Zacatecas. El dramaturgo, actor y director fue alumno de Seki Sano y Rodolfo Usigli
Con la proyección del video documental Ignacio Retes, teatrista de México, y los comentarios de Jovita Millán, continuaron las actividades del programa académico del XIII Festival Internacional de Teatro de Calle Zacatecas 2014.
Auspiciada por el Instituto Zacatecano de Cultura (IZC) Ramón López Velarde, y celebrada en el Teatro Fernando Calderón, la actividad situó a través de testimonios las andanzas profesionales y personales del dramaturgo, actor y director teatral Ignacio Retes.
Con los testimonios de Vicente Leñero, Pilar Campesino, Ignacio López Tarso, Juan Soriano, así como el de su esposa Lucila Balzaretti y su hijo Gabriel, el documental sintetizó al teatrista como “el intérprete de los conceptos”.
Heredero de las experiencias políticas, actorales y dramatúrgicas del exiliado japonés Seki Sano, así como discípulo de la logística y administración teatrales de Rodolfo Usigli, Ignacio Retes consolidó este quehacer desde sus perspectivas revolucionarias y de conciencia social para llevarlas al teatro.
Formado en la carrera de Derecho en la ciudad de San Luis Potosí, Ignacio Retes, que es a la fecha considerado como uno de los directores y dramaturgos que escribieron la historia del teatro mexicano, realizó más de 30 producciones, destacando Los hijos de Sánchez.
Jovita Millán, investigadora del CITRU mencionó que el término de teatrista fue auto acuñado por el padre de Gabriel Retes al referirse a una labor integral: director, actor, dramaturgo, productor, entre otros, pues en esa época el sustento teatral se asumía de manera autogestiva y total.
“Soy un ciudadano y teatrista de este país, escribo en este país y por tanto no podría desprenderme de ello”, aludió Ignacio Retes en el documental realizado por el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Teatral Rodolfo Usigli (Citru) hace 20 años.
“El caudillo del teatro mexicano”, según Juan Luna, fue creador del grupo escénico La linterna mágica y luchó por erradicar la censura en el teatro mexicano y el conocimiento histriónico como un mecanismo social para, posteriormente, ser introducido a lo institucional.
Dueño de una vocación que comenzó a muy temprana edad, Ignacio Retes consideró que “el teatro es un instrumento de trabajo y, por tanto, una bendición donde el entusiasmo y las ganas de unen para hacer a un hombre que no nace sino que se forma en esto”.