Emergen en las tecnologías nuevos mecanismos de control, observa Magela Romero Almodóvar, especialista en la materia
REDACCIÓN/ SEMlac
Ciudad de México. Empujones, pellizcos o jalones de pelo; prohibiciones acerca de qué ropa llevar o cómo arreglarse el pelo están presentes en los noviazgos entre estudiantes universitarios cubanos, según diversas investigaciones realizadas en los últimos años. La doctora en Sociología Magela Romero Almodóvar, autora de algunas de ellas, comprobó además que estos mecanismos de control se van trasladando también a los espacios digitales, de las tecnologías y las redes sociales. En el fondo, a juicio de esta experta, subyace la persistencia de estereotipos de género que llevan a las muchachas a posiciones de subordinación en relación con los hombres y, a menudo, a ser víctimas de maltrato.
¿Cómo se manifiesta más comúnmente la violencia de género en el noviazgo, sobre todo entre estudiantes universitarios?
Hace unos años se realizaron investigaciones con estudiantes universitarias que cursaban primer año de sociología en la Universidad de La Habana, muchas de las cuales habían sufrido violencia en el noviazgo, de tipo psicológica o física, evidenciada por empujones, pellizcos o jalones de pelo. Las muchachas entrevistadas también reconocieron presiones y prohibiciones con respecto a la ropa que debían usar o las amistades. Igualmente, confirmamos una naturalización de los celos como una prueba de amor, cuando en realidad son instrumento de control.
Resultó significativo que las manifestaciones de violencia en el noviazgo no eran percibidas por las muchachas como tal; estaban más bien naturalizadas como parte de la socialización de pareja, contribuyendo a legitimar un esquema de relación amorosa donde las mujeres tienen una posición de subordinadas "naturales" y acarrean limitaciones femeninas en determinadas etapas de la vida para decidir sobre su cuerpo e incluso sobre proyectos profesionales y estudiantiles.
¿Están llegando esos mecanismos de control a las nuevas tecnologías incluso en Cuba, donde tenemos dificultades de conectividad y acceso?
Sin dudas. Un celular te permite saber, automáticamente, dónde está la persona y con quién. Aunque en Cuba resulta más limitado, por ejemplo, tirar fotos en el lugar para evidenciar que se está allí y enviarlas al instante como prueba, indudablemente esta telefonía sirve como forma de control, pues permite mantener a la persona localizada todo el tiempo y no se puede renunciar a ella porque es necesaria para la vida moderna.
En el caso de redes sociales, como Facebook, resultan otro mecanismo de información y control, pues mantienen una actualización pública de la vida de las personas. Y para ello no hace falta colgar uno mismo el comentario o la foto, porque alguien más te puede etiquetar o mencionar y develar tu estado; una de las limitaciones de usar estas redes sociales es que atentan contra la privacidad.
¿Puede prevenirse este tipo de comportamientos violentos? ¿Qué acciones seguir?
La prevención debe comenzar con visibilizar qué significan esos comportamientos. Por otra parte, la familia debe estar alerta y documentarse, pues muchas veces, sin darse cuenta, potencia esos mecanismos de control. Por ejemplo, se ve bien que un novio cele a la novia porque "está enamorado", o que la muchacha salga exclusivamente con su pareja, cuando puede compartir con otras amistades. A veces, madres y padres prefieren que las muchachas estén todo el día con el novio porque consideran que están más protegidas; o sea, la misma familia reprime que ella defienda su espacio.
Las libertades son necesarias y ese es el tipo de pareja por la que se debe apostar: en la cual cada una de las personas tenga la oportunidad de elegir libremente lo que quiere hacer con su espacio, sobre todo en la juventud, porque pocas veces el noviazgo de esa etapa es el de toda la vida y luego vienen los arrepentimientos por lo que se dejó de hacer al estar junto al novio.
En relación con las redes y el uso de las nuevas tecnologías, parece que debemos apostar por estrategias que sirvan para socializar con la juventud los elementos a favor y en contra que estas conllevan; así como las medidas que deben tomarse para limitar la presencia y actuación de victimarios conocidos o desconocidos.