Carmen R. Ponce Meléndez/ Monedero
Cimacnoticias
En 2017 el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) fue de 6.37, mientras que el Salario Mínimo tuvo una caída del -10. El incremento nominal del Salario Contractual en el Sector manufacturero fue de 5.3, por debajo de la inflación.
Este aumento de la inflación o de los precios puso a los salarios en el mismo nivel de poder adqusitivo que tuvieron en 2008, un retraso de 9 años. La causa de este incremento fueron los precios de los energéticos. ¡Los mismos que provocaron en Ecuador tremendas protestas, y ganaron!
Actualmente la inflación o el crecimiento de los precios es del 3 por ciento, mientras que el salario mínimo (SM), creció 16 general y 100 para la frontera norte del país, como se aprecia claramente en la gráfica. Esto implica una primera recuperación del poder adquisitivo del SM en más de 38 años, mejores ingresos para la población trabajadora, aún así todavía es insuficiente.
Pero no para todos o todas, las revisiones contractuales de los salarios no han permitido una misma recuperación, es el caso del sector manufacturero, requiere una inyección de aumentos salariales, es el sector exportador y esos son los salarios que revisan y revisarán en el apartado laboral del T-Mec. Sus incrementos desde 2014 están por debajo de los del SM. Claro excepto en 2019, cuyo aumento fue de 6.26, prácticamente el doble del INPC, datos de: Inegi, Banco de México y Comisión de los Salarios Mínimos, (ver gráfica).
Además son las personas trabajadoras sindicalizadas, aunque también refleja el efecto de la terciarización en ese sector de la actividad económica. Por años, 40 para ser exactas, los gobiernos vendieron la idea de que aumentar los salarios provocaría inflación y se perdía más poder adquisitivo. Otra postverdad del neoliberalismo, en 2019 hubo una importante recuperación de los salarios y no crecieron los precios. Una mentira que usaron y tratarán de seguir usando la patronal y los Sindicatos como la CTM, CROC y CROM, entre otros para frenar las demandas salariales, justas demandas.
Con esta política de salarios miserables lo que se consiguió fue una pobreza y desigualdad creciente. Corregir este rumbo es promesa del gobierno de AMLO. Y por si fuera poco uno de los puntos estratégicos para el Tec-Mec. Ya quedó más que demostrado que así compite México en los tratados comerciales internacionales, sometiendo a su población a condiciones de pobreza y pobreza extrema.
Y aquí es indispensable mencionar que el eslabón más débil de esa cadena de explotación son y han sido las mujeres, sobre sus espaldas están todas las injusticias del neoliberalismo, como las que viven en el mercado laboral.
El asunto de mantener una política de salarios muy bajos, eso es competencia desleal dicen los socios comerciales como Canadá o Estados Unidos, en voz de sus Sindicatos y de sus respectivos gobiernos, ergo no aceptan esa política salarial de “antes”.
Desde esta mirada el tema salarial estará muy de moda en estos meses de fin de año, se tiene que fijar el incremento anual del SM para 2020; la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos tiene esta función.
También tiene un Consejo con los mismos Sindicatos cómplices del neoliberalismo y sus salarios miserables. Su Presidente (funcionario público), tiene la ardua tarea de navegar con la patronal y esos Sindicatos, por ser un organismo tripartita, anque cuenta con el apoyo de la Secretaría del Trabajo.
Desgraciadamente la presencia de los Sindicatos independientes es muy limitada. Para estos efectos se consulta al Banco de México y su ortodoxia económica neoliberal que frena los aumentos salariales, y de alguna manera dicta y ha dictado esta política salarial de hambre. Un argumento que seguramente saldrá a relucir es el nivel tan bajo del crecimiento económico.
Si bien no hay recesión sí existe una economía estancada y se ve difícil alcanzar un crecimiento del 2 por ciento en el proximo año. Esto implica menor empleo, menor recaudación y baja inversión privada nacional, que sigue deshojando la margarita.
Conclusión: el aumento salarial de 2020 está rodeado de peligros y con muchos enemigos, los suficientes para decir que se refuerza la idea de que este gobierno es populista y está en contra de la inversión privada, el libre mercado y la empresa privada, todo junto.
Pero eso es lo de menos, lo indispensable es que se mantenga una política salarial con incrementos altos y sostenidos, que se apoye en la reforma laboral y con la actividad política de las personas trabajadoras.
El país y la sociedad requieren de un renacimiento en el mundo laboral. Las enseñanzas y la fuerza que nos dan los casos de países como Chile, Ecuador, Bolivia, Uruguay y Argentina, donde sus sociedades repudian abiertamente el neoliberalismo y toda la destrucción que implica. ¡Su posición avanza triunfante!