El gobernador Miguel Alonso entregó testimonio histórico a la familia del homenajeado
Reconocimiento a la labor en favor del patrimonio cultural de Zacatecas, a 100 años de su nacimiento
Con un sentido homenaje, el gobernador Miguel Alonso Reyes se unió al reconocimiento que Zacatecas le hizo a Don Federico Sescosse Lejeune, hombre que dedicó su vida al rescate, conservación y protección del patrimonio cultural e histórico de la ciudad.
A 100 años de su nacimiento, destacados arquitectos y funcionarios del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del Gobierno del Estado y la sociedad en general, recordaron al fundador de la Junta de Protección y Conservación de Monumentos y Zonas Típicas del Estado de Zacatecas.
Su vida y obra contemplan una destacada participación en la obtención de la declaratoria a Zacatecas como Patrimonio Cultural de la Humanidad, la elaboración de la legislación estatal para proteger el legado histórico, así como el rescate de emblemáticos inmuebles.
El titular del Poder Ejecutivo participó de este merecido homenaje, que incluyó la organización de talleres, conferencias magistrales y mesas redondas, acerca del trabajo del destacado zacatecano y de los retos que hoy en día enfrenta la conservación del patrimonio a nivel nacional.
Alonso Reyes reconoció que el trabajo de Sescosse Lejeune no sólo es un referente estatal y nacional, sino también internacional, por la huella indeleble de su trabajo y que, hoy, es causa de orgullo para todos los zacatecanos.
José María Muñoz Bonilla, coordinador Nacional de Centros INAH, reconoció en Sescosse Lejeune a un apasionado defensor del patrimonio tangible e intangible de Zacatecas.
Su labor en la defensa, rescate y conservación del patrimonio histórico y cultural fue ejemplar, pues durante años trabajó sin recibir remuneración alguna.
Asimismo, destacó el trabajo en materia de concientización y formación de identidad de los zacatecanos, con sus legados históricos, arquitectónicos y culturales.
Entre los edificios que rescató se encuentran el Antiguo Templo de San Agustín, la vecindad del Mesón de Jobito, el Ex Convento de San Francisco, hoy el Museo Rafael Coronel, el Museo de Guadalupe, la restauración de la fachada de La Catedral y el Templo de Santo Domingo, por mencionar algunos.
Su talento arquitectónico quedó impreso en emblemáticos monumentos como la Fuente de los Faroles y la Fuente de los Conquistadores, y su trabajo no se limitó a la capital, sino que se extendió a Sombrerete, Pinos y Jerez, a fin de frenar la destrucción del patrimonio.
Del mismo modo, apoyó los trabajos arqueológicos en los sitios La Quemada y Las Ventanas; extendió su labor para el rescate del patrimonio inmaterial como el archivo histórico y promovió la Cofradía de San Juan Bautista y las Morismas de Bracho.
Refirió que gracias a su trabajo, ICOMOS México instituyó el premio anual que lleva su nombre, para reconocer a quienes trabajan en la conservación del patrimonio.
El homenaje fue propicio para replantear los retos y desafíos que se enfrentan actualmente en la materia, con temas como la sustentabilidad de las ciudades, equilibrio medioambiental, desarrollo cultural y conservación.
A nombre de la familia, Guadalupe Sescosse Pesqueira, hija del homenajeado, agradeció las muestras de cariño y relató pasajes de su vida personal y familiar.
Finalmente, el INAH entregó un reconocimiento a la familia, al tiempo que el Gobierno del Estado otorgó un testimonio histórico por su invaluable labor por el cuidado y rescate de los edificios históricos.
Al evento acudieron Olga Orive Bellinger, presidenta de ICOMOS México; Rafael Sánchez Preza, director de la Junta de Protección y Conservación de Monumentos; Gustavo Salinas Íñiguez, director del Instituto Zacatecano de Cultura, y Carlos Augusto Torres, delegado del INAH Zacatecas.