El Supdacobaez exige el cumplimiento de 7 puntos o paralizará al subsistema el próximo 4 de marzo
Cumplimiento de 7 puntos o huelga, consigna del Sindicato Único del Personal Docente y Administrativo del Colegio de Bachilleres del Estado de Zacatecas (Supdacobaez), cuyos integrantes colocarían las banderas rojinegras al mediodía del próximo 4 de marzo.
El secretario general del gremio, Gerardo García Murillo, denunció la falta de interés de las autoridades para revisar y acordar soluciones a las demandas.
En conferencia de prensa, detalló las peticiones:
1) Entrega del fondo de ahorro de enero y febrero del año en curso, retención que es recurrente y que en esta ocasión asciende a 2.5 millones de pesos, situación que afecta a mil 100 trabajadores.
2) Liberar las cuotas sindicales de los dos primeros meses de 2019.
3) Pago del bono de puntualidad y asistencia a 3 maestros que están en año sabático.
4) Pago de días económicos no disfrutados a esos docentes.
5) Publicación de la convocatoria de estímulo económico del personal administrativo; los trabajadores que cubran los requisitos reciben de 3 a 5 mil pesos anuales.
6) Recategorización del personal administrativo.
7) Respeto al convenio de viabilidad financiera firmado con el gobierno estatal en 2017, a fin de solventar la crisis económica del Cobaez.
Este último punto, enfatizó García Murillo, pudiera trabar las negociaciones con la Dirección General del Colegio y la Secretaría de Finanzas (Sefin), ya que está en juego un ahorro de 35 a 40 millones de pesos.
Este dinero, agregó, iría al saneamiento de las finanzas del subsistema, pero el gobierno estatal disminuyó el presupuesto 2019 a 158 millones de pesos, cuando el año pasado fue de 200.
El déficit de 42 millones de pesos se cubriría con el ahorro de los trabajadores, mediante 6 a 8 prestaciones cuyo pago se modificó en términos fiscales.
Sin embargo, al no cumplir las autoridades con lo pactado, el Supdacobaez pedirá la derogación del convenio y que se pague al personal como se hacía antes de 2017, advirtió Gerardo García.
Es el punto más complicado, dijo.