Docentes de la UAZ tratan de observar si hay algún factor genético que pudiera estar involucrado en la respuesta o en la toxicidad de este medicamento
Es importante porque al momento que podamos predecir cómo se da la respuesta ante este fármaco el médico puede personalizar la dosis: Susana Godina
Docentes de la Unidad Académica de Ciencias Químicas (UACQ) de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ) investigan las características y evalúan los efectos de un fármaco que se utiliza para el tratamiento de enfermedades como la leucemia y artritis reumatoide, con el fin de observar si hay algún factor genético que pudiera estar involucrado en la respuesta o en la toxicidad de este medicamento.
“Nuestra línea de investigación en la UACQ, es estudiar el papel de los xenobióticos en los seres vivos y ahora en específico estamos trabajando con un fármaco llamado metotrexato (MTX), el cual se administra a pacientes con leucemia linfoblástica y a pacientes con artritis reumatoide”, explicó la docente investigadora de dicho programa académico, Susana Godina González.
Según la investigadora, la diferencia entre estos dos tipos de enfermedades es que en el caso de la leucemia se aplica a dosis muy elevadas y en pacientes con artritis reumatoide son dosis más bajas, por lo que en este momento se están enfocando en personas con artritis reumatoide que son quienes tienen una dosis baja y que los efectos que se observan son de forma crónica.
“Nosotros estamos interesados en evaluar pacientes que tengan esta enfermedad y que se estén tomando este fármaco, valoramos sus características fisiológicas y de respuesta ante este medicamento, es decir, observamos su capacidad de movilidad, las actividades que realizan de manera independiente, pero también la respuesta inflamatoria y la probable respuesta tóxica que pudieran tener” señaló.
Al hablar de la manera en la que realizan el procedimiento, la docente universitaria comentó que al momento de citar a los pacientes, se les realiza una muestra de sangre, en donde se toma biometría hemática y un perfil hepático así como muestras de orina. Mencionó que con esto, ellos se pueden dar cuenta si el fármaco está teniendo un efecto tóxico en los pacientes, de los cuales generalmente son mujeres y que incluso algunas de ellas, han tomado esta medicina por varios años.
Explicó que se está trabajando con un gen que se encarga de la actividad de los folatos, los cuales son precursores de los ácidos nucleicos.
“El metotrexato es capaz de interferir en la síntesis de ácidos nucleicos, uno de estos genes es el Metilentetrahidrofolato reductasa que tiene varios polimorfismos genéticos, de estos buscamos dos específicamente que son los que están señalados a nivel internacional que pudieran tener mayor relevancia”, dijo.
En este sentido, Susana Godina aseveró que, se hace una extracción de ADN, de las muestras que se toman de los pacientes y al obtenerlo se realiza una amplificación del gen con el que están trabajando.
Finalmente, enfatizó que esta acción es muy importante porque, “al momento que podamos predecir como se da la respuesta ante este fármaco el médico puede personalizar la dosis, lo cual es parte de la medicina del futuro, que se pueda definir si es menor o mayor la concentración que se le puede dar a un paciente, sin necesidad de estar viendo los efectos hasta que éste responda, sino que de manera predictiva estos polimorfismos permitan decidir desde antes o desde el momento en que se le está administrando este fármaco a las pacientes”.