

Hizo un llamado a la ciudadanía a evitar bronceados sin protección, en los que sólo se busca intensificar el color de la piel con fines estéticos, por seguir modas o tendencias que incluso se promueven en redes sociales.

Recordó que la aplicación de los protectores solares debe ser generosa y con la debida reaplicación, ya que se ha demostrado que la mayoría de la población utiliza una cantidad menor a la requerida; para ejemplificar mencionó que para proteger la piel de la cara, brazos, piernas y torso cuando se visitan playas o balnearios la cantidad debe ser, al menos, lo equivalente a un vaso conocido como caballito.