Se trata de un bioplástico que se degrada mucho más rápido que los plásticos generados a base de hidrocarburos
“El bioplástico tiene dos características fundamentales: que se obtiene de fuentes vegetales y que es biodegradable (…) Pero tiene el mismo comportamiento que el plástico que todos conocemos”, señaló en entrevista Scott Munguía, alumno del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) y fundador de la empresa Biofase.
Asimismo, enfatizó que el producto ya no contamina el medio ambiente: “Actualmente, nuestro bioplástico se degrada en 240 días o tal vez un poco más, dependiendo del contenido microbiano del ambiente en el que se desecha”.
Scott Munguía explicó también que la investigación en torno al bioplástico desarrollado ya concluyó. “En cuanto a esta tecnología no habrá más trabajo, recuadro scot munguiacesta tecnología ya está completa, no pensamos desarrollarla más porque ya llegó a un punto de diseño que cumple los objetivos trazados”, dijo.
No obstante, reveló para la Agencia Informativa Conacyt que el trabajo realizado sentará las bases para un nuevo proyecto de investigación que consiste en el desarrollo de un bioplástico que se degrade de manera selectiva.
“En Biofase tenemos un departamento de investigación y desarrollo que tiene dos proyectos interesantes; el más importante es el desarrollo de un bioplástico que se degrade de manera selectiva, va a ser un bioplástico que te permita decidir bajo qué condiciones se va a degradar”, comentó.
Un proyecto muy viable y altamente rentable
El potencial del desarrollo de Scott Munguía es muy grande, si se toma en cuenta que México es uno de los países líderes en producción de aguacate. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la producción de dicho fruto abarca poco menos del uno por ciento de la superficie cultivable nacional.
Esa superficie representa 150 mil hectáreas plantadas que durante 2012 generaron 1.3 millones de toneladas de aguacate, y aproximadamente 1.5 durante 2013. Por su parte, Scott Munguía señaló que el esquema de captación del insumo, es decir, la semilla del aguacate, se hace a través de acuerdos de colaboración con empresas dedicadas a la fabricación de productos a base de este fruto, principalmente algunas compañías del sector alimenticio.
“Hay una producción muy grande de desechos de aguacate, cerca de 300 mil toneladas anualmente. Esa es una cantidad que puede satisfacer, de acuerdo con nuestros cálculos, hasta el 20 por ciento de la demanda global de bioplástico”, manifestó.
¿Cómo se produce el bioplástico?
Primero se extrae el biopolímero de la semilla de aguacate y posteriormente pasa por dos procesos muy importantes de modificación química, para que se convierta en un insumo viable para la producción de bioplástico.
“Primero es la extracción, luego un proceso que modifica químicamente el biopolímero y finalmente pasa por un proceso de transformación de biopolímero a plástico biodegradable”, explicó Scott Munguía.