*Campañas presidenciales evaden los temas de fondo, criticó el docente de la UAZ
*México requiere de manera urgente una “revolución estructural” para superar graves rezagos
*De alto riesgo, el debilitamiento de la democracia mexicana, advirtió el coordinador de Ciencias Sociales
ANGEL AMADOR SANCHEZ
En 71 años de gobierno, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya probó hasta dónde puede llegar en la transformación de México, dijo Oscar Cuevas Murrillo, coordinador electo del área de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Zacatecas (UAZ).
Y remató: creo que ya tuvo su oportunidad.
Sin embargo, para el docente-investigador lo trascendente sería que el próximo Presidente de la República impulsara una “revolución estructural”, a fin de sacar al país de la grave situación que enfrenta en materia económica y social.
No hay duda de que sólo hay una propuesta radical, pero “tampoco podemos asegurar que tenga la varita mágica y que vaya a poder con el paquete”, señaló en alusión al proyecto de Andrés Manuel López Obrador, abanderado de las izquierdas.
Entrevistado en el programa Los Periodistas, Radio Zacatecas, Cuevas Murrillo advirtió que la transición democrática mexicana ha entrado en una fase de debilitamiento de alto riesgo, por lo cual es necesaria la “revolución estructural”
Esta, explicó, consiste en la transformación a fondo de todas las estructuras que componen la sociedad, incluida la democracia. Es urgente el cambio, agregó, porque basta con revisar cifras, por ejemplo, referentes a la pérdida de empleo, del poder adquisitivo de los mexicanos o la situación en el campo.
Subrayó que ningún cambio llegará desde arriba por acuerdos de cúpula, ni de grupos de interés o de poderes:
“Esto tiene que bajar, tendría que ser a la inversa, con un movimiento fuerte, en el cual la sociedad interprete lo importante de su participación, pero -para creer en eso- alguien le tiene que indicar por dónde se debe transitar. De lo contrario, creo que vamos a tener más de lo mismo”.
¿Qué es más peligroso, el retorno del PRI a Los Pinos o el triunfo de López Obrador?, se le preguntó.
-Bueno, desde luego son posiciones muy encontradas, pero creo que este país tiene historia. Sin embargo, más que interpretaciones personales, tendríamos que revisar qué pasó en más de 70 años de gobiernos priístas y analizar si la alternancia que llevó al PAN a Los Pinos, trajo consecuencias positivas a este país.
LAS CAMPAÑAS PRESIDENCIALES
Cuevas Murrillo criticó la superficialidad de las campañas presidenciales, que han dejado al margen entrarle de fondo a los asuntos de educación, salud, empleo. Lo importante, por desgracia, es vender una mercancía que se oferta en los medios, especialmente los televisivos, dijo.
Indicó que por los intereses que están en juego, las actividades proselitistas de los candidatos a la Presidencia se llevan las palmas, mientras las otras, para renovar el Congreso de la Unión, no importan.
Entonces, añadió, todo se reduce a dimes y diretes entre los aspirantes a ocupar Los Pinos, no a proponer soluciones a los grandes problemas del país.
“Hacen a un lado las preocupaciones reales de México en el ámbito internacional y sobre los problemas internos que son gravísimos. Para el caso de Zacatecas, por ejemplo, no hay una propuesta que vincule, que haga ver como parte de un todo, estructural, la problemática del desempleo, el campo, la educación”.
Y sentenció: “los mexicanos no nos merecemos esas campañas, centradas en el impacto mediático, como si fueran telenovelas”.
PROYECTOS TIBIOS
Durante la entrevista, el coordinador electo del área de Ciencias Sociales apuntó que las directivas nacionales del PRI y PAN, así como sus candidatos a la Presidencia, están asumiendo una postura muy crítica hacia el abanderado del Movimiento Progresista.
A partir de las encuestas, en especial la reciente del periódico Reforma que da virtual empate técnico entre Peña Nieto y López Obrador, han desplegado nuevas estrategias, compartidas, en términos de entrar a una fase ya conocida en la campaña de 2006 contra AMLO.
Panistas y priístas tratan de rescatar la “novela policiaca” que giró en tornó a López Obrador hace seis años, ya están en esa fase y echan mano de nuevas cartas.
