Zacatecas. El ganador del Premio Nacional de Poesía RLV 2015 habla de su formación académica en la UAZ
Originario de Tula, Hidalgo y radicado en Zacatecas desde hace 10 años, David Castañeda Álvarez, ganador del Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 2015, comenta que fue en 2005 cuando al llegar a la entidad ingresó a la Unidad Académica de Letras de la UAZ, en la que se encontró con maestros “excepcionales” de literatura, y es ahí cuandocomienza formalmente su transitar por el mundo de las letras, “su pasión”.
Recuerda con mucho aprecio a maestros como José María Navarro, Isabel Terán, Alberto Ortiz, Marcela Gándara, entre muchos otros, de los cuales aprendió mucho. Su tesis de licenciatura se basó sobre la obra del poeta Gilberto Owen, del grupo de los contemporáneos. Estudio la Maestría en Investigaciones Humanísticas en la orientación de Literatura Hispanoamericana donde presentó un proyecto de tesis sobre José Gorostiza y su poema “Muerte sin fin”.
Actualmente trabaja como docente de Telebachillerato en una comunidad del municipio de Genero Codina, a lo que considera una gran experiencia en términos de creación al convivir con los alumnos que por estar alejados del centro, tienen una visión de la vida extraordinaria, y ese gusto por vivir todos los días.
Sobre su acercamiento a la creación poética, Castañeda Álvarez explicó que desde joven tenía inquietudes por escribir, pero le faltaba la orientación, lo hacía por imitación de los grandes poetas, “algo que me determinó como un hombre que quiere escribir fue el taller de Javier Acosta” a quien considera su “sensei”.
“En el taller muchas de las cosas que vimos fueron reveladoras en la construcción de la poesía y en la orientación de la sensibilidad a otros puntos, una escritura formal, un trabajo de depuración y constancia, la poesía no sólo es el momento de iluminación, se requiere un trabajo de constancia en el lenguaje”.
Al hecho de que sea el tercer premio consecutivo que lo recibe poetas formados en Zacatecas, externó que tiene que ver con la formación académica, donde se cuenta con grandes maestros como Gonzalo Lizardo, que orientan en el ámbito académico pero también hay lazos profundos que te van formando en el ámbito creador.
El poeta confesó que es el segundo año que participa en el Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde, ya que considera que es un premio importante y de gran tradición para cualquiera que le interesa escribir poesía.
Respecto al título de su libro ganador, “Un hombre, Una mujer y Un Mirlo”, abundó que lo eligió a partir del libro de Wallace Stevens que se llama “Trece maneras de mirar un mirlo”, donde hay un poema que sugiere ese título. “A partir de ese poema pensé que la poesía es una ligereza, es algo que ronda todos los espacios de la realidad, de la vida cotidiana”.
Agregó que la lectura de los poemas de Wallace Stevens y de otros poetas fue “cuajando” la estructura, la idea y los versos del libro.