Zacatecas. Se aplicó en 57 grupos de 3 secundarias con resultados tangibles: decrecieron 29 por ciento los gritos y 8 por ciento las palabras ofensivas, entre otros

En 57 grupos de tres secundarias se realizaron distintas actividades enfocadas al cambio de hábitos de convivencia y normas de conducta

La disminución de conductas violentas en el entorno escolar, así como una mejora en los hábitos de convivencia entre alumnos y entre éstos y sus profesores, fue el resultado de la intervención realizada en tres secundarias de la capital por un grupo especializado en prevención de la violencia escolar, encabezado por Lucila Guerra Delgado, presidenta de la asociación Convive Feliz.

Al presentar los resultados de dicha intervención ante la alcaldesa Judit Guerrero López, la secretaria de Educación Gema Mercado Sánchez, regidoras y regidores del ayuntamiento capitalino, así como directores de varios planteles, recordó que ésta fue puesta en marcha luego del diagnóstico realizado a finales del ciclo escolar pasado en tres secundarias de la capital.

Lucila Guerra detalló que participaron 57 grupos de alrededor de 35 alumnos cada uno, en las secundarias 1, 2 y 3, de esta capital, con quienes, previamente, se realizó el diagnóstico y en él se reflejaron varias actitudes personales que las y los jóvenes toman ante diversas circunstancias, académicas y personales, así como hacia los profesores e incluso en el ambiente familiar.

Éstas reflejaron la existencia de violencia que van desde el daño a sus cosas y un trato con indiferencia, hasta las agresiones verbales y físicas.

Para combatir este fenómeno social, abundó, se realizó un taller para los alumnos con siete sesiones por grupo, conferencias y pláticas con especialistas; también se trabajó con madres y padres de familia, con quienes se realizaron cuatro talleres, marchas exploratorias, conferencias magistrales sobre cyberbullying y la importancia de la familia en el desempeño académico.

En tanto, con los docentes se trabajaron talleres sobre mediación escolar.

Entre los resultados de esta intervención se determinó que en el aspecto de la violencia psicológica constante, decrecieron en 29 por ciento los gritos; en 8 por ciento las palabras ofensivas; y en 35 por ciento, el hacerlos (o sentirse) que no sirven para nada.

De igual manera presentó un incremento el diálogo para solucionar conflictos, así como el reportarlos a los docentes en vez de resolverlos mediante la agresión y disminuyó solucionarlos a golpes.

A los equipos con mejores resultados se les otorgaron algunos incentivos, como salidas en conjunto al cine, lo que propició momentos de sana convivencia fuera del plantel, en el que privaron el respeto y la cordialidad.

Tras escuchar estos resultados, la alcaldesa celebró que las y los jóvenes hayan respondido a estas acciones que tienen como objetivo generar un mejor ambiente en sus escuelas; sin embargo, resaltó que el reto es “sacar” estas actividades de los planteles educativos para aplicarlos en sus espacios familiares y de convivencia vecinal.

El reto no es sencillo, dijo, pero se habrán de buscar alternativas para que algunos de los hábitos de convivencia inadecuados que se registran en las aulas, cambien en sus entornos personales, y ello se vea reflejado incluso, en espacios públicos no grafiteados ni dañados, pero, sobre todo, en jóvenes con una mejor autoestima.

La secretaria de Educación reconoció el esfuerzo del ayuntamiento por implementar acciones como esta en las escuelas, y compartió la reflexión de que este tipo de programas deben fortalecerse para que, por la inercia misma de las conductas sociales, no queden en las intenciones.

También asistieron la presidenta del Observatorio de Justicia y Derechos Humanos de Mujeres y Niñas, Mara Muñoz Galván, y el comisario Juan José Rangel Martínez, director de Seguridad Pública de la capital, entre otros funcionarios.