Opinión

aulas vacíasdeManuel Ibarra Santos

Si a los efectos devastadores de la pandemia sanitaria en el sistema escolar se le suma la falta de capacidad de respuesta y adicionalmente a ello la evidente improvisación en los procesos de digitalización en la enseñanza, entonces, como consecuencia tendremos una tragedia educativa de grandes dimensiones, acompañada de altos niveles inéditos de abandono de alumnos de la escuela (como ya se experimenta ahora) y del desplome de los indicadores de eficiencia en los aprendizajes de calidad.

Estados como Zacatecas, por el registro de sus profundos rezagos, resultará en este escenario pandémico, de los más perjudicados, si no se adoptan estrategias educativas extraordinariamente efectivas.

Los programas gubernamentales Aprende en Casa (I y II), basados en la virtualidad, han enfrentado y chocado con problemas de fondo y estructurales que impedirán el logro de metas y objetivos satisfactorios, entre los que podemos mencionar al menos tres: 1).-El analfabetismo digital que afecta a la mayoría de la sociedad, a los docentes, alumnos y padres de familia; 2).-La prevaleciente tradición de la irresponsable improvisación y la ausencia de cultura de la planeación; y 3).- Los rezagos ancestrales que hoy se visibilizan más frente a la crisis sanitaria.

El analfabetismo digital está plenamente documentado. En la actualidad sólo el 57% de la población nacional utiliza la internet y el 43% no. Y en Zacatecas los rezagos en la materia superan la media nacional, así lo señala la más reciente Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares.

El recientemente creado Sistema Nacional de Información de Infraestructura Educativa revela que en el país el 63 de las escuelas no cuenta con servicios de interconectividad a la internet. Adicionalmente a esto, la propia SEP ha reportado a través del subsecretario Luciano Concheiro, que el 58% de las instituciones de educación superior en la República registran carencia de equipo de cómputo y muchas otras lo tienen obsoleto.

Por su parte, El Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación (IISUE) de la UNAM, en un reciente protocolo investigativo nos ilustra con datos reales, que sólo el 56% de los profesores tiene formación básica y habilidades para el manejo de paquetería computacional. Pero hay algo mucho peor: sólo el 2 por ciento de los docentes en el país está acreditado para el manejo de procesos digitalizados de aprendizaje. Lo anterior quiere decir que, no necesariamente, un especialista en información y cómputo, puede ser un buen educador. Eso es falso. (Fuente: Díaz-Barriga/2020).

Por lo tanto, el programa Aprende en Casa, en sus tres dimensiones (uso de dispositivos digitales, a través de radio y televisión), a futuro inmediato, tendrá que ser sometido a una exhaustiva revisión y planeación, que conduzca a la implementación de toda una estrategia de formación que acredite y certifique a los maestros en el manejo y dominio de procesos de enseñanza-aprendizaje digitalizados.

De lo contrario, esto se traducirá, con el tiempo, en un verdadero fraude, mentira y engaño para la sociedad, que no hará sino ocultar y agrandar los rezagos y la desigualdad educativa que hoy afecta a los mexicanos y zacatecanos.

Por lo pronto, los efectos devastadores de la pandemia sanitaria en la educación, ya se tipifican, hoy, como una tragedia, que es menester enfrentar con acciones razonables y bien planificadas.

EL ABANDONO DE LA ESCUELA Y EL DESPERDICIO ESCOLAR.

Durante los últimos cinco meses, producto de los efectos del covid-19, 265 mil edificios escolares de todos los niveles del sistema educativo mexicano, han estado en des/uso, muchos de ellos olvidados y otros por demás vandalizados (Fuente: SEP).

Del total de las escuelas, el 18% por ciento son particulares. A esa cantidad total, Zacatecas aporta más de cinco mil escuelas. La circunstancia en que se encuentra esta importante infraestructura, bien puede ser catalogada como un monumental desperdicio educativo.

La escuela como espacio físico de convivencia, dejó de ser en estos meses, espacio de formación, de equidad, de inclusión, de igualdad, de producción de talentos, de libertad y se constituyó en un factor ausente que no ha aportado reflexiones, análisis, criticas y soluciones ante las innumerables crisis que afectan a la sociedad.

Según la SEP, más del 55% de las escuelas de la República tienen problemas de accesibilidad, el 33% funcionan con alguna estructura atípica y el 35% registran daños estructurales.

Por mucho tiempo, la infraestructura física educativa ha tenido una relación muy estrecha con los procesos de aprendizajes de calidad. Ahora se alejó de esa función.

¿CÓMO SE ENCUENTRAN LAS ESCUELAS?

Esta coyuntura traumática debe servir, al menos, para conocer con precisión las condiciones físicas en que se encuentran las escuelas de Zacatecas y qué hacer para mejorar sus circunstancias.

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