Lucía Lagunes Huerta
Cimac Noticias
Sin lugar a dudas el cambio de gobierno en Estados Unidos que finalmente ocurrió el día de ayer es un logro de la democracia como lo señaló en su discurso de toma de posesión el presidente Joe Biden quien ratificó a la vicepresidenta Kamala Harris en su toma de posesión. Una democracia que no puede existir sin la incorporación plena de las mujeres.
Ayer también fue un logro para las ciudadanas estadounidenses, no sólo porque contribuyeron a sacar a Trump de la casa blanca, sino porque esperemos que logren cambiar el rostro de la política de aquel país porque con Kamala Harris llegan muchas mujeres más. Mujeres con amplia trayectoria política y administrativa que transforman el escenario de la política estadunidense y del mundo.
Con ello nos damos cuenta que la paridad como la ampliación democrática es una apuesta mundial. Además, esta presencia femenina en la política llega en el marco del centenario del voto femenino en Estado Unidos.
Y me refiero, no solamente a las políticas que integran el gabinete de Joe Biden, sino a las legisladoras que forman hoy el congreso estadounidense. 127 congresistas mujeres, la cifra más alta en la historia del país del norte (102 en la cámara baja de 435 y 25 en el senado de 100).
Mujeres diversas no sólo en el perfil profesional sino de origen, que sin duda, manda el mensaje de inclusión de una manera muy fuerte, que es además una de las apuestas de Biden.
Este cambio de gobierno muestra la fuerza de las mujeres, la presencia de Hillary Clinton, de Michelle Obama, quienes se han convertido en iconos en aquel país de la defensa de los derechos de las mujeres y las niñas. Ellas son parte de este siglo de historia que las estadounidenses han escrito.
Muchas mujeres llegaron por primera vez a los cargos políticos de una nación con muchísimo poder. Y como dijo la misma Kamala Harris, serán las primeras, pero no las últimas.
Ayer también fue el día de las ciudadanas estadounidenses, muchas mujeres en el escenario como Amanda Gorman, la jueza Sonia Sotomayor, la primera latina de la Corte Suprema.
Y esto también es un logro de la democracia, la inclusión en la diversidad y la igualdad.
La presencia cada vez mayor de las mujeres en los puestos de decisión es muy importante, el siguiente paso sin duda es que el poder que logran lo usen para cambiar las desigualdades y discriminaciones que aún perviven, incluso en la nación que se ha calificado como el faro de la democracia. Hay que recordar que los Estados Unidos ocupan el puesto 53 en el ranking mundial de igualdad de género, dos lugares menos que hereda el gobierno de Trump. Así que tarea hay para este nuevo gobierno que encabezan Biden y Harris, sin lugar a dudas.