JAVIER GONZÁLEZ SÁNCHEZ
“Necesito 329 euros para pagar la luz, antes de 2 días o me la cortan, no tengo a nadie quien recurrir, ¿me puede ayudar alguien?” escribió Ana en el chat de un comprador comercial. Conforme se acerca el invierno caen en desesperación las familias que no pueden pagar la luz, lo que hoy se denomina “pobreza energética”. Buscan una manera de evitar el frío y la oscuridad que conlleva vivir sin electricidad.
Se puede considerar que un hogar está en situación de pobreza energética cuando es incapaz de hacer frente a los gastos energéticos para satisfacer sus necesidades básicas. Cerca de siete millones de personas en España tienen problemas para pagar sus facturas, según un informe elaborado por la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA). Las personas mayores son más vulnerables a este fenómeno.
La pobreza energética causa más de 7.000 muertes al año en España. El pasado mes de noviembre la muerte de una mujer reabrió el debate sobre la necesidad de tomar medidas para acabar con la pobreza energética. La mujer de 81 años falleció en Reus como consecuencia de no poder pagar la luz. Vivía entre velas, la única manera de iluminar su hogar. Una de estas velas prendió fuego en una manta y provocó un incendio que acabo con su vida.
El suceso desembocó en una batalla mediática entre la compañía eléctrica y el ayuntamiento, que se culpaban por la muerte de la señora. Rafael Villaseca, consejero delegado de Gas Natural Fenosa, pidió una regulación de la ley de pobreza energética. Culpabilizó al ayuntamiento de Reus por no informar a la compañía de la situación tan precaria de la anciana.
En 2009 la Unión Europea instó a los gobiernos a elaborar planes para acabar con la pobreza energética. España se encuentra entre los 11 países europeos que aún no ha legislado sobre este fenómeno. Muchos municipios buscan maneras de ayudar a personas en riesgo de exclusión social a enfrentarse a sus gastos energéticos. Pero el Gobierno pone muchas trabas a las administraciones y echa para atrás las propuestas de las comunidades autónomas. El ayuntamiento de Abanto, Vizcaya, se pondrá en contacto con todos los ancianos residentes en el pueblo para ofrecer ayudas en el caso de que no puedan hacerse cargo de las facturas de la luz.
Muchos autores consideran la pobreza energética una nueva forma de exclusión social. Estos gastos suponen más del 40 por ciento de los gastos de las familias españolas. Hogares que se encuentran en una situación de pobreza a la que cada vez nos acostumbramos más, pero de la que todavía no estamos concienciados. España es uno de los países europeos con más horas de sol al año, pero muchas familias se ven obligadas a vivir entre sombras y velas.
Artículo del Centro de Colaboraciones Solidarias (CCS)
Twitter: @jgonzalezsan