SILVIA NÚÑEZ ESQUER*
Cimacnoticias
Claudia Artemiza Pavlovich Arellano ganó los comicios a la gubernatura; se convertirá en la primera gobernadora en la historia del estado de Sonora al triunfar en las elecciones intermedias de este domingo 7 de junio. El resultado preliminar es irreversible, apunta la autoridad electoral.
Según el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEE), al momento de cerrar el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) las cifras para elección a la gubernatura daban 47.49 por ciento de la votación a la candidata de la coalición PRI-PVEM-Panal.
En tanto, 40.77 por ciento de los sufragios son para el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Javier Gándara Magaña. Al candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Carlos Navarro, correspondió 3.50 por ciento; al de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Javier Lamarque, 2.68 por ciento; al del Partido del Trabajo (PT), Jorge Moreno Berry, 1.44 por ciento, y a Encuentro Social 1.04 por ciento.
Es significativo que siendo éste el primer proceso electoral en el que por ley los partidos estuvieron obligados a la paridad de género en candidaturas (50 por ciento de mujeres y 50 por ciento de hombres), haya sido una mujer quien obtuviera la mayor votación, no obstante que para el Ejecutivo estatal los institutos políticos no estaban obligados a presentar candidaturas de uno u otro sexo.
Al igual que su madre, María Alicia Arellano Tapia, Claudia Pavlovich pasará a la historia como una pionera en la política sonorense al convertirse en la séptima mujer gobernadora en México y la primera en la entidad.
No es extraño que sea el PRI el partido que la haya llevado a esa posición pues de las seis gobernadoras con que ha contado el país, cuatro han sido de su partido; ella será la quinta.
El PRD ha impulsado a dos, una de ellas sustituta del Jefe de Gobierno del DF. El PAN no ha colocado aún gobernadora alguna.
Lo interesante será visualizar si el triunfo de Claudia Pavlovich favorece a las mujeres. Es licenciada en Derecho; ha sido presidenta del comité directivo municipal y estatal del PRI; regidora del ayuntamiento de Hermosillo –capital del estado–; diputada local y senadora, cargo que desempeñaba cuando decidió contender por la gubernatura.
Como senadora participó en las comisiones de Comunicaciones y Transportes, Educación, Pesca y Acuacultura, y la de Protección Civil. Ninguna relacionada con el avance de las mujeres, ni la igualdad de género, pero sí con el impulso de las llamadas reformas estructurales empujadas por el Ejecutivo federal, correligionario de su partido, las cuales apoyó desde su curul en San Lázaro.
Justo para finalizar la 58 Legislatura local, a la cual Pavlovich pertenecía en 2009, ocurrió el incendio de la Guardería ABC en el que perecieron 49 niñas y niños y más de 100 resultaron con lesiones de diversos grados.
En su momento, la entonces diputada estatal optó por expedir una carta de recomendación a algunos de los dueños de la estancia infantil subrogada del IMSS, que obran en el expediente y que llevaban como finalidad aportar elementos para ser valorados por el juez, intentando demostrar que son personas confiables, responsables y de probada solvencia moral.
Este acto le valió que madres y padres afectados repudiaran la acción, pues esperaban neutralidad en su actuación, al igual que en la de todos los poderes, y en todo caso, como servidora pública, que se pusiera en el lugar de las víctimas y no de los responsables.
Recientemente, Abraham Fraijo, padre de Emilia Fraijo, una de las niñas fallecidas en el incendio, denunció que la candidata del PRI a la gubernatura no sólo no ha pedido perdón a las y los afectados, sino que no ha convocado abiertamente y en forma transparente a las familias afectadas para plantear su posición como próxima gobernadora sobre el caso ABC.
Por si fuera poco, el padre afectado dijo que sí se reunió “en lo oscurito” con algunas de las y los progenitores de las víctimas de la ABC.
Por su parte, Patricia Duarte Franco, madre de Andrés Alonso García Duarte, otro de los niños fallecidos, declaró en el mitin de conmemoración del sexto aniversario de la tragedia, que el Ejecutivo federal no ha accedido a recibir al Movimiento 5 de Junio, violando su derecho de petición.
Al respecto, Claudia Pavlovich no ha dicho palabra alguna, ni ha expresado si será intermediaria para que Enrique Peña Nieto reciba a las familias que lo solicitan, o si impulsará alguna acción para apoyar la demanda de justicia.
Quien dirigirá la administración estatal por los próximos seis años recibe el estado de Sonora con una grieta de sangre muy profunda. Con una herida viva que sólo sanará cuando las y los responsables reciban la sanción que cada uno merece de acuerdo con su grado de responsabilidad, tal como lo demandan las y los afectados.
Financieramente, Pavlovich recibe la entidad con números rojos, en quiebra, víctima del saqueo que llevó al grado más bajo los servicios de salud y de educación, básicos para el desarrollo de una comunidad.
Sonora tiene varios presos políticos por hacer activismo contra el proyecto más ambicioso del gobernador panista que pronto terminará su administración: el acueducto que afecta a la nación Yaqui, sin contar con que pasa por su territorio sagrado.
Pavlovich recibe un río Sonora contaminado y a unos habitantes que claman porque se destierre a Grupo México del estado. El cáncer y otras enfermedades han empezado a aparecer entre las y los pobladores en torno al afluente, incluso entre la población infantil. Por ello otra de las grandes demandas es la instalación de un hospital de alta especialidad en alguno de los pueblos del río.
A diferencia de lo que ha expresado en algunas ocasiones –que viene de la “cultura del esfuerzo” –, Claudia Pavlovich Arellano no emana de las clases populares. Por ello no ha tomado el pulso a la pobreza.
Ella no viaja en transporte público, ni necesita hacer sus revisiones médicas en el Seguro Social, el ISSSTE, ISSSTESON o utilizar el Seguro Popular para ir al Hospital Integral de la Mujer, el cual tiene amplia fama de maltratar a las mujeres que van a dar ahí por falta de recursos.
Pavlovich no ha dicho qué hará para disminuir la incidencia del embarazo en adolescentes, que en Sonora ha llegado a constituir 27 por ciento de los nacimientos reportados por la Secretaría de Salud.
Tampoco ha mencionado qué va a hacer para fortalecer a las instituciones procuradoras de justicia para operar un protocolo de investigación del delito de feminicidio con perspectiva de género.
O bien, qué hará para prevenir los asesinatos de mujeres, con el impulso de las órdenes de protección para víctimas de violencia de género.
No hemos leído o escuchado de ella que impulsará los servicios de salud necesarios para las niñas y mujeres violentadas sexualmente y que resultaron embarazadas por su violador, incluida la interrupción legal del embarazo, tal como lo permite el Código Penal del estado y lo estipula la NOM 046.
Cuando conozcamos ese plan atravesado por la voluntad para apoyar el avance de las mujeres y las niñas de Sonora, y cumplir el objetivo de obtener justicia, cada quien podrá responderse: ¿Sirvió de algo tener a la primera mujer gobernadora en Sonora?
Twitter: @mujersonora
*Periodista integrante de la Red Nacional de Periodistas y directora del blog Mujer Sonora (http://mujersonora.blogspot.mx/).