Zona de Reflexión
LUCÍA LAGUNES HUERTA*
Ya lo dice la filósofa española Amelia Valcárcel, los argumentos para justificar la discriminación contra las mujeres no son novedosos ni originales, se repiten a lo largo del tiempo. Lo sorprendente es que pasados los años se sigan considerando descubrimientos y se invierta en ellos.
En días pasados una nueva publicación científica dio a conocer una revelación sobre el comportamiento del cerebro masculino ante la belleza femenina que se resume en el título de la noticia: “La ciencia lo confirma: las mujeres bellas vuelven irracionales a los hombres”.
Es decir, ya se tenía la sospecha de que esto pasaba y ahora la ciencia les ha dado la razón.
El artículo resume la investigación realizada por psicólogos asiáticos, quienes dicen haber demostrado que el cerebro masculino pierde momentáneamente la conciencia de la justicia y la injusticia ante las mujeres atractivas.
Dónde está parada la ciencia ante la emergencia del mundo, por qué gastar dinero en la banalidad cuando la humanidad exige otra cosa.
Estudios de comercio justo revelan que las enfermedades tropicales provocan más del 11 por ciento de las muertes en todo el mundo. La iniciativa Medicamentos para Enfermedades Olvidadas (DNDI) señala que entre 1975 y 2004 se aprobaron mil 556 nuevos medicamentos, pero sólo 21 (1.3 por ciento) “fueron desarrollados específicamente para las enfermedades tropicales y la tuberculosis”.
Si esto no es suficiente, en todo el mundo hay 3.2 millones de menores de edad con VIH/Sida. Cada día mueren 530 por esta causa, en su mayoría en África Subsahariana. Nueve de cada 10 niñas y niños con VIH/Sida no pueden acceder a los medicamentos antirretrovirales que pueden salvarles la vida. La mitad de ellos morirá antes de cumplir los dos años de edad si no recibe tratamiento.
En México, la mortalidad por cáncer de mama se ha duplicado en los últimos 20 años y se ha convertido en la segunda causa de muerte en mujeres de 30 a 54 años de edad. Mientras que el cáncer cérvico uterino representa la primera causa de muerte por neoplasia en mujeres mayores de 25 años, reveló en 2013 la Revista de Investigación Clínica Medigraphic.
Las prioridades están invertidas. Durante años la investigadora mexicana Leticia Rocha Zavaleta trabajó para lograr la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano sin lograr los recursos necesarios, finalmente las farmacéuticas ganaron y obtuvieron la vacuna.
En México el Programa de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) tiene presupuestado 88 mil 54 millones de pesos para 2015, lo cual no representa ni 0.4 por ciento del Producto Interno Bruto, cuando la Constitución mandata al gobierno a invertir como mínimo uno por ciento del PIB.
¿Dónde está parada la ciencia? ¿Cuál es su compromiso con la humanidad y su desarrollo? ¿Quiénes financian investigaciones que sirven para reforzar los estereotipos de género y justificar la desigualdad?
Como bien señala el sociólogo S. Romi Mukherjee, la ciencia y la tecnología requieren que los científicos vayan más allá de saber cómo se relaciona su trabajo con los Derechos Humanos, exige que se esfuercen para asegurar y afirmar estos derechos a través del conocimiento que producen.
Twitter: @lagunes28
*Periodista y feminista, Directora General de CIMAC.