A CONTRAPELO
LUIS ROJAS CÁRDENAS
Murió Ricardo el cirquero,
jocoso malabarista,
político trapecista,
majestuoso ilusionista
de inverecundia de acero.
Falleció en pleno espectáculo
cuando trepaba al pináculo
del poder, era un experto
como domador de leones
espantaba a los lenones
con el petate del muerto.
Ay, calavera raquítica,
¿te da miedo la política?
Ya su ánima lastimera
gime, chilla, patalea,
hace pucheros, berrea
política chapucera.
Perdido en el camposanto
anda gritándole al viento
hasta quedar sin aliento,
grita sus sueños de espanto
con estruendoso alarido
más ruidoso que el infierno:
sueña despertarse ungido
como Jefe de Gobierno.
Por vivir como sultán
es capaz de ir al averno
a vender su alma al demonio,
ya quedará testimonio
de su lealtad a Satán.
Y sin gestos se atraganta
de los pies a la garganta
de pura fecalidad
(de altísima calidad),
engulle lo necesario
para cobrar del erario.
Acumula propiedades
a pesar de sus pesares,
¿irá a escriturar el Hades
a nombre de familiares?
Cual víctima plañidera
va exhibiendo a su manera
un descomunal saqueo
que encontró en su nuevo empleo.
Se llevaron los millones
que cosecharía a montones,
¿por qué se le adelantaron
y puras deudas dejaron?
No haya ni’ónde hincar el diente
y quiere dejar patente
que recibió la oficina
completamente vacía
cual set de fotografía,
bajo una luz mortecina
(como de muerte dientona)
sobre una silla pelona
posa para que el retrato
parezca de un orfanato
con decoración raquítica,
pa’ sacar raja política
Ni papel halló en los baños,
por todos estos enredos.
Y en el recuento de daños
resultantes del saqueo,
al mostrar uñas y dedos
embarrados de pastosa
masa espesa, pegajosa,
como prueba de un arqueo
pudo mostrar el atraco
de un exdelegado caco
que lo despojó en tropel
y se llevó hasta el papel.
Se le apareció la muerte
con mil fajos de pachocha,
eso sí es correr con suerte.
¿Será acaso otro milagro
del santo niño de Atocha?
Quizá es dinero del agro
que entregó un correveidile,
ganado a puro sudor,
a puro sudor de chile
exudado en secadora,
de chile que se evapora
con su inconfundible olor,
olor que en el aire flota
y al aspirar huele a mota.
Ay, calavera raquítica,
¿te da miedo la política?
Por cuitas, cuotas y cuates
que le aprietan los tompiates
(por no decir los tanates,
mucho menos aguacates)
formó un gabinete eterno
con los hijos del averno.
Puso a Nico en la basura
para pepenar dinero
más sucio que el de la usura.
Ya hará discursos estólidos
el exruletero Nico,
y con los desechos sólidos
va actuar como bacinico.
Uy, uy, uy, panteón espántame
o de perdida atarántame.
En fomento educativo,
tiene un pandroso cautivo
que alista la sepultura
para colmar cementerios
y acallar los vituperios.
Para meter en cintura
a los insubordinados
y dejarlos doblegados,
la Parca le dio un estoque:
le otorgó un grupo de choque.
No importa que cause escándalo
poner a educar a un vándalo.
A ese muchacho de porra
deberían ponerle gorra,
rapar el nido de vastas
y espesas marañas: rastas,
para contener los piojos,
chinches, ladillas, gorgojos.
¿Es de la hidra su cabeza
o es trapeador de una pieza?
Ya el burócrata activista
necesita un estilista,
tal vez por no ser aseado
no le va bien el peinado
ni combina su corbata
y el saco parece bata,
lo luce como un batracio
que es totalmente Palacio.
¿Va a enseñar el Silabario
de San Miguel Incendiario?
¿El equipo de Monreal
la hará de jamón real-
mente, porque su gobierno
es sucursal del infierno?
¿Dañará tierras aztecas,
peor o igual que a Zacatecas?
Uy, uy, uy, panteón espántame,
o de perdida atarántame.