Zacatecas, Zac. Realizan conversatorio Semujer, investigadoras y expertas, como parte del Programma de Activismo 25N
En el marco del Programa de Activismo 25N, conmemorativo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la Secretaría de las Mujeres (Semujer) realizó el Conversatorio: Economía solidaria frente a la pandemia por COVID-19, donde se reafirmó la importancia de la economía solidaria, feminista y entre mujeres, para generar nuevas opciones, modelos y esquemas para su desarrollo económico ante la contingencia actual.
Adriana Rivero Garza, titular de la Semujer, agradeció la presencia de las ponentes y enfatizó la importancia de este conversatorio. Señaló que la pandemia ha afectado al ámbito de la economía con un impacto negativo en el comercio, turismo y manufactura, espacios principalmente ocupados por mujeres, por lo que las dobles o triples jornadas laborales y despidos injustificados han sido una afectación directa a los ingresos de las mujeres, dado que la mayoría devienen del trabajo informal.
En este conversatorio estuvieron presentes, Imelda Ortiz Medina, directora de la Unidad Académica de Economía de la UAZ; Martha Ferreyra Beltrán, directora General de Autonomía y Empoderamiento para la Igualdad Sustantiva, del Inmujeres; María del Carmen Salinas Flores, tesorera del Senado de la República, Macarena Orozco Martínez; docente-investigadora de la Universidad de Guanajuato y Sandra Milena Muñoz Cañas, del Centro de Solidaridad Internacional de la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales.
Las participantes coincidieron en que los entornos económicos para las mujeres se refuerzan con una agenda de cambio de prioridades, de formas de organizar la producción, los intercambios y el consumo.
Durante el conversatorio cada una de las ponentes analizó la importancia de la economía solidaria, feminista y, entre mujeres, para generar nuevas opciones, modelos y esquemas de desarrollo económico para hacer frente a la contingencia de salud.
También hablaron de la necesidad de implementar políticas, acciones económicas y de desarrollo social con perspectiva de género que permita una economía solidaria que recupere iniciativas de comunidades y cooperativas de mujeres.
María del Carmen Salinas explicó que uno de los retos más complejos dentro del proceso hacia la igualdad en el que se está inmerso, no sólo depende de las políticas públicas que se emitan desde el gobierno, sino que la iniciativa privada también se encuentra inmiscuida en esta materia.
Ortiz Medina resaltó que la economía solidaria tiene más respuesta en Europa con relación a México y, agregó, a pesar de la solidez que representa este tipo de economías, en tiempos de crisis este tipo de cooperativas han logrado sobrevivir por la base ideológica que centra el bien colectivo que incorpora rasgos esenciales compartidos, en igualdad y empoderamiento de las personas.
Ferreyra Beltrán coincidió en que el modelo de economía cooperativa a ha sido considerado de innovación social, no sólo a nivel económico, sino también visto desde otro punto de vista como es el ecológico, el bien social y la democratización, mediante la eficientización de los recursos por medio de economías que ponga en el centro al individuo.
En ese sentido, Muñoz Cañas mencionó que la economía solidaria es de autogestión ya que, en primera instancia, es donde las mujeres buscan construir para sí mismas sus propios horarios o sus propias formas de trabajo dando soluciones e intentos de nuevas relaciones entre mujeres y hombres.
Por su parte, Orozco Martínez destacó que las exigencias de las mujeres se deben reconocer por parte del Estado y, éste debe abonar a la construcción de las economías solidarias, en donde la priorización debe ser la protección de las vidas, de los bienes de la ciudadanía y de condiciones básicas para vivir.
En su intervención, las panelistas concluyeron que la economía feminista pone en el centro del debate, de discusión y de análisis crítico, la estructura de las economías capitalistas como son la división sexual del trabajo y la separación entre producción y reproducción, cuestiones ineludibles para hacer frente a la crisis sanitaria que está impactando de manera negativa a las mujeres de todo el mundo, acentuando brechas de género, discriminación y violencia.
Al finalizar, se planteó el reto de recuperar la economía y cerrar la brecha de género que, ante las necesidades económicas de las mujeres, éstas no pueden y no deben ser postergadas, por el contrario, se deben desarrollar herramientas para repensar la economía, además de crear políticas específicas que tengan en cuenta dicho impacto en las mujeres.