Mujeres

25NoviembreDíaInternacionalContraLaViolenciahacialasMujeres
Es un problema de gran dimensión y una práctica extendida en toda la entidad: Inegi

 

En el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) señaló que conforme a los resultados de la última encuesta levantadaa finales de 2016, permiten determinar la prevalencia de la violencia entre las zacatecanas de 15 años y más.

A partir de esta información, afirma el Inegi, se observa que la violencia contra las mujeres es un problema de gran dimensión y una práctica social extendida en toda la entidad, puesto que 59 de cada 100 mujeres de 15 años y más, residentes en el estado de Zacatecas, ha experimentado al menos un acto de violencia de cualquier tipo, ya sea emocional, física, sexual, económica, patrimonial o discriminación laboral, misma que ha sido ejercida por diferentes agresores, sea la pareja, el esposo o novio, algún familiar, compañero de escuela o del trabajo, alguna autoridad escolar o laboral o bien por , amigos, vecinos o personas conocidas o extrañas.

La violencia total de cualquier agresor (59.0% en la entidad) se refiere a la proporción de todas las mujeres de 15 años y más, que hayan declarado al menos un acto de violencia de pareja, de cualquier agresor, incluida la pareja, discriminación en el trabajo en el último año y discriminación por embarazo en los últimos 5 años.

La violencia de pareja considera a todas las mujeres de 15 años y más que tienen o hayan tenido al menos una pareja a lo largo de sus vidas.

La discriminación en el trabajo por razones de embarazo considera a todas las mujeres de 15 años y más que hayan trabajado en el periodo de octubre de 2011 a octubre de 2016 y la discriminación en el trabajo incluye a todas las mujeres de 15 años y más que trabajaron como asalariadas (empleadas, obreras o jornaleras) durante los 12 meses anteriores a la encuesta.

De acuerdo con la información reciente, levantada por el Inegi a finales de 2016, revela que la violencia contra las mujeres ha afectado a 348 302 mujeres en la entidad, siendo sujetas a actos violentos y discriminatorios alguna vez a lo largo de su vida. 

Los datos revelan que no se trata de actos aislados sino de un patrón general ya que, en todas las entidades federativas, más de la mitad de las mujeres ha experimentado agresiones de tipo emocional, sexual, físico o económico.

Asimismo, 234 479 mujeres (39.8%), señaló que al menos una de estas agresiones ocurrió en los 12 meses anteriores a la entrevista, es decir entre octubre de 2015 y octubre de 2016. Así, 96 369 mujeres (16.3%) fueron sometidas a algún tipo de intimidación, hostigamiento, acoso o abuso sexual, que van desde señalamientos obscenos, que las hayan seguido en la calle para intimidarlas sexualmente, que les hayan hecho propuestas de tipo sexual o bien que directamente las hayan manoseado sin su consentimiento o hasta que las hayan violado. 

La información indica que el 42.1% de las mujeres que tienen o tuvieron al menos una relación de pareja –ya sea de cohabitación por medio del matrimonio o la unión de hecho, o bien alguna relación de pareja o noviazgo sin vivir juntos– ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación.

Por otra parte, 43.2% de las mujeres sufrió violencia por parte de algún agresor distinto a la pareja, ya sea en el trabajo, la escuela, algún lugar público, ya sea por compañeros de la escuela o del trabajo, maestros, autoridades o patrones, familiares, conocidos, o extraños en diferentes espacios.

En el período más reciente —entre octubre de 2015 y octubre de 2016— 40 de cada 100 mujeres fue víctima de algún acto violento, principalmente de tipo emocional, sexual y discriminación en sus centros de trabajo. En el caso de la violencia emocional el perpetrador es principalmente la pareja o ex-pareja última, mientras que la violencia sexual ha sido ejercida por diversos agresores distintos a la pareja.  

Las mujeres jóvenes, más expuestas a los abusos

Las mujeres que se encuentran más expuestas a la violencia de la pareja o de cualquier otro agresor son las mujeres jóvenes y de edades medias entre 18 y 24 años, particularmente entre aquellas que tenían 18 a 19 años, ya que 69 de cada 100 mujeres de esas edades ha enfrentado al menos un episodio de violencia o abuso. Es particularmente relevante la violencia emocional que han enfrentado las mujeres jóvenes entre 18 y 24 años, en estos grupos, la mitad de ellas han sido agredida emocionalmente.  Asimismo, 42 de cada 100 niñas de 18 y 19 años han sufrido violencia sexual.  

Múltiples violencias, diversos agresores

Para acercarnos a una comprensión más amplia de las diversas agresiones a las que han estado y están sometidas las mujeres, es necesario revisar los diversos ámbitos por los que indaga la encuesta. Para ello se agruparon en tres grandes categorías: violencia de pareja, de otros agresores (violencia en la escuela, trabajo, comunitaria, familia) y discriminación en el trabajo. Ello nos permite señalar que, si bien en general 59 de cada 100 mujeres fue víctima, al menos una vez, de cualquier tipo de abusos, incluyendo la discriminación, al combinar las dimensiones que lo integran, se aprecia que el 33.2% de ellas ha recibido agresiones o bien solo de la pareja (16 de cada 100), o bien solo de otro agresor (17 de cada 100), o una menor proporción (0.7%) solo fue discriminada en el trabajo. El restante 25.8% ha sido agredida por distintos agresores, inclu-yendo a su pareja o ex-pareja.

