Políticas públicas insuficientes ante incidencia en ascenso

ANAIZ ZAMORA MÁRQUEZ

Cimacnoticias | México, DF.

Mediante la incidencia de la sociedad civil se logró reducir en México el porcentaje de menores de edad sin derechohabiencia, y el número de niñas y niños sin un registro oportuno de su nacimiento, pero la cifra de niñas y adolescentes que presentan un embarazo es todavía un gran reto para el país.

Por décimo año consecutivo, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) evidenció las diversas problemáticas de desigualdad, discriminación y falta de acceso a servicios de salud y educación que enfrentan niñas, niños y adolescentes, en su informe “La infancia cuenta en México 2014”.

Durante la presentación hoy de la publicación, Juan Martín Pérez García, director de la Redim, explicó que desde hace 10 años la Red busca incidir en la toma de decisiones a favor de los derechos de la infancia, mediante la generación de datos que señalen las condiciones que enfrenta esta población.
 
Apuntó que a una década de distancia, mediante la generación de estadísticas y de incidencia ciudadana se han tenido logros importantes, pero se enfrentan aún muchos desafíos. 
 
Un logro que destacó Pérez García fue el incremento de 9 puntos porcentuales entre 2005 y 2012 en la población que obtiene su acta de nacimiento, al pasar de 75 a 84.3 por ciento.
 
También se amplió la garantía de acceso de niñas y niños a los servicios de salud, aunque el 32 por ciento aún no tiene derechohabiencia.
 
En contraste –acotó el director de la Redim–, la maternidad adolescente representa uno de los temas sensibles para las organizaciones civiles, pues la incidencia se ha mantenido en ascenso, ya que entre 2005 y 2012 el número de niñas de entre 15 y 17 años de edad que fueron madres aumentó en un 6 por ciento.
 
“Es evidente que requerimos aún concentrar muchos más esfuerzos en estas jóvenes”, convocó el activista.

Alejandra Ortega, niña del estado de Hidalgo que colabora con la Redim, consideró que este “es un dato alarmante que yo conozco como niña, porque sé que me puede llegar a suceder y a cualquiera le puede pasar”.
 
En ese sentido, pidió que la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes –recientemente anunciada por el Ejecutivo federal– “no sólo se tenga en un papel”.
 
Cuando presentan un embarazo, “las niñas abandonan la escuela y ya no pueden estudiar; para mí es importante que las niñas puedan ir a la escuela al igual que los hombres; hemos demostrado que nosotras también queremos tener una buena educación, por ejemplo son más las niñas que terminan la secundaria.

“Nosotras y nosotros somos el futuro, pero para mejorar nuestro futuro necesitamos un buen presente”, advirtió Alejandra.   

En su intervención, Ricardo Bucio Mújica, presidente del Consejo Nacional para Prevenir y Eliminar la Discriminación (Conapred), enfatizó que en la mayoría de los puntos analizados por la Redim la población más desfavorecida son las mujeres, lo que evidencia la necesidad de continuar enfocando los esfuerzos en la construcción de una ciudadanía más justa e inclusiva.
 
Otro de los puntos de preocupación para la Redim en su informe es el acceso de las y los adolescentes a la educación media superior, así como el incremento en el índice de obesidad.