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Obtuvo el Premio Bellas Artes de Testimonio Carlos Montemayor 2014 por Papel es traza

 

Papel es traza es el título del texto que le hizo obtener a Gustavo Marcovich (1965) el Premio Bellas Artes de Testimonio Carlos Montemayor 2014, convocado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Gobierno del Estado de Chihuahua a través del Instituto Chihuahuense de la Cultura.

 A decir del jurado calificador, se trata de “una reveladora narración de un universo significativo, el del cultivo de estupefacientes en Estados Unidos –tan clandestino como alejado de la conversación pública–, con un estilo ágil y mordaz, y una prosa pulcra y económica. Destaca el ritmo de la narración y la pertinencia de la escritura”.

 Según Marcovich, nacido en Buenos Aires, Argentina, señaló que el título de su obra es un juego de palabras. Por un lado, hace referencia a que el papel deja huella y, por el otro, al papel estraza, que se usa para liar canutos de mariguana, señaló en entrevista.

 El contenido del libro, explicó el también químico, básicamente habla de una mujer mexicana, originaria de un determinado pueblito de provincia, “que decide cruzar la frontera para trabajar en California, específicamente en los ranchos que producen mariguana”.

 En Papel es traza, añadió el ensayista, novelista y cuentista, abordó el estado que guarda allá la producción de mariguana, es decir, “cómo se produce, en unas condiciones tan distintas a las que suceden en México, a través del testimonio de una migrante mexicana”.

 La cantidad de testimonios similares que se podrían escribir en nuestro país es infinita, comentó Marcovich. “Todos los días tenemos acceso a terribles historias, por todas partes, sobre este fenómeno; creo que se ha escrito demasiado sobre el problema del narcotráfico y de la violencia, y pareciera que es una fuente inagotable. Es un tema de conversación, todo mundo habla de ello y oye de él”, indicó el autor de El árbitro. Una prepotente existencia moral,El hombre que se llamaba Cero y Mexicanos por patria y provincia, entre otros títulos.

 En este momento, aseguró, “la literatura debe reflejar la realidad de lo que ocurre en aras de que ya no suceda; debe llamar la atención sobre estos asuntos y buscar una probable solución”.

 Marcovich señaló que un posible arreglo a este conflicto social es la legalización de las drogas. “El problema no son las drogas, porque estas siempre han existido, sino conocer por qué la gente se droga. Es algo que debe saberse para atacarse: cuál es la necesidad de drogarse”, sostuvo.

 Otro aspecto que debe analizarse es el económico. “La prohibición de las drogas deja mucho dinero, como sucedió en Estados Unidos con el combate al alcohol. Si lo que se requiere es cuidar la salud de la población, entonces más vale una buena campaña de prevención. En los últimos años ha muerto más gente por el combate a las drogas que por consumirlas. Las estadísticas no dejan mentir”, finalizó.

 Gustavo Marcovich trabajó en el Instituto Nacional de Ecología y en el Laboratorio de Análisis Físicos y Químicos del Ambiente del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México. Cuenta con muchos años de experiencia como docente de física, química y matemáticas a nivel secundaria y preparatoria en Valle de Bravo.

 Además, es coautor de los libros Percepción de la contaminación atmosférica y Gas natural, una alternativa para el transporte. Algunos de sus relatos aparecen en las antologías Estación Central bis y También el último minuto. Cuentos de futbol.

 

INFORMACIÓN DEL INBA

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