¿La radicalización del PRI-PAN, a menos de un mes de los comicios, es por el avance de AMLO?
-Sin duda tiene que ser eso, porque de otra manera las campañas hubiesen seguido en una inercia, sobre la base de las encuestas previas que daban un triunfo contundente a Peña Nieto.
Y completó su idea: hemos entrado en una etapa en la cual alguien sí sabe, con exactitud, los números entre los candidatos y que es necesario un cambio de estrategia si quieren equilibrar o, cuando menos, garantizar resultados positivos que, en este caso, espera el candidato del PRI.
Pese a la encuesta de Reforma, Cuevas Murrillo reconoce que un gran número de estudios de opinión aún da la victoria con relativa ventaja al ex gobernador mexiquense.
En este punto, retomó que el viraje en la estrategia electoral no se orienta a tocar el fondo de los grandes problemas nacionales, regionales y locales; eso sigue al margen.
El docente universitario precisó que los candidatos presidenciales sí tienen proyectos específicos, pero al final de cuentas no se exponen de manera contundente.
“Falta claridad en las propuestas, no dicen en concreto que proponen, parece que hablan en abstracto y que nunca particularizan nada”, deploró.
Explicó que hay una tendencia por las vías del PRI-PAN a darle continuidad a un proyecto que fundamenta su desarrollo en los capitales externos, en la inversión, en el comercio internacional y el crecimiento hacia afuera.
También, aunque a veces se declara de manera muy tibia, está el otro proyecto, el de AMLO, que pretende de una u otra forma regresar al estatismo, consolidar de nuevo en México un Estado fuerte que contenga la rectoría del desarrollo en todos los sectores.
No obstante, insistió el entrevistado, en términos estructurales, salvo que se busquen entre líneas, no dicen de manera contundente hacia dónde van, se quedan en esbozos tibios.
IRRUPCION DEL 132
Respecto a la inesperada aparición en la coyuntura electoral del ahora denominado Yo soy 132, el politólogo de entrada subrayó que es un movimiento de expresión legítimo que hacía falta en México, sobre todo porque surge de la inconformidad de los jóvenes.
Tiene un origen muy sano, pero se observa e informa que de pronto hay infiltrados de partidos políticos, lo cual es inevitable, pero desde el punto de vista de las reflexiones es muy positivo, agregó.
“Sin el 132 se hubiera corrido el riesgo de vivir campañas como muchas de las anteriores”.
Es un movimiento del que se desconoce hasta dónde puede llegar, aunque por los antecedentes de 1968, ha causado temor entre algunos sectores del poder. Los jóvenes están formulando directrices y una agenda a las que darán seguimiento después de las elecciones, enfatizó.
“Hay que ir tomando nota de sus acciones y planteamientos, es una historia reciente, para que luego las valoraciones no salgan tan equivocadas”.
Otra característica del proceso electoral en marcha, abundó el entrevistado, es la tecnología y su manifestación en las redes sociales, aunque todavía faltan investigaciones para conocer la verdadera trascendencia del uso del Facebook y Twitter, pero sin duda son elementos que marcan diferencia respecto a las jornadas comiciales del pasado. Son inéditos y, por ende, tienen que valorarse, puntualizó
Oscar Cuevas anticipa que tarde que temprano, como ya sucedió en otros países, el uso de las redes deberá ser regulado jurídicamente, a riesgo de que algunos aspectos pierdan frescura, siempre y cuando las reglas no atenten contra la libertad de expresión, derecho que debe vigilarse y cuidarse en México al máximo.
Para concluir, visualiza los posibles escenarios tras el cierre de casillas el próximo 1 de julio:
Puede repetirse el de 2006, con López Obrador desconociendo el triunfo y a la autoridad, y a la cabeza de la toma del Zócalo. “Quisiera pensar que ese no será el escenario”.
Por otra parte, el triunfo definitivo de Peña Nieto.
“Debemos esperar, ver qué pasa en estos últimos días de campañas, que nos darán algunos indicadores de hacia dónde puede transitar la elección”.
Y quien resulte vencedor, concluyó, “ya sabrá que le espera una responsabilidad grande de transformar, sino todo, sí muchas de las cosas que tenemos en México; no será fácil porque en este país permitieron que se arraigaran intereses de capitales externos que no se van a mover así como así”.