Es decir, del total de mujeres con violencia al menos una vez en su vida en cualquier ámbito (59.0%), el 56.3% solo fue agredida por un tipo de agresor; mientras que el restante 43.7% por dife-rentes tipos de agresores.

En el periodo reciente, de los 12 meses anteriores a la encuesta, 30.7% de las mujeres con violencia, lo fue por la pareja y por algún otro agresor. 

Ello muestra que las mujeres están sometidas a agresio-nes múltiples, que se ejercen por muy diversos agresores, desde los más cercanos hasta por extraños o ajenos a su espacio y relaciones cercanas.

VIOLENCIA QUE MATA

La expresión más brutal de la violencia es aquella que pone en riesgo la vida de las personas y que en muchos casos tiene la intención de terminar con su vida. Esta violencia extrema, tiene características diferentes si la víctima es una mujer o un hombre.

Cuando ocurre un deceso se determina la causa que lo provocó, y cuando éste no se debió a una falla orgánica o enfermedad, entonces se considera que la muerte fue ocasionada por un agente externo cuya causa pudo deberse a un accidente en el que pierden la vida, o bien por agresiones provocadas intencionalmente por otra persona o por agresiones auto-infligidas.

Durante 2016 se registró el fallecimiento de 9 310 personas; 43.3% de ellas eran mujeres. Las muertes por causas accidentales y violentas ascendieron a 1 454; 16 de cada 100 decesos ocurrió por estos motivos.

De las muertes accidentales y violentas registradas en 2016, 55.0% se debió a causas accidentales y 654 personas (45.0%), fallecieron por la violencia intencional infligida en su contra por otras personas o por sí mismas, con la intención de provocar un daño letal. 

En 2016 se registró el asesinato de 80 mujeres, mientras que en 2015 fue de 24, lo que implica un aumento de 56 mujeres asesinadas en 2016 a lo registrado el año anterior, esto representa un promedio de dos mujeres asesinadas cada mes durante 2015, a siete mensualmente durante 2016.

El número de mujeres asesinadas durante 2016 es el más alto registrado en los últimos 27 años –1990 a 2016– por encima de los registrados en 2012 (51) y 2013 (56), que fueron los años donde se presentaron la mayor cantidad de muertes por homicidio en el estado (463 en 2012 y 430 en 2013).

Durante el periodo 1990-2016 se registraron 4 666 defunciones por homicidio, 10.2% de las cuales fueron contra mujeres. 

Jóvenes, la población más expuesta a la violencia extrema

Una de las características más importantes a tener en cuenta para el análisis de la violencia extrema es la edad, ya que derivado de los patrones de género, ésta constituye un factor determinante, en el caso de los  hombres jóvenes están más expuestos debido los patrones de masculinidad imperantes que definen la hombría en función de la agresividad y su defensa por medios violentos, y en el caso de las mujeres jóvenes, se les atribuye un “mayor valor social “ porque son vistas en esta etapa de sus vidas como objetos sexuales y su capacidad reproductiva para los hombres.

Del total de defunciones por homicidio de mujeres ocurridas en 2016, el 55.0% de ellas corresponde a mujeres menores de 30 años, mientras que entre los hombres es de 45.3% de las mismas edades. Es decir, las mujeres jóvenes son las más expuestas a la violencia extrema, incluso que entre los hombres de esas edades. 

La violencia homicida tiene una característica central, que según algunos historiadores se mantiene similar desde hace siglos en el mundo occidental, alcanzando su máxima intensidad entre los hombres jóvenes de 20 a 29 años, y también entre las mujeres, aunque con tasas más bajas, es en estas edades donde existe un mayor riesgo de morir por causas violentas.

Es por ello que la violencia cobra más vidas entre la población joven, particularmente entre quienes tienen de 15 a 29 años. Entre las mujeres que mueren por agresiones intencionales, la tasa más alta se ubica en 38 por cada cien mil entre quienes tienen 27 años, mientras que entre los hombres es de 175.9 por cada cien mil entre los de 22 años. 

La saña, distintivo de la violencia feminicida

De acuerdo con la Ley General para el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, se deberá entender por violencia, “…cualquier acción u omisión, basada en su género, que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público.” Asimismo, determina que la violencia feminicida, es la forma extrema de violencia, conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar impunidad social y del estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de mujeres.

Los datos muestran que las mujeres son asesinadas con mayor violencia y saña, utilizan medios que producen mayor dolor, prolongan su sufrimiento antes de morir y sobre todo conlleva la aplicación de la fuerza corporal para someterlas.

De acuerdo con la información disponible sobre el medio o arma utilizada para causar la muerte de la persona, se aprecia que el medio más utilizado son las armas de fuego, ya que mientras los homicidios contra los hombres son del orden de 76 de cada 100 de ellos en 2016; entre las mujeres fue de 74 de cada cien.

En cambio, 16 de cada 100 mujeres fueron estranguladas, ahorcadas o sofocadas, proporción que es de 15 de cada 100 para los varones.

Suicidios

Durante 2016 se registraron 74 defunciones por violencia autoinfligidas (61 de hombres y 13 de mujeres), 31 menos que en 2015 que fue el año con el mayor número de homicidios del periodo 1990-2016, lo que representa en conjunto el 0.8% del total de las defunciones registradas durante 2016 y el 5.0% de las defunciones accidentales y violentas.

 

 

 

 

 

 

 

                   

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