México está en espera de 26 ciclones tropicales en ambos océanos y sus consecuencias son impredecibles aún
Advierte de muchas lluvias, pero no generalizadas, ya que habrá sequía en varios estados
Debido a la persistencia, desde el otoño de 2014, de valores por arriba del promedio en la temperatura superficial del mar en el Océano Pacífico central, diversas organizaciones meteorológicas internaciones y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) declaran la presencia del fenómeno de El Niño en 2015.
Como resultado del desarrollo de El Niño, se pronostica que en el transcurso del próximo verano se registre una temporada con un número de ciclones tropicales por arriba del promedio histórico, en el noreste del Océano Pacífico.
En su primera proyección a largo plazo de la temporada de ciclones tropicales 2015 para el Pacífico Nororiental y el Océano Atlántico, el SMN indica que la actividad ciclónica en el Océano Pacífico se ubicará por arriba del promedio histórico, con la formación de 19 ciclones tropicales con nombre: 8 alcanzarían la categoría de tormentas tropicales, 7 serían huracanes fuertes (categorías 1 y 2 en la escala Saffir-Simpson) y 4 serían huracanes intensos (categorías 3, 4 o 5).
Para el Océano Atlántico, los predictores de la Universidad Estatal de Colorado, Estados Unidos de América, Philip J. Klotzbach y William M. Gray, pronostican baja actividad ciclónica, con 7 ciclones con nombre, 4 de los cuales alcanzarían la categoría de tormentas tropicales y 3, la de huracanes.
Para el esquema de predicción se consideraron los análisis actuales de las condiciones atmosféricas y oceánicas, que indican que los años con más correlación con 2015 son 1982, 1986, 1991, 1994, 2003 y 2014.
Aunque no es posible indicar con certeza cuántos de los 25 ciclones tropicales que se tienen previstos para 2015, podrían afectar a la República Mexicana, ni en que fechas o con que intensidad, el SMN señala que, de acuerdo con las estadísticas, el promedio de afectación directa de ciclones tropicales en México por temporada es de 2.9 en el Pacífico y de 1.8 en el Atlántico (Caribe y Golfo de México), es decir, 5 ciclones por temporada, en promedio.
El record máximo de impacto de ciclones en México, en una temporada, es de 9, cifra que se alcanzó en 1971, 2010 y 2013. En contraste, el mínimo de incidencias es de 1, registrado en 1985.
La media del período de 1949 a 2014, de formación de ciclones tropicales con nombre en el Pacífico Nororiental es de 13.3, y en el Atlántico es de 11.1. El record en una temporada en el Océano Pacífico es de 24 ciclones nombrados, ocurridos en 1992, y en el Océano Atlántico es de 2005, cuando se nombró a 27 ciclones. En contraste, el mínimo de formación de sistemas ciclónicos fue de 4, en el Pacifico en 1953 y en el Atlántico en 1983.
En México, de 1970 a 2014, los estados con más impactos de ciclones tropicales fueron Baja California Sur con 44; Sinaloa, 41; Quintana Roo, 39; Veracruz, 37; Tamaulipas, 34; Michoacán y Jalisco, 30; Colima y Guerrero, 27; Campeche y Chiapas 24; Yucatán y Oaxaca 21, y Sonora y Nayarit, 20.
De acuerdo con el Plan Operativo de Huracanes de la IV Región de la Organización Meteorológica Mundial, que incluye América del Norte, América Central y Mar Caribe, los nombres que se asignarán en la temporada 2015 ya son oficiales y aparecen en el listado adjunto.
Los resultados de las proyecciones a largo plazo deben tomarse con reservas, debido a las variaciones en la distribución e intensidad de los patrones de circulación de la atmósfera y del océano. La información presentada es únicamente una guía en materia de planeación y prevención.
Por otra parte, los análisis realizados por el Servicio Meteorológico Nacional, a partir de casos pasados de El Niño, indican que de prevalecer así el fenómeno, se prevé que en el transcurso de la primavera de este año, se registren precipitaciones acumuladas por abajo del promedio en gran parte de la Península de Yucatán, el sur y el sureste de México.
Durante el verano habría lluvias por arriba de la media en Chiapas, la Península de Yucatán, el centro y el norte del litoral del Golfo de México, el centro, el norte y el noroeste del país; mientras que en el Pacífico Sur, particularmente en Guerrero y Oaxaca, se mantendría el déficit de precipitaciones.