Los mexicanos que viven en EU se han ganado el respeto por su contribución al desarrollo de ese país, dijo el alcalde de Guadalupe
El presidente municipal de Guadalupe, Julio César Chávez Padilla, repudió los últimos sucesos racistas y criminales contra mexicanos radicados en Estados Unidos.
Afirmó que los paisanos no piden respeto porque éste se lo han ganado por la contribución a la economía, desarrollo y a la multiculturalidad que distingue a la Unión Americana.
En peculiar video subido a las redes sociales, el alcalde fijó su postura mientras corría por las calles del estado de Utah en favor de los connacionales que viven allende del Río Bravo.
Chávez Padilla, quien realiza una gira de trabajo en la ciudades de Salt Lake City y Sandy, narró que al salir del lugar donde pernocta para hacer ejercicio, un paisano le advirtió que se quitara la gorra grabada con el nombre de México, pues dado los recientes tiroteos y actos xenofóbicos, podría crearle algún peligro.
El alcalde no se quitó la cachucha y aprovechó esta advertencia para hacer algunas reflexiones sobre la problemática recrudecida contra los paisanos en Estados Unidos.
De entrada estableció que "debemos ser ciudadanos del mundo" y atender las "necesidades humanas fundamentales", ya que "todos necesitamos de todos", más allá de las diferencias de raza, religión o nacionalidad.
Entre saludos y algunos desaires de la gente que se encontraba a su paso, el presidente municipal ratificó su orgullo de ser guadalupano, zacatecano y mexicano, "en cualquier parte de la faz de la tierra y fuera de ella; jamás dejaré de serlo".
Exigió que no se criminalice, detenga o excluya a las personas que no han cometido falta alguna.
El alcalde de Guadalupe, cabe apuntar, se reunirá con el gobernador y el vicegobernador de Utah, así como con senadores y congresistas de ese estado. También, con autoridades consulares mexicanas e integrantes de la Federación de Mexicanos Unidos.
Antes de concluir su trote por las calles de Salt Lake City, Julio César Chávez ratificó su dicho de que "siempre los buenos somos más", y enfatizó que "debemos preocuparnos por los que corrompen el sistema, lo que quitan la esperanza, las oportunidades y el ánimo de vivir a nuestros connacionales" en Estados Unidos y en cualquier país.
Y reafirmó: "no pedimos respeto, nos lo hemos ganado".